A dos meses que se realice la mayor subasta de contratos de suministro eléctrico para clientes regulados de la última década, el diagnóstico de Hugh Rudnick, académico y consultor eléctrico es claro: la competencia será feroz.
Rudnick, que hoy expone en el Congreso “Summit de Tendencias y Buenas Prácticas en Seguridad y Salud en el Trabajo”, organizado por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), sostiene que la irrupción de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) ha llevado a que los precios de las últimas licitaciones caigan, lo que es muy probable que se repita en la próxima subasta, donde se pondrán en el mercado contratos a 20 años por 12.750 GWh.
“Hay un cambio relevante en la competencia, apareció EDF con la central El campesino, Suez, que ingresó al SIC, y a eso sumamos todas las tecnologías renovables de costos notablemente bajos. Esta va a ser una licitación muy competitiva, porque independientemente que la mayor parte de la energía no pueden suministrarla otras empresas que no sean Endesa, Gener y Colbún en su mayor volumen, es ‘la’ oportunidad para muchos para financiar proyectos que tienen en carpeta”, sostiene Rudnick.
El académico agrega que esto se ha visto reflejado en los precios de las últimas licitaciones, que cayeron de un promedio de US$ 130 por MWh a US$ 80 por MWh, fenómeno que se seguiría profundizando.
“Es muy probable que las próximas licitaciones veamos ofertas de precios de US$ 70 por MWh, y que existan otras por debajo, de US$ 60 por MWh o incluso de US$ 50 por MWh”, dice.
La mayor presión, dice Rudnick, estará en las principales eléctricas del mercado, Endesa, Colbún y AES Gener, los que deberán renovar unos 12.000 GWh en contratos que vencen en los próximos años, por lo que estima deberán “sacrificar” márgenes del negocio y ofertar menores precios para quedarse con una porción de esa energía.
“Los actuales incumbentes (Endesa, Gener y Colbún) no estaban muy agresivos porque ellos tenían medianamente satisfechas sus necesidades de contrato para darle estabilidad a sus ingresos y flujos de caja. Ahora la situación es distinta, empiezan a terminar contratos, y ellos tienen que apuntar a renovarlos, para dar cierta estabilidad de flujos. Ellos no pueden arriesgarse con precios muy altos a perder esa cuota de mercado”, añade.
El académico sostiene que en el caso del gas natural, los precios del hidrocarburo aún no son lo suficientemente competitivos en comparación con el carbón y la hidroelectricidad, por lo que estima que es probable que varios de los proyectos de centrales de ciclo combinado anunciados por distintas empresas no logren adjudicarse contratos.
El menor crecimiento económico del país impacta al sector eléctrico. Así quedó de manifiesto ayer cuando el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Andrés Romero, anunció una reducción de energía a licitar en julio a clientes regulados. Romero dijo que de los 13.750 GWh que se subastarían a mediados de año, se reducirá esta cantidad en 1.200 GWh.
Dos son los factores esgrimidos por Romero para esta decisión. El primero, es el dato de crecimiento de la demanda eléctrica en 2015. El segundo, la expansión del país.
“El Banco Central acaba de hacer un ajuste en la proyección del crecimiento del PIB para los años 2016 y 2017, y por lo tanto, es la mejor cifra que tenemos respecto de estimaciones de crecimiento de esos años. El Ministerio de Hacienda todavía no hace ese ajuste, y lo va a hacer en agosto, y no vamos a alcanzar a conocer esa cifra”, dijo Romero.
El secretario ejecutivo de la CNE agregó que la responsabilidad del organismo es tomar “los mejores datos” para hacer la proyección de demanda. En ese sentido, dijo que no quieren generar en el mercado “una mala señal respecto a la posibilidad de sobre compra. Queremos comprar al justo, para que el mercado esté seguro de lo que va a estar ofertando va a ser energía que va a ser demandada”.
Además, Romero anunció dos nuevos ajustes a las bases de la licitación, los que se harán efectivos a partir de la última semana de mayo o la primera de junio.
El primero de ellos será establecer una boleta de garantía “importante”, que dé seriedad a la concreción de la oferta. El segundo será establecer normas especiales que rijan la cesión de contratos obtenidos en las licitaciones a terceros.
“Nuestro objetivo principal es que acá vengan oferentes que quieran insertarse en el mercado de la generación eléctrica chilena, más que ofertas que sólo quieren aprovechar un diferencial de precios coyuntural”, dijo Romero.
Además, el secretario ejecutivo de la CNE anunció que a fines de año se lanzará una nueva licitación por 3.800 GWh, que comenzará a inyectar energía desde 2023.
El anuncio no causó mayores sorpresas en el sector eléctrico.
Para Rodrigo Castillo, director ejecutivo de Empresas Eléctricas, una variación de este orden, sobre un gran volumen de demanda, “no debería generar ningún problema en el interés de los actores”. Por el contrario, cree que las nuevas condiciones podrían generar mayor interés. “Un volumen algo menor para adjudicarse, probablemente, genere una competencia aún más intensa”, sostuvo.
Mientras que para Claudio Seebach, vicepresidente ejecutivo de Generadoras de Chile, la medida es “coherente” con la menor demanda proyectada por la CNE.
En relación al aumento de la boleta de garantía Seebach dijo que es una medida “que va en la dirección correcta ya que contribuye a la seriedad y calidad de las propuestas”. Respecto de las exigencias para la cesión de contratos, señaló que sería “deseable” que se diferenciara entre los contratos “que se obtuvieron con un fin meramente especulatorio y los que cuya transferencia obedece a razones estrictamente comerciales”.
