La brasileña Odebrecht venderá varios activos en el Perú para ganar liquidez, enfrentar la crisis en la que está envuelta y estar lista para futuros proyectos en el país, dijo una fuente de la compañía a AFP.
“Estamos en proceso de venta de algunos activos sobre los cuales habíamos definido con anterioridad no ser operadores a largo plazo, y (estamos) oyendo propuestas de inversionistas que estén interesados en asociarse en otras concesiones”, señaló un portavoz de la firma.
“Este es un proceso que tiene como objetivo, preparar a Odebrecht Perú para el próximo ciclo de desarrollo de infraestructura que está por venir. Perú, sigue siendo una prioridad para la compañía”, agregó.
Ese nuevo ciclo puede llegar con el siguiente gobierno que asumirá el 28 de julio, en medio de las promesas de los candidatos presidenciales al balotaje del 5 de junio de priorizar las inversiones en infraestructura.
El desprendimiento de sus activos les permitirá garantizar recursos a la firma, afectada tanto por la recesión de Brasil, su casa matriz, como por el escándalo de corrupción en el que se vieron envueltos sus más altos ejecutivos, acusados de integrar un esquema de pago de sobornos a políticos y ejecutivos a cambio de obras en la estatal brasileña Petrobras.
Según informaron a la AFP fuentes relacionadas con el proceso, a la ya anunciada venta del total de su participación (55%) en el Gasoducto del Sur del Perú (GSP), se suma también la central hidroeléctrica Chaglla -en Huánuco, selva central del país- y el proyecto de irrigación Olmos, en Lambayeque (costa norte).
Además pretende deshacerse de una parte del 90% que actualmente posee en la concesión Rutas de Lima -que concentra las autopistas de ingreso a la capital- aunque permanecerán como socios, dijo la fuente.
En el caso del gasoducto, valorizado en al menos US$ 5,000 millones, Odebrecht admitió que se retiró para salvaguardar al proyecto del impacto negativo que le significó el escándalo en que están envuelta en Brasil.
Ello, además, le permitirá resolver un anunciado financiamiento bancario. Sus socios en ese negocio son la española Enagas con un 25% y la peruana Graña y Montero con 20%.
El objetivo es colaborar con la meta de US$ 3,340 millones anunciada por la matriz de Brasil, para recaudar capital y hacer frente a la crisis.
Odebrecht permanecerá eso sí, con las participaciones en las concesiones de autopistas IRSA norte e IRSA sur, en el Perú, y la inversión que tienen en Colombia, en la carretera Rutas del Sol.