El Frente Renovador (FR) de Sergio Massa presentará un proyecto de ley que combina la promoción del empleo para jóvenes menores de 25 años y adultos mayores de 50 con beneficios impositivos a las pymes que mantengan su personal y, sobre todo, a las que contraten nuevos trabajadores, incluidos los beneficiarios de planes sociales.
Así, Massa busca repetir el esquema de representar una "oposición constructiva" frente a las posiciones del kirchnerismo, que alienta una ley para prohibir despidos, y el macrismo, que ya anticipó que la vetará.
El plan del massismo habilita a las pymes que mantengan el personal que tenían en noviembre de 2015 a descontar impuestos por el equivalente a un salario mínimo vital y móvil si tienen menos de 5 empleados, el equivalente a dos salarios mínimos si tienen hasta 25 empleados y tres, si tienen hasta 40.
Pero si incorporan nuevos trabajadores, podrán descontar otro salario mínimo vital y móvil por cada nuevo empleado. Y si ese trabajador tiene menos de 25 años o más de 50, podrán descontar un salario mínimo y medio. Si contratan a beneficiarios de planes sociales, les permite descontar los aportes.
Las pymes que cumplan alguna de estas condiciones, a su vez, serán beneficiadas con prioridad a la hora de tomar créditos productivos o presentarse como contratistas del Estado. Y podrán aplicar saldos de libre disponibilidad con la AFIP contra obligaciones previsionales.
"Esto es para las pymes, que generan el 90% del trabajo nacional. A las grandes empresas, el Gobierno ya las benefició con el dólar a futuro, la quita de retenciones y la devaluación", resumen en el FR.
Con el proyecto, Massa también espera apaciguar la interna que se generó dentro del propio FR, donde un sector apoya la prohibición de despidos y otro grupo cree que eso destruiría a las pymes.
Para mostrar que esa interna fue cerrada, Massa se mostró ayer en una autopartista en General Pacheco junto a cuatro miembros de su bloque: Graciela Camaño y Marco Lavagna y los dos referentes de las posiciones contrapuestas: el sindicalista Facundo Moyano y el industrial José Ignacio De Mendiguren.
Moyano, según pudo saber LA NACION, seguirá apoyando el dictamen que prohibe los despidos injustificados (él es autor de uno de los proyectos que se unificaron), pero respaldará la nueva iniciativa.
Antes de recorrer la fábrica, Massa reunió a los suyos para relajar tensiones: la discusión fue fuerte, reconocieron los testigos. Moyano dijo haberse sentido traicionado cuando De Mendiguren, desde la comisión de Industria, convocó a pymes que criticaron su proyecto.
"Massa nos escuchó y después bajó línea: al trabajo no se lo defiende prohibiendo despidos sino fomentando nuevos empleos", señaló De Mendiguren a LA NACION, para completar: "El otro problema es que el Gobierno quedó paralizado ante la avanzada kirchnerista por los despidos. Por eso amenazó con el veto".
En rigor, Cambiemos presentará un proyecto de empleo joven esta semana y lo que buscará el massismo es un programa más amplio (que incluya a mayores de 50 años y beneficiarios de planes) y con mayores incentivos para las pymes (que puedan descontar impuestos y no sólo aportes patronales).
El trazo político de la negociación con el macrismo comenzó el miércoles por la tarde, cuando el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el jefe del bloque Pro, Nicolás Massot, se reunieron con Massa en el despacho de Camaño. "Massa va a acompañar nuestro proyecto para salvar su propia interna y porque sabe que la prohibición de despidos no va a prosperar", señalaron en este sector de Pro, en eterna puja con el líder del Frente Renovador.
Más allá de estas cuitas, lo cierto es que ambas partes encomendaron a Lavagna y al macrista Luciano Laspina la tarea técnica de consensuar ambas iniciativas. "Los proyectos van en un mismo sentido. Trabajamos para llegar a la mejor ley que fomente el trabajo, porque las prohibiciones y cepos nunca funcionaron bien en este país", señaló Laspina a este diario. "Queremos integrar la problemática de los despidos con la situación de las pymes, que sufren el aumento de tarifas y la caída de ventas", completó Lavagna.