El portal de Chile El Mostrador afirma que las mayores mineras del mundo ya proyectan hacia los próximos años escasez del metal, impulsado ya no sólo por China, sino por la capacidad del metal de ser uno de los mejores conductores para conducir energía solar y eólica.
Las energías renovables y la transición económica de China hacia un crecimiento impulsado por el consumo serán importantes catalizadores para la nueva ola de demanda de cobre, según BHP Billiton Ltd. la compañía minera más grande del mundo.
En su análisis, indican que dicha necesidad por el commodity acelerará una escasez que -según los pronósticos- se desarrollará a partir de 2019.
“Pero la verdadera chispa es la demanda de renovables”, dijo Jacqui McGill, presidenta de activos de la mina de cobre Olympic Dam, el quinto depósito más grande del mundo del metal y que pertenece a BHP desde 2005. “Independientemente de la procedencia de la energía, necesitará el cobre”.
Para 2040, la proporción de electricidad mundial generada a partir de fuentes de energía renovables, como la solar y eólica, se duplicará hasta 46 por ciento, según cálculos de Bloomberg New Energy Finance.
“La energía renovable necesita mucho cobre y es uno de los mejores conductores para transmitir energía solar y eólica”, dijo McGill, que está analizando opciones para aumentar potencialmente más de dos veces la producción en la mina del Sur de Australia hasta 450.000 toneladas métricas anuales.
En Chile, el país que más cobre produce, se considera que los precios se aprestan a subir aproximadamente un tercio a largo plazo gracias a la demanda creciente de China, donde la generación de electricidad representa casi la mitad de la utilización del metal, de acuerdo a las proyecciones publicadas por Cochilco.
Dicha previsión apunta a que el cobre puede llegar a promediar US$6.330 la tonelada después de 2018, mientras que actualmente se negocia en la Bolsa de Metales de Londres a US$4.677.
Las fuentes renovables representarán dos tercios de la inversión estimada de US$12,2 billones en energía en los próximos 25 años, pronostica Bloomberg New Energy. Los sistemas de electricidad eólicos, solares y los hidrosistemas necesitan 12 veces más cobre que la generación tradicional de energía, según la Asociación de Desarrollo del Cobre.
La amenaza de una menor oferta en razón de que la demanda crece y las minas existentes se han empobrecido está dando lugar a una nueva ola de inversiones en proyectos, según MMG Ltd., que está iniciando su explotación Las Bambas en Perú. Este mes Rio aprobó una expansión por US$5.300 millones hasta más del doble de la producción en Oyu Tolgoi en Mongolia en tanto BHP tomará una decisión para fines de 2017 acerca de un proyecto de expansión por US$2.200 millones en Chile.
Un déficit de cobre podría crecer hasta más de 4 millones de toneladas a partir de 2023, dijo BHP en una presentación este mes. Está previsto que Olympic Dam, la mina subterránea más grande del productor en Australia, aumente la producción un 15 por ciento hasta 230.000 toneladas en el año fiscal 2021, según McGill, una de las dos presidentas de activos en BHP.
El grupo Siemens es un líder mundial en el área industrial, con grandes operaciones en energía, transporte y servicios para empresas. Por eso, su desempeño puede ser un indicador relevante sobre las perspectivas para estos negocios. El presidente y CEO, Joe Kaeser, estuvo en Chile para reunirse con autoridades y clientes, muchos de los cuales se encuentran en la minería y el sector eléctrico. En entrevista con DF se mostró optimista sobre el panorama para estas compañías y desestimó los temores por la caída en los precios de los commodities y las presiones a las energías renovables. “Mientras más avanza el mundo desde una manufactura de bajo nivel hacia una industrialización basada en la eficiencia, más va a necesitar cobre”, aseguró. “Esto no es más que una fase de consolidación”.
Junto con el gerente de Siemens Chile, Juan Ignacio Díaz, Kaeser destacó el potencial del país para liderar la expansión mundial en estos sectores.
- Las energías renovables han visto un auge en la última década, pero el sector atraviesa ahora un momento complicado en Chile…
Sí, pero las políticas energéticas se definen a muy largo plazo. Estamos sólo al comienzo de las energías renovables. Si se revisan las decisiones del G7 del año pasado, acordaron que para 2100 va a ser un mundo libre de hidrocarburos.
La era de las energías renovables recién está empezando. Lo que ocurre es que las cosas a veces comienzan a crecer en forma masiva porque hay un proceso de aceleración a través de subsidios, innovación o presiones sociales, y luego comienza una fase de consolidación. Esto sirve para separar a los que son verdaderamente fuertes de los que no, y luego se llega a un nuevo nivel de crecimiento, mucho mejor en términos de costos y eficiencia, y esas compañías de la segunda generación son las que lideran el siguiente desarrollo.
- Algunos analistas han identificado el fin del superciclo de los commodities con un superciclo en energías renovables…
Los analistas a veces pronostican el final del mundo, pero en realidad es el comienzo de un nuevo mundo.
Pero hablando de superciclos, no existe un solo superciclo para los commodities. Hay que diferenciar. El carbón está llegando al final estructural de una era, mientras que para los commodities industriales, como el cobre, esto es sólo un ciclo de consolidación. Mientras más avanza el mundo desde una manufactura de bajo nivel e infraestructura hacia una industrialización basada en la eficiencia, más va a necesitar cobre y otros metales industriales. Si miramos el cobre, esto no es más que una fase de consolidación. En realidad estoy muy optimista. Este es el momento para aumentar la eficiencia, reducir costos y automatizar el sector minero y estar bien preparados para el repunte.
- ¿Qué escucha de sus clientes en Chile? ¿Tienen planes de crecimiento, o están cautelosos?
Depende de qué se mire. En minería están enfocados en cómo administrar recursos, aumentar eficiencia y mejorar operaciones, no mucho en gasto de capital, obviamente. Si se ven las compañías de energía y servicios básicos, están enfocadas en fuentes de energía más eficientes. En el sector de movilidad, que tiene que ver con el transporte público, vemos cierto movimiento en el tránsito urbano completamente eléctrico que es una decisión muy inteligente. Así que hay muchas cosas que están ocurriendo.
- ¿Ha hablado con el gobierno sobre transporte eléctrico?
Si hablamos de electrificación o automatización, no hay ninguna compañía a la que no podamos proveer. Tenemos una gama de productos y soluciones para las sociedades y economías.
- ¿Qué oportunidades de negocios están viendo ahora en Chile?
El Ministerio de Energía está comprometido a tener 70% de la matriz renovable a 2050 lo que es una enorme oportunidad. Además, tenemos que hacernos cargo de la electromovilidad, y eso no sólo incluye buses eléctricos. Siemens ha estado en el sistema del Metro por muchos años en Santiago y nos hacemos cargo de muchas de las líneas en Valparaíso. Así que estamos trabajando en eso y esperamos ver mucho más.
- ¿Esperan alguna novedad sobre la adjudicación de algún contrato?
El gobierno acaba de anunciar la Línea 7 del Metro. Nos gustaría ser parte de eso y, por supuesto, si pudiéramos ser parte de una oferta de material rodante, también nos interesaría.
En el transporte público hay algunos clientes y mucha gente interesada en buscar soluciones de electrificación y queremos estar en todo el proceso. Específicamente respecto del proyecto de tranvía de la Municipalidad de las Condes, nos reunimos con el alcalde y estamos muy interesados en ser parte de eso.
- ¿Están viendo una demanda estable de sus clientes?
Somos muy fuertes en el área de servicios a la minería, porque necesitan seguir operando. Estamos viendo un aumento en el interés en el sector de energía y renovables porque va a haber una oferta pública en julio así que muchos clientes quieren obtener los contratos, así que muchos recurren a Siemens y los estamos ayudando.
Rafael Mateo Alcalá, el máximo ejecutivo de Acciona Energía, estuvo esta semana de visita en Chile, y analizó el sector energético del país y del mundo, que según explica está viviendo un cambio de paradigma. A nivel global, estima, se está produciendo un reemplazo de las centrales a combustibles fósiles (carbón y petróleo) por fuentes renovables, como agua, solar y eólica, fenómeno del que ya tomó nota el mercado financiero, que no duda en entregar capital a este tipo de energía.
Asegura que es un cambio tecnológico irreversible. “En el futuro no vamos a ver, en el mundo, muchas más centrales a carbón, y veremos una mezcla de solar y eólica, con almacenamiento con baterías; esa será la energía del futuro”, afirma.
Por ello, celebra su cambio de camiseta. “No me cabe ninguna duda de que estar hoy en una empresa pionera del sector de renovables es un lujo”, dice.
En Chile, Acciona planea invertir unos US$ 1.300 millones en tres a cuatro años, para contar con, como mínimo, 1.000 MW instalados. Ya tienen 300 MW entre el parque eólico Palmeras, en Coquimbo, y el parque fotovoltaico El Romero, en Atacama, y “la idea es que multipliquemos esto por tres como mínimo”, explica.
“Deberíamos aspirar a estar entre las cinco (generadoras eléctricas) más grandes del país, que tienen activos muy grandes, muy antiguos y muy valiosos, pero deberíamos ser la número uno entre los nuevos actores que han ingresado al mercado chileno”, agrega.
Una razón es la celeridad de la ejecución de estas centrales. “Construir 100 MW eólicos tarda un año; los mismos 100 MW en fotovoltaicos, la mitad; es decir, seis meses… El agua, que es una fuente muy saludable y muy renovable, queda desplazada, porque aunque un proyecto hidroeléctrico sea muy pequeño, requiere de al menos cuatro o cinco años de ejecución”.
Aunque hoy el 60% de los ingresos de Acciona Energy provienen de España, la perspectiva es que esta participación baje en el futuro, dado que el crecimiento en la península ibérica es nulo. Hoy -explica el ejecutivo- el negocio eléctrico de la compañía se juega Estados Unidos, México, India, Sudáfrica y Chile. Espera que nuestro país represente al menos el 10% de su negocio global en el corto plazo.
Economía y Negocios tuvo acceso a una entrevista con Alcalá en la que supo ampliar su mirada acerca del nuevo horizonte energético de Chile a partir de la inversión en renovables y el cambio de matriz.
-¿El auge de las renovables solo se explica por su lugar en el programa energético del Gobierno
“No. Las energías renovables ya han demostrado en el mundo ser las fuentes de energía más competitivas en términos de coste. Además, son limpias y sostenibles, contribuyen a reducir los precios de largo plazo y a estabilizarlos. La energía nueva que se va a construir en el futuro en el mundo va a ser fundamentalmente de fuente renovable. Eso va a pasar en Chile, donde otro tipo de proyectos tienen dificultades de aceptación social, ambiental y de financiación”.
“Las energías renovables, en cambio, son las energías que todos los consumidores quieren consumir, que todos los reguladores quieren regular, que todos los financistas quieren financiar y en la que todos los inversores quieren participar. En Acciona estamos muy interesados en el mercado chileno y muy contentos de cómo está evolucionando”.
-Una de las críticas a las renovables apunta a su elevado costo, por lo cual solo son competitivas cuando los precios del petróleo y el carbón son altos y que ahora, con estos en valores muy bajos, no son rentables. ¿Es efectivo?
“Eso dicen las térmicas. No, no les afectan; es una correlación falsa. Si lo hacen (si afectan), es de forma positiva. Las renovables están creciendo más que cualquier fuente fósil, a pesar de que los precios de los combustibles fósiles están cayendo vertiginosamente”.
“En los mercados emergentes que compran combustibles fósiles, esta baja de precios les libera renta disponible que no tienen que gastar en importar. Con ello hay un mayor crecimiento del PIB, con lo cual hay mayor demanda de electricidad. Cuando se plantea un rediseño de la arquitectura energética porque se necesita atender a más demanda de electricidad, hoy no hay duda sobre cuál debe ser la alternativa. Porque no se puede tomar una decisión de inversión aprovechando una corta ventana de precios bajos de los fósiles, sino que esas decisiones de largo plazo se toman atendiendo a la estabilidad de precios que dan las renovables”.
-¿Va a bajar el precio de las renovables? ¿Cuánto?
“La curva de aprendizaje tecnológico de las renovables tanto eólicas como fotovoltaicas está permanentemente descendiendo, y todavía tiene recorrido. O sea, es probable que las renovables, sobre todo la fotovoltaica, sigan bajando. Hoy los paneles fotovoltaicos están por debajo de US$ 1 millón el MW de instalación, por lo que en países con alta radiación (como Chile), los precios serían de ese orden”.
-¿Cuál es la tecnología de más potencial en Chile?
“Quizás la fotovoltaica, porque tiene altísima radiación. Hay más radiación que viento. Pero somos una compañía que busca la sostenibilidad de nuestro negocio en el largo plazo y huimos de cualquier oportunidad especulativa. Entonces nuestro crecimiento va a ser un mix de eólico y fotovoltaico, que asegure la mayor estabilidad posible y porque tenemos un desarrollo profundo de ambas tecnologías”.
-Hay empresas que están vendiendo activos en Chile, Sunedison y Abengoa. ¿Están interesados?
“Miramos todo lo que hay en el mercado, pero nuestro negocio es desarrollar proyectos renovables, construirlos y operarlos. En el mundo, nunca hemos comprado activos de nadie operativos. Para que tengamos interés en un activo operativo, este debe tener un muy buen precio, que no sé si es el caso”.
-¿Es realista el 20% de renovables al 2020 o el 70% al 2050 sin subsidios?
“Es absolutamente posible, y creo que será rebasada. Las subastas en Chile tecnológicamente son neutras, y se ha visto que son ganadas por fuentes renovables, que son capaces de ofertar un precio de largo plazo más competitivo que las fuentes fósiles y, sobre todo, más estables. Hoy son competitivas por su propio mérito; no va a ser necesario incentivarlas, van a penetrar en forma natural y van a desplazar a las fósiles. Es lo que está ocurriendo en el mundo”. “En Alemania la semana pasada se marcó un récord: el 80% de la generación fue renovable. En Dinamarca, hace pocos meses, el 130% o 140% de la generación fue renovable, y se exportaba a los países limítrofes”.
-¿Cómo es Chile para los inversionistas?
“Chile es un país atractivo para el inversor, porque los fundamentales avalan nuestra inversión. Primero, Chile necesita mayor capacidad energética para acompañar al crecimiento, por adición de nueva capacidad o por sustitución de capacidad ya muy antigua. Y luego tiene una regulación estable, que es lo que requieren las renovables, porque los inversionistas no pedimos ni incentivos ni primas ni premios ni ningún regalo. Lo único que pretendemos es que haya suficiente estabilidad y visibilidad de los flujos como para garantizar la sostenibilidad de la inversión en el largo plazo”.
“Esas circunstancias, la seriedad regulatoria, la clarísima visión del gobierno en el programa energético y la necesidad de nuevas inversiones es lo que hace que Chile siga siendo un país muy atractivo para los inversores en energía”.
-¿Solo en energía hay esa seguridad?
“No me compete hablar de otros sectores, pero la estabilidad regulatoria es para todos los inversores”.
-¿Qué hay de los problemas con las comunidades o la judicialización que afectó a los proyectos eléctricos en Chile?
“Nosotros no hemos encontrado estos problemas ni en Chile ni en ningún otro lado. No hemos tenido paralizaciones en ningún país por razones de entorno. Una de las ventajas que además tienen las energías renovables es que gozan de una buena aceptación social”.
-¿Cuándo se produjo el punto de inflexión y los bancos empezaron a financiar las renovables?
“Cuando los bancos y el mercado financiero se dieron cuenta de que son una energía exenta de riesgos y asegura a sus inversores una estabilidad de negocios si se hace bien. Punta Palmeras fue financiado hace tres años. Al menos hace tres o cuatro años el mundo financiero se dio cuenta de que financiar renovables era seguro, mientras que otro tipo de fuentes estaba sometido a riesgos. En el mundo, los financistas están dejando de invertir en fuentes fósiles y se están pasando a renovables hace más tiempo”.
-¿Qué cambios podrían hacerse en el mercado eléctrico para perfeccionarlo?
“Quizás una mayor claridad todavía de que las renovables son el futuro, y, en ese sentido, que todos los organismos que interfieren en el mercado eléctrico, como el Cdec o la CNE o el Ministerio de Medio Ambiente, estén atentos a cómo se operan mercados con una mayor participación renovable, donde los combustibles fósiles, que antes operaban en base, pasarán a operar de forma marginal y quedarán como fuente de suministro secundario, por lo que tendrán que ser más flexibles”.
-¿Cuándo, a su juicio, empezarán a salir las centrales térmicas de la matriz?
“En el mundo, a medida que las plantas fósiles que generaban en base van quedando marginales, obsoletas económica y ambientalmente, son reemplazadas por renovables en la matriz y salen del mercado. Estados Unidos acaba de publicar un plan de desmantelamiento de viejas centrales de carbón”.
-¿Y el gas natural? ¿No es más limpio?
“El gas es limpio, pero tiene una incertidumbre de precio y de seguridad de suministro alta”.
No hemos encontrado estos problemas (de judicialización u oposición de comunidades) ni en Chile ni en ningún otro lado. No hemos tenido paralizaciones en ningún país por razones de entorno. Una de las ventajas que además tienen las energías renovables es que gozan de una buena aceptación social”.
“Las energías renovables son las energías que todos los consumidores quieren consumir, que todos los reguladores quieren regular, que todos los financistas quieren financiar y en la que todos los inversores quieren participar”.
“Los inversionistas no pedimos ni incentivos ni primas ni premios ni ningún regalo; lo único que pretendemos es que haya suficiente estabilidad y visibilidad de los flujos como para garantizar la sostenibilidad de la inversión en el largo plazo”.