“Los gastos incurridos hasta la fecha en los proyectos de inversión superan significativamente las cantidades asumidas en los planes iniciales. En particular, esto se refiere a los gastos actuales incurridos en el proyecto Sierra Gorda, en comparación con las cantidades previstas en el informe técnico. Este hecho requiere una revisión de los gastos previstos para todos los proyectos de inversión”.
Sin filtro, los ejecutivos de la minera KGHM dieron a conocer la situación en que se encuentra Siera Gorda, su primer proyecto en Chile, y anunciaron una actualización de su estrategia incluyendo una postergación indefinida de la segunda fase del yacimiento ubicado en la II Región, detalló Pulso.
Según explicó KGHM -que comparte la propiedad del proyecto con la japonesa Sumitomo- han sido descubiertos nuevos antecedentes de la mineralización del yacimiento, los que relevan mayor presencia que lo proyectado de óxido de cobre, arcilla y pirita, que afecta las tasas de recuperación. Esto significa que será necesario recalcular la vida útil del proyecto y las proyecciones de producción.
“Durante el curso de las operaciones, Sierra Gorda ha identificado niveles de mineral de óxido de cobre, así como arcilla y pirita en la zona de transición del depósito significativamente más altos que lo inicialmente planificado. Este hecho limita directamente la eficiencia de procesamiento de los minerales y reduce las tasas de recuperación de cobre y molibdeno durante el periodo de operación. Se está evaluando el posible impacto de ello sobre la tasa de recuperación futura”, indicó la empresa en su estado de resultados a marzo.
Se añade que “a la fecha, el proyecto Sierra Gorda no ha conseguido los parámetros de funcionamiento y eficiencia establecidos en los contratos clave relacionados con el proyecto (que comprenden particularmente el financiamiento de la deuda y el suministro de electricidad), que deben alcanzarse a finales de 2016. En adición a los desafíos de lograr los parámetros de eficiencia, los bajos precios actuales de los metales también están influyendo en los flujos de efectivo generados”.
Esto, ha obligado a la empresa a revisar su vida útil, implementar un plan de reducción de costos y productividad, e iniciar un proceso clave de renegociación de contratos.
Pausa a la expansión. Además, la empresa puso en espera un proyecto por US$2.000 millones, que buscaba ampliar el yacimiento y modificar su plan minero.
“Tomando en consideración el actual precio del molibdeno y del cobre ,y el actual nivel de la eficiencia operativa de Sierra Gorda, que no es posible por el momento tomar una decisión en cuanto al inicio de la Fase II”, se señaló. La iniciativa fue presentada al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el año pasado, pero sufrió un “tropiezo” en su tramitación luego que el órgano estimara que faltaba información esencial.