El crudo barato derribó las ganancias del primer trimestre de las petroleras estadounidenses, que ya recortaron inversiones, empleos y pozos activos debido a la caída del valor del oro negro, informó AFP.
Chevron se convirtió el viernes en la nueva petrolera que entró en terreno rojo debido a los menores precios al registrar una pérdida de 725 millones de dólares en el trimestre terminado el 31 de marzo.
La segunda mayor petrolera estadounidense prometió ajustar aún más su cinturón después de haber recortado un 25% sus gastos respecto al mismo trimestre del año pasado, dijo el presidente ejecutivo de Chevron, John Watson. "Seguiremos reduciendo nuestra estructura de costes", dijo Waltson, "para ajustarla a los futuros niveles de actividad".
ExxonMobil, que por primera vez en su historia perdió la mejor calificación posible de su deuda, consiguió ganar 1.800 millones de dólares. Empero, la ganancia de ExxonMobil, la mayor petrolera estadounidense, fue un 63% menor a la del primer trimestre de 2015 y sufrió por una pérdida de 76 millones de dólares en su normalmente lucrativo negocio de exploración y explotación.
Ya antes, esta semana BP ConocoPhillips registraron pérdidas trimestrales, publicó AFP.
Los resultados reflejan la caída del valor del crudo de casi un 40% a menos de 30 dólares durante buena parte del primer trimestre.
Los precios comenzaron a subir a mediados de febrero, hasta situarse en torno a los 45 dólares el barril y eso despertó esperanzas de que el mercado haya tocado suelo.
"Probablemente este trimestre fue el suelo para los perfiles de las ganancias", dijo Nate Thooft, directivo de la firma John Hancock Asset Management. "Más avanzado el año, suponiendo que el crudo siga en su actual nivel de precios o por lo menos permanezca bastante estable, este habrá sido el peor trimestre de ganancias que hayamos visto", dijo.
Los resultados en exploración y producción fueron especialmente malos, pero también fueron malas las ganancias en la categoría refinación. En esa área, la ganancia de Chevron cayó casi un 50%, a 735 millones.
El petróleo barato normalmente favorece ganancias en refinación porque el crudo es esencial para elaborar gasolina. Pero ese efecto fue mitigado debido a la menor algunos productos petroleros, como fue el caso del aceite de calefacción, cuyo consumo mermó debido a un invierno inusualmente cálido.
ExxonMobil también fue impactada en su área de refinación, pero le fue bien en el sector químico, el cual le reportó ganancias de 1.400 millones de dólares. Chevron, en tanto, no opera en el sector químico.
Los bajos precios actuales del petróleo implican también pérdidas millonarias para Arabia Saudí. Aún más, la situación vigente empeoró la calificación del crédito de la superpotencia energética y la convirtió en un país emisor de deuda, lejos de su papel tradicional de acreedor.
Sin embargo, el reino árabe no está dispuesto a ceder ante los productores de crudo que tienen mayores costes de extracción. En la reciente reunión en Doha, entre la OPEP y los productores que no integran la organización, fueron los saudíes los que bloquearon el acuerdo sobre la congelación de la producción.
La excusa saudí para el bloqueo fue que Irán no iba a suscribir el acuerdo. El país persa, ni siquiera presente en las negociaciones, acaba de reanudar los suministros de crudo a Europa tras un largo período de embargo petrolero y comercial encabezado por EEUU como represalia por su programa nuclear.
Al socavar el acuerdo de congelación, el príncipe bin Salman espera no solo empujar las reformas económicas en su país, sino también debilitar a Irán, su principal rival en la región, según explica la revista británica.
La postura de Arabia Saudí contradice la práctica histórica del comportamiento del país.
"Durante muchos años se nos dijo que la política petrolera saudí se basaba únicamente en los intereses comerciales y económicos. Sin embargo, lo que ocurrió en Doha parece ser una flagrante presión geopolítica sobre Irán", subrayó Jason Bordon, experto del Centro de Política Energética Global, de la Universidad de Columbia.
Por otro lado, la congelación de la producción puede tener poco sentido por sí misma. Los bajos precios ya conllevaron a una disminución de la producción de petróleo por parte de varios productores mundiales como Kuwait y Venezuela, y ponen en riesgo la industria petrolera de Nigeria, según el medio británico.
Mientras tanto, EEUU —que vivió un verdadero auge de extracción de petróleo de esquisto o fracturación hidráulica— parece producir una ‘congelación' real. Es muy probable que este año haya más casos de quiebra entre los productores de petróleo de esquisto estadounidenses que en 2015, señala el medio. Este método de extracción de petróleo, más caro que el convencional, solo es rentable cuando el precio del crudo se mantiene alto.
Incluso las empresas que siguen extrayendo, acusan una falta de recursos para invertir en el mantenimiento de la producción. Como resultado, la producción estadounidense de petróleo de esquisto bajó 600.000 barriles por día en comparación con el período pico del año pasado.
Al fin y al cabo, resulta que los acontecimientos en EEUU ahora tienen un mayor impacto en los precios de petróleo que las maniobras políticas dentro de la OPEP, concluye el medio.