–En un breve acto, el presidente Mauricio Macri estuvo en Ledesma, en Jujuy, inaugurando viviendas junto al gobernador Gerardo Morales. El mandatario nacional destacó el Plan Belgrano y dijo saber que el "sinceramiento de la economía ha sido una pesada carga para muchos argentinos".
Antes del acto, Mauricio Macri fue tomar mate a la casa de Juan Emilio Palma, el jefe de una familia que se compone de 13 personas. El matrimonio 10 hijos y una nieta. Palma, a su vez, es uno de los beneficiarios de las mil viviendas que entregó el ingenio Ledesma
Desde la primera hora se especulaba que el primer mandatario visitaría a una familia de la zona. Aunque el hermetismo de la custodia y la prensa hacía imposible determinar el lugar y el momento en que el presidente visitaría a la familia jujeña.
“Es una actividad del presidente fuera del programa y sólo estará la prensa del presidente” era la única repuesta que se recibía por parte de la seguridad presidencial.
El gobernador del Jujuy, Gerardo Morales llegó hasta el lugar del acto acompañado por el equipo directivo de Ledesma, funcionarios provinciales, legisladores nacionales e invitados especiales, que ya estaban acomodados en los lugares previamente determinados por el protocolo.
Macri llegó acompañado por dos familias del barrio, los Suárez y los Planas y todos subieron al palco en el que quedaba sitio solamente para Morales y para Carlos Herminio Blaquier, presidente de Ledesma.
El empresario fue el primer orador. "Somos argentinos y Ledesma es una empresa argentina", dijo Blaquier, para luego destacar que desde la empresa se había fijado como objetivo en el 2013 hacer 1000 casas en 1000 días y que ese objetivo estaba cumplido.
Blaquier también destacó que la empresa está dispuesta a concretar futuras inversiones en la zona.
Posteriormente fue el turno del gobernador Gerardo Morales quien destacó que Jujuy es la primera provincia argentina en formar un acuerdo con la nación para la restitución del 15% de la coparticipación, vieja demanda de las provincias argentinas "que durante 12 años no estuvo en la agenda del Gobierno que se fue".
La merma en la presión impositiva, el aumento del cupo del bioetanol y los créditos blandos para las pymes fueron destacados por el mandatario como herramientas fundamentales para el crecimiento de la región.
El Belgrano cargas y la autovía para las rutas nacionales 34 y 9 fueron los anuncios más sobresalientes del discurso de Macri.
Además destacó que es consiente que el sinceramiento de la economía fue doloroso para muchas familias. Pero que era imprescindible para comenzar a desandar el camino del crecimiento.
Macri apeló a un estilo descontracturado, buscando empatía con el público, inclusive tuvo tiempo de algunas chanzas futboleras con los Palma, ya que la mitad de la familia es de Boca y la otra mitad de River, " seguramente será por la influencia del Burrito Ortega, un dilecto hijo de este pueblo".
Apenas terminado en acto Macri, Morales y Blaquier abordaron un vehículo que los trasporto hasta el interior de la fábrica donde realizaron una recorrida por las instalaciones.
“Estoy acá para decirles que los escucho con el corazón y quiero que trabajemos juntos por esta Argentina que nos merecemos. Se terminó el abandono para Jujuy y para todo el norte argentino”, dijo Macri tras recorrer las instalaciones del complejo agroindustrial Ledesma.
En su discurso, Macri destacó la puesta en marcha del Plan Belgrano de “reparación histórica para todo el norte argentino”, que se propone “reparar y poner en marcha” toda la región.
“Estamos comprometidos a hacer obras que signifiquen alegrías y transformación, que dejen de ser sinónimo de corrupción y sean sinónimo de futuro”, sostuvo el mandatario y destacó como parte de los proyectos a implementar la autovía 9-34 que “conecte el norte entre sí y con el resto del país para cuidar la vida de todos los norteños”.
“Confío en ustedes. Sé que este sinceramiento de la economía ha sido una pesada carga para muchos pero créanme que cada medida impulsada es pensando en el futuro de ustedes”, resaltó el jefe de Estado.
Los constructores de obra pública corroboraron en las últimas semanas el dicho popular según el cual no hay peor cuña que la del mismo palo. Con el visto bueno del presidente Mauricio Macri, ingeniero civil de profesión, el secretario de esa cartera, Daniel Chaín -arquitecto que en el pasado integró la Cámara Argentina de la Construcción (CAC)-, dispuso reformas profundas en las licitaciones. Éstas van desde la eliminación de la venta de pliegos hasta la obligación para las empresas de presentar las ofertas en formato digital. Aunque quizá ninguno de los dos lo diga en voz alta, las modificaciones tienen como objetivo sobresaliente eliminar eventuales procesos de cartelización (y el pago de sobreprecios) en la obra pública, uno de los sectores más cuestionados en la relación habitual entre el Estado y las empresas privadas.
Como en casi todas las iniciativas que apuntan a fomentar la transparencia en la gestión pública, el uso de Internet es uno de los aliados. El Gobierno ahora pone los pliegos online para que cualquier compañía los baje y se presente a la compulsa sin tener que pagar por ellos.
En paralelo, les pide a las empresas que presenten sus ofertas en pendrives, CD o DVD para luego hacerlos públicos en las páginas web de los distintos organismos. El caso pardigmático será Aysa, la compañía que presta el servicio de agua potable y cloacas en la ciudad y varios municipios del Gran Buenos Aires.
Chaín puso en marcha la primera experiencia en el último verano en la licitación de una defensa costera en Concordia, una obra orientada a evitar parte de los desastres que causaron las últimas inundaciones en esa zona del país. El funcionario dice que obtuvo los resultados que buscaba: "En principio, bajamos los precios y se sumaron más oferentes que lo habitual", le comentó a LA NACION.
El Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, a cargo de Rogelio Frigerio, tiene un presupuesto para este año cercano a los $ 41.300 millones.
Una parte sustancial de esos fondos los manejará Chaín, que tiene entre sus responsabilidades no sólo la realización de obras públicas (una parte específica de las inversiones del Estado), sino también aumentar los servicios de agua y cloacas en todo el país, una de las mayores apuestas en términos de infraestructura que hizo el Gobierno.
En esa línea, espera iniciar proyectos por US$ 21.000 millones en los próximos cuatro años para tender 55.000 kilómetros de tubería para agua y otros 30.000 kilómetros para cloacas
Por ahora la Secretaría de Obras Públicas lidera el cambio de esquema en las licitaciones, pero es probable que se extienda a otras áreas del Estado, según les sugirió Macri a varios de sus funcionarios. También les pidió que sumaran en la nueva forma de adjudicar obras a las gobernaciones y los municipios.
La relación entre el Estado y sus contratistas está desde hace años envuelta en polémicas. La más ruidosa del último tiempo tiene que ver con los beneficios que les dio el kirchnerismo a las empresas de Lázaro Báez, el mayor constructor de rutas en Santa Cruz mientras Néstor y Cristina Kirchner ocuparon la Casa Rosada. Austral Construcciones, la nave insignia del empresario, tenía un trato preferencial no sólo al momento de la adjudicación, sino también en los tiempos de pago. Son todos temas que están siendo investigados por la Justicia.
Según los funcionarios que están a cargo de implementar los cambios en las licitaciones, el solo hecho de no poner al alcance de todos los pliegos por Internet le aportan una dosis de transparencia importante a todo el proceso.
Eso se debe a que con el sistema anterior era relativamente sencillo para una compañía constructora o consorcio saber quién había comprado pliegos y ensayar algún tipo de acercamiento mutuo para acordar precios, por ejemplo.
Ahora, en cambio, se puede bajar el formulario para licitar una obra sin dejar registro, por lo que no se puede saber quiénes son todos los competidores hasta que se abren las ofertas, que luego se hacen públicas.
Además, el hecho de que sea un proceso gratuito puede aumentar el interés de más empresas.
La obra pública no es el único rubro en el que el Gobierno intenta diferenciarse de su antecesor.
La semana pasada Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico, difundió en su página web quienes fueron los ganadores de dos licitaciones internacionales para la provisión de gasoil.
Cammesa, una empresa mixta, es la mayor favorecida con los subsidios del Estado y estuvo envuelta en acusaciones por sobreprecios y falta de transparencia en la compra de millonarios cargamentos de gasoil y fueloil que se trajeron para compensar la caída en la oferta local de gas, que se utilizaba para generar electricidad.
En parte, la difusión de esa información, que de ahora en adelante será pública, ocurrió en respuesta a una polémica que se había generado en la primera parte del año, cuando Shell, la empresa cuya filial en la Argentina presidía Juan José Aranguren (ahora ministro de Energía y Minería), se había quedado con al menos ocho cargamentos en una semana.
La transparencia en la gestión pública fue uno de los slogans de campaña de Macri, a tal punto que creó el Ministerio de Modernización, a cargo de Andrés Ibarra, para concretar esa promesa.
El secretario de Obras Públicas, Daniel Chaín, comenzó a implementar un nuevo método para transparentar las licitaciones.
Desde el verano, su cartera pone a disposición los pliegos online de manera gratuita y reclama que la presentación de ofertas se haga de manera digital.
Luego de abrir las ofertas, se ponen en Internet y son de acceso público, algo similar a lo que hace la ciudad de Buenos Aires.