Los descubrimientos de nuevas reservas de petróleo han caído a su nivel más bajo en más de 60 años, lo cual sugiere una potencial escasez de suministro en la próxima década. Las compañías de exploración de petróleo hallaron 2800 millones de barriles de crudo y líquidos relacionados el año pasado, según la consultora IHS.

Éste es el menor volumen anual que se registra desde 1954, lo que refleja la desaceleración en la actividad exploratoria en momentos en que las castigadas petroleras intentan ahorrar dinero. 

La mayor parte de las nuevas reservas se descubrieron en aguas profundas, donde toma en promedio siete años poner a producir los campos petrolíferos. Por lo tanto, la tasa decreciente del éxito exploratorio sugiere que habrá menor suministro a partir de mediados de la década de 2020. 

La tasa decreciente de descubrimientos no significa que el mundo se está quedando sin petróleo; en los últimos años la mayor parte del incremento de la producción mundial ha provenido de los yacimientos existentes, no de los nuevos hallazgos, según Wood Mackenzie, otra consultora.

Además, ha habido un predominio del gas, en lugar del petróleo, en los últimos descubrimientos. Y si la tasa de hallazgos de petróleo no mejora, provocará un déficit en el suministro global cercanoa 4,5 millones de barriles diarios para el año 2035, según Wood Mackenzie. 

Eso podría significar precios más altos del petróleo, y que el mundo dependa más de los campos petrolíferos en tierra. 

Paal Kibsgaard, CEO de Schlumberger, la mayor compañía de servicios petroleros del mundo, dijo a los analistas el mes pasado: "‘Los recortes en las inversiones en exploración y producción son tan serios que únicamente pueden traer como consecuencia la disminución de la producción y el consiguiente aumento del precio del petróleo". 

La caída de los precios del petróleo y el gas desde el verano boreal de 2014 forzó los recortes de gastos en toda la industria. La exploración es especialmente vulnerable porque no ofrece resultados a corto plazo. 

La inversión de la industria en exploración y evaluación de nuevas reservas se reducirá de u$s 95.000 millones en 2014 a un estimado de u$s 41.000 millones este año, y es probable que vuelva a bajar el próximo año, según Wood Mackenzie.