Cristian Navazo
El viernes, Miguel Galuccio dejará la conducción de YPF tras cuatro años en los que logró revitalizar una compañía que iba en franca decadencia tras la gestión de la española Repsol. Deja en marcha el primer desarrollo masivo de Vaca Muerta y abre un gran signo de interrogación en torno al futuro de la empresa más grande del país.
La buena relación con el presidente Mauricio Macri no fue suficiente para torcerle el brazo a las figuras que lo querían fuera de YPF. Ahora se buscará un CEO con menos poder y protagonismo en la política energética. El viernes, en la asamblea anual de accionistas, Miguel Ángel Gutiérrez, un hombre de las finanzas que hizo carrera en la JP Morgan, será el nuevo presidente. El puesto de gerente, que se desdoblará, se definiría el mes próximo. Hay un proceso de búsqueda internacional en marcha, que lleva adelante la consultora Egon Zehnder, que propondrá una terna de candidatos.
Galuccio deja YPF con los números en orden, pese a los cuestionamientos sobre el peso de la deuda de la compañía que sembró el ministro de Energía, Juan José Aranguren. La petrolera tiene un ratio de deuda inferior al de las principales petroleras del continente.
Para dejar constancia de su herencia, Galuccio acaba de recibir de la imprenta su "libro blanco", donde hace un balance detallado de su gestión. Por estos días, emplea varias a horas a realizar dedicatorias personalizadas a su equipo. El lunes dejó una copia en Loma Campana, durante su despedida con los empleados, donde se lo vio conmovido.
A poco de asumir, en 2012, el ingeniero entrerriano que llegaba con los pergaminos de ser uno de los hombres fuertes de la multinacional Schlumberger, presentó un plan agresivo para recuperar la producción de gas, que en ese entonces caía a razón de un 10% anual, y la extracción de crudo, que arrastraba un declino del orden del 5% anual. La recuperación de YPF se basaría en una fuerte apuesta a la exploración, la reinversión de utilidades y la habilidad de Galuccio de utilizar sus fluidos contactos internacionales para atraer socios con dinero fresco en un contexto adverso para la llegada de capitales al país.
En su plan de negocios 2013-2017, prometía incrementar un 29% la producción del crudo en los cinco años y un 23% la de gas.
Hoy YPF produce un 29% más de gas y un 11,54% más de crudo que en 2012. Si bien en los números influye la compra de algunos activos, el crecimiento está apalancado en las inversiones, que subieron un 150 por ciento, al pasar de los 2500 millones de dólares a los casi 6000 millones del año pasado. También se triplicó la cantidad de equipos hasta diciembre, cuando comenzó a menguar la actividad tras la caída del precio del petróleo.
En su plan 2013-2017, Galuccio esperaba sostener un 70 por ciento de las inversiones con la generación de la caja propia y el 30 por ciento con aporte de socios y toma de deuda. Para ello, firmó el acuerdo con Chevron, que significó el primer desarrollo masivo de Vaca Muerta, y cerró negocios en petróleo y gas no convencional con Dow Chemical, Petronas, Pampa Energía y con America Energy Partners.
El ratio de la deuda sobre EBITDA (utilidad antes de impuestos y amortizaciones), que está prevista en torno a los 1.50x, hoy llega a un monto inferior a 1.35x. Además se alcanzó un índice de recuperación de reservas del 107%, es decir que se repuso más de lo que se consumió.
Entre 2013 y el año pasado, la empresa invirtió 15 mil millones de dólares. El desembolso estuvo por debajo de las estimaciones del plan quinquenal, que proyectaba unos 37 mil millones de dólares hacia el total del periodo, por el impacto de la crisis que atraviesa la industria petrolera a nivel mundial. Este año YPF reducirá 25% sus inversiones tras la caída de las ganancias durante 2015.
Los tiempos políticos cambiaron, y Galuccio dejará el sillón de YPF. La transición fue desprolija pese a que oficialmente se edulcoró su salida. Hubo una nula comunicación entre el Ejecutivo nacional y la principal empresa del país. El ministro de Energía y accionista de Shell ha mostrado cierto desdén hacia la empresa nacional, y no se vislumbra una política clara en el gobierno nacional con respecto a su petrolera de bandera. Pese a ello, el gobernador Omar Gutiérrez asegura que Macri respalda el liderazgo de YPF en el mercado y en el desarrollo de Vaca Muerta.
El estilo de conducción de Galuccio, quien concentraba la suma del poder en la empresa y tenía una fuerte influencia en las políticas energéticas del Gobierno, no tiene lugar en el macrismo.
El directorio que asume
El viernes próximo asumirá Miguel Gutiérrez como presidente de YPF junto con el nuevo directorio. Aquí, un repaso por sus nombres:
Roberto Monti presidió la compañía estatal en 1998-99 y luego hasta 2000 fue vicepresidente ejecutivo de Exploración y Producción de Repsol YPF en la Argentina.
Noberto Bruno fue gerente de Desarrollo Internacional de YPF en 1983-88 y dirigió YPF Perú en 1998-2000, y hoy es ministro de Economía de Neuquén. Néstor Di Pierro ocupó cargos legislativos en Chubut y fue intendente de Comodoro Rivadavia en 2011-15.
Juan Donnini fue asesor de la comisión de Energía del Senado en 2012 y de la Subsecretaría de Planificación Económica en 2013, y director de YPF desde abril de 2015.
Enrique Vaquié fue ministro de Hacienda en Mendoza entre 1999 y 2011, luego, diputado nacional hasta 2015. Hoy es ministro de Economía de esa provincia.
Armando Isasmendi fue titular de la Entidad Reguladora de Servicios Públicos de Salta en 2008-13 y hoy preside la estatal provincial Recursos Mineros y Energéticos.
Carlos Felices fue gerente financiero de YPF en 2002, luego CEO de Telecom y presidente del directorio hasta 2008.
Daniel Montamat presidió YPF en 1987-89 y fue secretario de Energía en 1999-2000. Fue consultor de los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo.
Fabián Rodríguez Simón fue jefe de Gabinete del Ministerio de Ambiente porteño en 2007-09 y estuvo al frente de la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP).
Inés Leopoldo, de amplia experiencia en la industria de las telecomunicaciones, ocupó cargos en Telecom, La Nación, Terranetworks y Telefónica Argentina. Daniel Kokogian fue jefe de la Comisión Geológica de YPF hasta 1989 y luego, vicepresidente de Exploración y Desarrollo de Pioneer Natural Resources. Se desempeñó como director de Estrella Servicios Petroleros, de Compañía General de Combustibles y preside la consultora New Milestone.
Octavio Frigerio fue interventor de YPF en 1989. Desde 2000 preside una compañía familiar del sector agrícola.
Luis Domenech fue gerente financiero de Metrogas en 1993-2002 y luego, gerente general en 2002-04.
ENERNEWS/El Patagónico
El presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio, se despidió de los trabajadores en sendos viajes a las cuencas en las que la compañía tuvo una activa participación. Primero pasó por Plaza Huincul, en Neuquén, y luego por Comodoro Rivadavia para el saludo en la cuenca del Golfo San Jorge, señaló El Patagónico.
La recorrida fue ayer en el marco de su última semana como principal directivo de YPF, la empresa renacionalizada en 2012. El paso por Comodoro fue en la administración de YPF en el barrio General Mosconi, el mismo lugar donde en mayo de 2012 hizo su primera visita para conversar con los operarios.
De este modo, agradeció el esfuerzo a las personas de la empresa "el Mago" Galuccio, como le dicen en la industria por su experiencia en localización y puesta en producción de yacimientos, cualquiera sea el desafío. Vaca Muerta y el aumento de la producción en todas las cuencas están entre sus objetivos cumplidos.
Para Chubut, Galuccio alcanzó la extensión del contrato de las áreas Manantiales Behr, Campamento Central-Cañadón Perdido, El Trébol-Escalante, Restinga Alí y Sarmiento. La negociación fue con el anterior gobierno de Martín Buzzi y por 10 años más a partir de la finalización del contrato en 2017.
En El Trébol coordinó la perforación de un controvertido pozo con fracturación hidráulica y que hoy está en producción. De mismo modo, no pudo avanzar en Río Mayo donde el pozo La Greta está parado por un amparo ambiental que cuestiona esa técnica no convencional.
En la provincia de Neuquén, Galuccio se despidió de su proyecto más ambicioso: Loma Campana, el yacimiento que explota la roca Vaca Muerta. El mensaje que dejó allí fue que en los últimos cuatro años hubo una recuperación del "orgullo de sentirse ypefiano". La emoción lo superó y no pudo contener las lágrimas ante el aplauso de los asistentes.
Galuccio llegó a la empresa de la mano de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, cuyo gobierno impulsó el control estatal de YPF y el objetivo del autoabastecimiento de petróleo y gas. Con esa consigna, tuvo vía libre para llevar adelante distintos proyectos.
El viernes será la asamblea de accionistas de YPF que designará al reemplazante de "el Mago". El ex Telefónica, Miguel Gutiérrez, ocupará la presidencia, aunque no se descartaba seleccionar un CEO para la gestión operativa de la compañía con alguien de experiencia en el campo petrolero.
Argentino, ingeniero, con experiencia en petróleo, dispuesto a ganar un sueldo más bajo que la persona a quien debe reemplazar y disponible para iniciar su nuevo trabajo cuanto antes. Ésas son las condiciones que deberá cumplir el futuro gerente general de la petrolera estatal YPF, la empresa más grande del país, que reemplazará en esa función a Miguel Galuccio, quien comandó la compañía desde poco después de su estatización, en abril de 2012.
Según el cronograma que maneja el Gobierno, el sucesor de Galuccio debería estar definido entre mediados y fines de mayo. Ésa es la fecha que se acordó con la consultora Egon Zehnder, una compañía internacional cuyas oficinas locales maneja Marcelo Grimoldi, encargado de asesorar a empresas con respecto a la sucesión de CEO y alta gerencia. La firma dejó en el camino a competidores como Spencer Stuart y Korn Ferry. Y ya recibió la confianza de la administración de Mauricio Macri en otras ocasiones. Por ejemplo, acercó nombres para integrar Intercargo, la compañía que presta los servicios en tierra a Aerolíneas Argentinas, y la Operadora Ferroviaria, que gestiona el servicio de trenes urbanos del área metropolitana de Buenos Aires, entre otras cosas.
Egon Zehnder le entregará a la petrolera la denominada short list, que estará integrada por tres candidatos. El ministro de Energía, Juan José Aranguren, sugirió el nombre del suyo, que será sometido a análisis al igual que otras propuestas. Hasta ahora no trascendió quién es, aunque el funcionario lo tiene en mente desde antes incluso de que Mauricio Macri ganara las elecciones.
Más allá de sus preferencias, el Gobierno tiene entre sus objetivos darle institucionalidad al proceso, entre otras cosas por respeto a los derechos de los inversores privados en YPF (el Estado tiene el 51% de la compañía).
Parece más claro, en cambio, quiénes perdieron terreno entre los potenciales candidatos. Miguel Gutiérrez, ex presidente de Telefónica que ocupará el mismo cargo en la petrolera luego de que así lo determine la asamblea de accionistas que se realizará este viernes, es un especialista en cuestiones financieras. Llegó a ese lugar por decisión de Macri y con el visto bueno de los especialistas en negocios de la Jefatura de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
Desde la mirada del Gobierno, eso les cierre la puerta a los especialistas en números con aspiraciones a ocupar la gerencia general. Dos nombres quedaron relegados: el de Daniel González, actual CFO de la petrolera y de buena relación con Quintana (es director de Pegasus, el fondo de inversión que creó el ahora funcionario), y el de Javier Riello, ex CEO de la filial local de Total en la Argentina, que es contador. Este ejecutivo trabajó con Carlos Bulgheroni, dueño, junto a su hermano Alejandro de Bridas, la socia de la china Cnooc y BP en Pan American Energy, la segunda entre las mayores petroleras del país, detrás de YPF.
Algunas versiones indicaban que Bulgheroni recomendó a Riello para el cargo, algo que no fue confirmado por fuentes privadas ni oficiales. El dueño de Bridas se cruzó con Macri en el lobby de su hotel en Roma, cuando el Presidente fue a visitar al papa Francisco, algo que confirmó una fuente oficial. Allegados a Bulgheroni sostuvieron que se trató de un encuentro casual. Ambos negaron que hayan hablado sobre la sucesión de YPF.
Riello trabaja desde hace al menos dos años en Francia y fue mencionado con insistencia el año pasado y a principios de éste para reemplazar a Galuccio, quien no tuvo buena relación con Bulgheroni en su paso por YPF. En 2015, el ex Total levantó el teléfono y se comunicó con el todavía presidente y CEO de YPF para negarle las versiones que lo señalaban como su reemplazante.
La remuneración de Galuccio, así como la de su sucesor, permanece en secreto. LA NACION presentó el 25 de febrero una nota a la compañía en la que invocaba el decreto 1172, de acceso a la información pública, para conocer la cifra, pero no obtuvo hasta ahora respuesta.
El Gobierno parece estar de acuerdo con no informar el salario del empresario. Una fuente al tanto de las discusiones estimó que el silencio oficial se debe a una cláusula de confidencialidad que pesa sobre esa cifra. También aseguró que su sucesor cobrará mucho menos.
El ingreso del futuro gerente general de YPF se determinará tomando en consideración los salarios de posiciones similares en la región. Por ejemplo, hay estimaciones que sostienen que las compensaciones totales del CEO de la petrolera estatal colombiana Ecopetrol fueron de US$ 1,8 millones el año pasado.
La cartera de Energía, representante de las acciones del Estado en la empresa, comenzó a tomar algunas precauciones sobre el tema. La más importante: el futuro CEO no podría definir su salario, como ocurrió hasta el año pasado.
Hasta 2015, el comité de compensación y nominaciones, que define la remuneración de la alta gerencia y sugiere los reemplazantes en los principales cargos, estaba integrado por González, Fernando Dasso (vicepresidente de Recursos Humanos) y el propio Galuccio. Desde este año lo integran Galuccio y Dasso en compañía de Gutiérrez, Carlos Felices (uno de los directores designados por el Gobierno) y Fabián "Pepín" Rodríguez Simón (influyente en el círculo cercano a Macri). Es decir, en una votación sobre la futura conducción de la empresa y sus salarios, los leales a la Casa Rosada se impondrían por un voto. Aunque la cuenta es sencilla, fue hecha de manera expresa por Energía. Además, ese organismo cambiará luego de la asamblea de accionistas, cuando se incorporarán nuevos directores.