El ministro de Energía, Juan José Aranguren, aclaró hoy su posición respecto de las licitaciones ganadas por la empresa Shell para la importación de gasoil por barcos al país.
La polémica estalló el fin de semana cuando el diario Perfil publicó una investigación que revelaba que Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico mayorista, adjudicó la contratación de ocho barcos de gasoil a la empresa de origen holandés. Sucede que Aranguren fue cabeza de la petrolera en el país hasta junio de 2015 y aún mantiene acciones en la firma por unos 13 millones de pesos
El ministro decidió contestarle a la investigación de Perfil y a un artículo publicado por LPO en relación a esa investigación.
“grande fue mi sorpresa al leer en la primera plana del diario Perfil: Shell se quedó con siete de ocho licitaciones, y todos miran a Aranguren y, posteriormente, en el sitio web La Política Online: Aranguren le dio siete de ocho licitaciones a Shell, empresa de la que es accionista”, dijo el ministro a través de un comunicado.
En el texto, Aranguren recuerda que se retiró de la empresa el 30 de junio de 2015 aunque reconoce que mantiene “un número de acciones del Royal Dutch Shell ltd recibidas durante el curso de mi vínculo laboral con el grupo”.
Pero, además, le solicita al Síndico General de la Nación que audite el proceso licitatorio seguido por Cammesa para abastecerse de gasoil y verifique si ha existido algún tipo de participación, directa o indirecta del ministro.
Cammesa invitó a 22 proveedores, de los cuales nueve mostraron interés y participaron de la licitación. Fueron BP, Cargill, Shell Western, Gunvor, Lukoil, Vitol, Noble, Glencore y Trafigura, según La Política Online.
La gran ganadora fue Shell Western, unidad de trading de la petrolera angloholandesa Royal Ducth Shell, que se quedó siete cargamentos. Mejoró así su performance respecto de 2015, cuando según fuentes del mercado había conseguido quedarse con unos cuatro.
Shell ofertó los mejores precios en la licitación que se definió el jueves pasado, mientras que el cargamento restante quedó en manos de la suiza Gunvor, según confirmaron fuentes privadas al tanto de la operación.