La minería posee un alto potencial de eficiencia energética e hídrica, con un consumo total de un 37 por ciento de la energía y de un 5 del agua en términos generales. En este escenario, Fundación Chile, con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) de la Región de Arica y Parinacota, propuso una nueva innovación para el sector. El foco del proyecto fue la creación de una tecnología para optimizar los recursos en el proceso de la lixiviación del cobre y con ello, aumentar la productividad del proceso.
El proyecto piloteó el desarrollo de cobertores térmicos para piscinas de cobre que permiten la estabilidad de la temperatura y evitan la evaporación del agua, por lo que se reduce el consumo de combustible en el proceso. Además, la tecnología captura la energía solar debido a la transmitancia del cobertor y la incorpora en el sistema, logrando un mayor aprovechamiento de la energía en el proceso.
Gracias a las características de los cobertores, se consigue un aumento de temperatura de las soluciones de hasta 2 °C lo que se traduce en un ahorro de un 80 por ciento de agua y de hasta un 15 de combustibles fósiles. En cuanto a la evaluación técnico-económica, el estudio arrojó que la inversión de implementar la tecnología en una faena se pagaría en un año como máximo.
“Con la incorporación de energías renovables no convencionales y el consumo eficiente de los recursos disponibles en la región, la iniciativa contribuye al desarrollo limpio de la minería en el país con simpleza y efectividad. Los resultados dan cuenta del potencial que existe en el desarrollo de tecnologías mineras, que toman relevancia en un contexto de crisis del cobre” explicó la jefe de proyecto de sustentabilidad de Fundación Chile, Paola Matus.
En un principio, el proyecto identificó las oportunidades de eficiencia energética a través de un mapa de su demanda para luego desarrollar la tecnología y un modelo matemático. “Fue una gran oportunidad para transferir el conocimiento que se hemos generado en el Cluster Minero a las empresas pequeñas y medianas del sector y contribuir a su competitividad” agregó la experta de Fundación Chile.
La iniciativa tuvo una duración de dos años y contó con el apoyo de la de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). En la actualidad, la tecnología se encuentra en su proceso de patentamiento.