Un nuevo producto financiero saldrá hoy a la calle, de la mano de la licitación que efectuará el Tesoro nacional. Se trata de Letras en dólares, que en esta primera etapa se colocarán a plazos cortos, de tres a seis meses. El mayor atractivo de este instrumento es que tendrá dos alternativas de suscripción: en dólar billete o en pesos al tipo de cambio mayorista, que ayer se ubicaba en $ 14,21. Finalizado el período del título, el Gobierno les devolverá a los ahorristas dólares, aun cuando la inversión inicial se haya realizado en moneda local.
Aunque recién se definirá hoy, la tasa de interés de este producto rondaría entre el 3,5% y el 4% anual, sustancialmente más alta que un plazo fijo en dólares, cuyas tasas no superan el 1% anual. Esta novedosa Letra persigue, por ende, dos objetivos: captar los dólares que están en el colchón, ya que el rendimiento es lo suficientemente atractivo, pero también conseguir financiamiento en pesos (es lo que precisa el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, en este momento para hacer frente al déficit fiscal) y luego utilizar dólares para pagar. Aunque parezca insólito, al Gobierno hoy le faltan pesos (ya que está limitada la posibilidad de financiarse a través del Central), pero transitoriamente le sobran dólares.
Habría licitaciones quincenales de este instrumento y en la medida en que haya aceptación del público; la idea es ir alargando la curva de rendimientos. Una de las grandes ventajas es que el inversor minorista podrá suscribir al dólar que surge de la cotización mayorista, que se difunde diariamente a través de la denominada Comunicación "A" 3.500. "Es muy interesante este instrumento no sólo por la tasa, sino porque además el pequeño inversor puede comprar dólares al mismo precio al que accede una gran empresa, por ejemplo, una importadora", explicó el tesorero de un banco extranjero. La punta vendedora para la compra de divisas que ofrecen los bancos se ubica actualmente por encima de $ 14,50.
El último antecedente de una Letra en dólares de estas características no es precisamente feliz. Hay que remitirse a las Letes que lanzó el Gobierno de Fernando de la Rúa meses antes de la caída de la Convertibilidad. Aquellos títulos en dólares, que tenían una tasa del 7% anual, entraron en default.
Las nuevas Letras de Tesorería podrán suscribirse directamente desde una caja de ahorro en pesos, lo cual también significa una gran ventaja para los inversores. En ese caso, la transacción no tiene costo alguno, mientras que si se hace a través de una sociedad de Bolsa, la entidad podría cobrar alguna comisión.
Los títulos de corto plazo funcionarán, de esta forma, como otros bonos dolarizados del mercado, que se pueden suscribir en pesos y luego el inversor cobra dólares billete, que serán depositados en su cuenta. La iniciativa tuvo poca difusión, por lo que probablemente la suscripción sea escasa en esta oportunidad, pero la idea es darle más visibilidad y explicar con mayor detalle el funcionamiento para los inversores minoristas.
El Central, por su parte, dejaría de emitir Lebac en dólares, por lo que será directamente el Tesoro el encargado de capturar parte de los dólares que permanecen en el colchón y buscan mayor rentabilidad. Indirectamente, se busca que los pesos que quedan ociosos en vez de comprar divisas terminen suscribiendo estos títulos, amortiguando la volatilidad del tipo de cambio.
Junto a los títulos en dólares el Tesoro realizará hoy la tradicional emisión de Bonac en pesos, que ajustan por tasa Lebac (plazo fijo mayorista) más algunos puntos de tasa (ver aparte). También se busca cubrir las necesidades de fondos para no recurrir exageradamente a los pesos del Central, que sólo tiene previsto emitir $ 160.000 millones a lo largo del año.
La Secretaría de Finanzas saldrá también hoy a la búsqueda de fondos excedentes en la plaza local con el fin de afrontar el próximo vencimiento de un Bonac el lunes por más de $ 22.000 millones. Para ello licitará otra emisión de Bonac 2017, que se ajustará según la tasa de las Lebac a 90 días, que pagará intereses trimestralmente y se cancela íntegra al vencimiento. El monto mínimo para participar es de $ 1.000 para que puedan entrar los pequeños ahorristas que deberán cancelar el pago en pesos. Hacienda podría emitir unos $ 12.500 millones en esta nueva emisión de Bonac.
De esta manera, el Palacio de Hacienda recurre ahora al mercado doméstico para cubrir las necesidades de financiamiento y así afrontar los vencimientos de deuda pública, luego de la importante colocación realizada en los mercados externos para cerrar el tema buitres.
El Bonac 2017 es un título en pesos con vencimiento a un año y sale ahora a competir con las Lebac del BCRA por lo que, por un lado, le facilitaría la tarea al ente monetario, que cada semana debe enfrentar millonarios vencimientos de Lebac ofreciendo tasas por encima del 37%. Claro que por otro lado para los analistas se trata de otro mecanismo de presión para que Federico Sturzenegger acelere la baja de las tasas de las Lebac. Porque si Hacienda logra captar fondos a menores tasas que el BCRA será toda una señal para el directorio del ente monetario y sobre todo para el Gobierno puertas adentro. Cabe destacar que el stock de Lebac ya se acerca a los $ 500.000 millones.
La semana pasada, el secretario de Finanzas, Nicolás Caputo, se reunió con los principales operadores de la plaza local para analizar las perspectivas de las nuevas colocaciones. Según manifestaron algunos participantes del encuentro, consideraron interesante disponer de un bono como opción frente a las Lebac.
Desde el punto de vista de los inversores, el Bonac 2017 implica posicionarse a un año en pesos, por lo que la tasa deberá ser atractiva, más allá de las especulaciones sobre que el BCRA ya comenzó un proceso gradual de baja de rendimientos de las Lebac. Sólo la señal de que la inflación está cediendo seriamente posiciones o que las expectativas futuras reflejen que el mercado se ha convencido de que la tasa de aumento de los precios domésticos se ubicará dentro de las metas aspiracionales del BCRA en el segundo semestre podría alentar a ir por estos títulos apenas por debajo de los rendimientos de las Lebac.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) estableció esta tarde que las operaciones con Letras y Notas del Banco Central (Lebac y Nobac) no están alcanzadas por los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales, tanto para personas físicas como sucesiones indivisas.
"La normativa vigente establece que, para personas físicas, tanto la tenencia como el rendimiento de los títulos públicos, están exentos del pago de Ganancias y Bienes Personales", aclaró la entidad.
"Las Lebac y Nobac son instrumentos de regulación monetaria emitidos por el Banco Central (BCRA)", agregó.
A fines de abril, la Gerencia Principal de Estudios Jurídicos del Banco Central (BCRA) estableció que las letras Lebac, el vehículo de inversión en boga por su rendimiento del 37,5% anual a 35 días, no son títulos públicos, los que están exentos del pago del Impuesto a las Ganancias y el Impuesto a los Bienes Personales.
El martes el Central aplicó una baja simbólica de 50 puntos y dio así inicio al reclamado proceso de reducción de tasas.