Los últimos días de abril se han caracterizado por una actividad significativa en el mercado de metales preciosos. El costo de una onza de oro superó el límite psicológico de 1.250 dólares y sigue creciendo. En total, desde el comienzo del año el oro se ha encarecido un 20%, plantea RT con información de 'Ridus'.
Expertos en bolsa sostienen que la tendencia de crecimiento continuará en el futuro. El director de la compañía inversionista DoubleLine Capital, Jeffrey Sherman, espera que se lleguen a pagar 1.400 dólares por onza troy de oro para finales de este año.
El crecimiento actual se desarrolla en el contexto de una tendencia general alcista, ya que desde el comienzo de la década de los 2000 el oro ha más que triplicado su precio.
Entre otras cosas, el encarecimiento del oro se explica por los débiles indicadores macroeconómicos de EE.UU. Según opinan los expertos, una tasa de crecimiento modesta del PIB de Estados Unidos excluye la posibilidad de un crecimiento rápido de las tasas de interés de la Reserva Federal de EE.UU. Esta situación no favorece al dólar, de manera que los inversores optan por reasegurar sus capitales con oro.
Además, el estancamiento que experimenta la economía global amenaza con convertirse en cualquier momento en una verdadera y profunda crisis. En esa situación, prácticamente la única manera de salvar las inversiones es reconvertirlas de 'papel' a metal.
Otro factor importante que influye sobre los altos precios de oro son las supuestas manipulaciones con metal por parte de los bancos y las estructuras financieras estatales. Eso provoca el crecimiento de la demanda para el metal en forma de monedas y barras.
La demanda del metal está creciendo debido a que es un instrumento para contener la inflación, recuerda William Rhind, director ejecutivo de World Gold Trust Services. Pero para el analista Richard Lourie la situación es mucho más complicada. La compra de oro, por ejemplo, por parte de Rusia podría formar parte de una estrategia diseñada para "romper el monopolio del dólar", comenta.
"Una Rusia que parece ahora estar en guerra de divisas con EE.UU. puede crear una alianza deseada con China para instaurar un sistema financiero internacional alternativo que no se base en el dólar o no lo use", sostiene el analista Louis Cammarosano.