El Gobierno de Mauricio Macri intervino en la tensión entre la administración del cordobés Juan Schiaretti y la empresa Techint por los precios de los caños para gasoductos y la compra de parte de los insumos en China.
"Estamos hablando con Techint y con el Gobierno de Córdoba para que una parte se compre en la Argentina", aseguró el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, en el marco de su desembarco el miércoles en la Cámara de Diputados para brindar su primer informe de gestión.
En sintonía, los presidentes de los bloques de diputados nacionales de Cambiemos, el radical Mario Negri y Nicolás Massot (PRO) le pidieron "flexibilidad" a Schiaretti en pos de llegar a "un acuerdo" para no importar "todo el material de China".
Desde el Ejecutivo cordobés denuncian que la compañía de Paolo Rocca -productora de tubos sin costura- hace "lobby" para entrar en el negocio de la venta de caños, pese a sus precios "monopólicos" y muy superiores a los que se importarán desde el gigante asiático, y tras quedar afuera de la licitación internacional.
En esa línea, defienden la compulsa que derivó en el otorgamiento de la construcción de red de gasoductos troncales -con una inversión de $ 8.700 millones- a dos empresas argentinas que se presentaron asociadas a compañías y financiamiento de origen chino: Electroingeniería -junto con China Petroleum Pipeline Bureau- y IECSA (firma que comanda el arquitecto Angelo Calcaterra, primo-hermano de Macri), junto a China CommuniConstruction Company LTD. La tercera ganadora es la brasileña Odebrecht, que presentó financiamiento propio. Pero desde Techint cuestionan la compra de caños en China (como parte de las condiciones acordadas con las empresas asiáticas) y exigen defender la producción nacional, un planteo que fue respaldado luego por la Unión Industrial Argentina.
En las últimas horas, se sumó a la pulseada el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor(SMATA), que acusó a Techint de "pretender perjudicar a los cordobeses" al intentar "obligar al Gobierno de Córdoba, a comprar los caños para gasoductos a precios exorbitantes".
"Es por todos conocida la decisión de SMATA de defender la nacionalización de piezas", dijeron, pero remarcaron que están "en contra de los monopolios como el Grupo Techint, que encarece nuestros productos en más de 30% al vender la chapa para la industria argentina".
ENERNEWS/Cronista
La disputa entre el gobierno de Córdoba y empresarios nacionales, liderados por el grupo Techint, por el avance del proyecto del Gasoducto de Córdoba se recalentó esta semana, a partir de una carta que le envió la UIA al gobernador Juan Schiaretti, en la que plantea la "profunda preocupación por la potencial destrucción de empleo industrial argentino" que traerá la adjudicación del suministro de tubería y accesorios de origen chino para la obra, señaló El Cronista.
El gasoducto está preadjudicado a tres consorcios de empresas liderados por Iecsa, Electroingeniería y Odebrecht atado a financiamiento y abastecimiento de insumos del país asiático. Si bien todavía Córdoba no avanzó hacia la adjudicación final, la intención del gobierno provincial es acelerar el proceso.
El grupo liderado por Paolo Rocca realizó oportunamente gestiones con el gobierno nacional para intentar que medie y busque una solución, pero hasta ahora no hubo avances. Por un lado, el presidente Macri quiere evitar un conflicto con una de las provincias aliadas, que necesita avanzar con la obra, pero por el otro quieren evitar consecuencias negativas sobre el empleo. Desde la cartera productiva informaron que se está trabajando para que la mitad del aprovisionamiento de los insumos sea de carácter nacional para "cuidar el empleo".
La planta de Tenaris-Siderca de Campana, que produce tubos sin costura, tiene desde hace un año 2400 trabajadores en estado de suspensiones rotativas, por lo que este proyecto podría darles algo de aire en el actual contexto de merma de producción por la caída del precio del petróleo, publicó El Cronista.
Con la intermediación del gobierno nacional, Techint había acercado propuestas para reemplazar el financiamiento chino, pero no prosperaron. Resuelto el conflicto con los holdouts, el panorama que se abre en materia de crédito es otro, por lo que existe alguna expectativa favorable en este sentido. De todos modos, desde la administración de Córdoba salieron con los tapones de punta contra el grupo al plantear que "Techint no quiere competir y no quiere que se pongan en evidencia los precios que maneja en el mercado local", afirmó en recientes declaraciones el ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, Fabián López.
A su vez, su par de Industria, Roberto Avalle, afirmó que el grupo provee chapas a las industrias un 30% más caras que el precio internacional y reclamó "reestructurar los costos" en el país.
Es en este contexto que la UIA le envió la carta a Schiaretti, con copia a los ministros de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay; y de Producción, Francisco Cabrera, así como también a tres secretarios de la cartera productiva. "La industria argentina está en condiciones de preservar el empleo y proveer productos locales competitivos, siempre y cuando pueda actuar en un campo de juego nivelado", dice la misiva.
El paper hace alusión a que en la última década la situación comercial externa con China pasó de un "superávit acumulado entre 2002 y 2007 de u$s 5139 millones a un déficit entre 2008 y 2015 de u$s 30.690 millo nes".También recalca que ese país es el más denunciado del mundo por sus prácticas de dumping, particularmente en la industria siderúrgica.