El ex ministro Julio De Vido está en la mira por supuestos sobreprecios y sobornos detrás de la importación de gas natural licuado (GNL). El juez federalClaudio Bonadio tiene a su cargo la causa central. Pero existe otro expediente. En diciembre, tras la investigación dePERFIL sobre el primer contrato de importación de gas, el juez federal Sergio Torres y el fiscalCarlos Rívolo quedaron a cargo de una nueva causa que se acota al período 2008, explicó Perfil.
En las últimas semanas, Bonadio dispuso una serie deallanamientos en el centro porteño para determinar las responsabilidades públicas y privadas de las importaciones entre 2009 y 2015, pero también sobre el caso de 2008. Uno de los requerimientos se realizó en las oficinas de Diligentia SA, una empresa del ex ministro menemista Roberto Dromi y su hijo Nicolás.
De Vido, su mano derecha Roberto Baratta, los Dromi y el entonces presidente de Enarsa, Exequiel Espinosa, manejaron el negocio energético hasta 2012, cuando fueron desplazados por el entonces ministro de Economía Axel Kicillof y la estatizada YPF. Esa última etapa también está siendo investigada por Bonadio
La clave en la investigación es el rol de las intermediarias, que cobraron comisiones millonarias que ahora los funcionarios deben explicar. El contrato original entre Enarsa yContrater Consulting que reveló PERFIL fue el primero, en agosto de 2008. Está plagado de irregularidades. Como documentación adicional, la empresa española adjuntó una carta de intención suscripta con la empresa rusa Severnaya Neft, proveedora del gas.
Aunque se trata de una compañía productora de petróleo y gas, Severnaya no está vinculada al negocio de GNL. En 2008, Rusia todavía no había realizado ninguna exportación de gas por barco porque no contaba con terminales licuefactoras del fluido.
La documentación de Severnaya Neft presentada a Enarsa lleva la firma de Kirill Naryshkin, supuesto director de exportación. No fue posible identificar al directivo en la plantilla actual de la empresa, y en la embajada de Rusia en Buenos Aires no contestaron las consultas de este medio. Existe, sí, un Kirill Naryshkin fácilmente ubicable en la rica historia zarista: fue el abuelo de Pedro el Grande, uno de los destacados integrantes de la dinastía Romanov que gobernó durante siglos a ese país.
La investigación de PERFIL sobre un giro de US$ 2,5 millones a una empresa ignota que “se perdió” en las cuentas de Enarsa durante la gestión del ex ministro Julio De Vido está basado en documentos oficiales, testimonios de funcionarios, empresarios y de uno de los hombres que participó en la maniobra.
Los documentos incluyen la orden de la empresa estatal para transferir al exterior esos fondos, la respuesta del entonces presidente de Enarsa, Exequiel Espinosa, a la intimación del Banco Central para que las autoridades expliquen dónde está el dinero, la factura que prueba que quedó en manos de laDySAN, de los Dromi, y el contrato firmado entre la firma española, Contrater Consulting, y Enarsa.
DOCUMENTO 1. El 21 de agosto de 2008, US$ 2,5 millones salieron de la cuenta N° 3540-0940147691-3 del Banco Macro, cuya titular es Energía Argentina SA (Enarsa), con destino a la cuenta N° 0142-0001178001201213 del Bank PYME de Barcelona a nombre de Contrater Consulting SL. Como entidad intermediaria operó el Wachovia Bank, con sede en Filadeldia (Estados Unidos). La transacción fue por un total de 7,59 millones de pesos que, al tipo de cambio oficial de ese día ($ 3,03), cubrieron los US$ 2,5 millones facturados por Contrater Consulting al Estado argentino, Perfil.
La firma tiene sede en Madrid y su única actividad declarada es la comercialización de hornos industriales. Jamás había intervenido como intermediaria en una operación internacional de Gas Natural Licuado (GNL) y se disolvió un mes después de recibir los fondos. Estaba al borde de la quiebra pero logró que funcionarios argentinos le autoricen un adelanto de US$ 2,5 millones pese a no tener ningún antecedente en el mercado energético local e internacional.
En los documentos oficiales a los que accedió PERFIL, consta la orden de transferencia, el monto indicado, el destino de los fondos y la autorización de Exequiel Espinosa, entonces titular de Enarsa y hombre de confianza del ex ministro Julio De Vido. Los US$ 2,5 millones que Enarsa transfirió a una cuenta en Barcelona a nombre de Contrater Consulting se giraron bajo el código 156 de la nomenclatura interna del Banco Central, previsto para las operaciones de “pago anticipado de importaciones de bienes FOB”, según consta en la solicitud de transferencia al exterior presentada por Enarsa al Macro
DOCUMENTO 2. La opacidad de la operación de Enarsa con la firma española Contrater Consulting provocó que el Banco Central (BCRA) inicie un sumario interno para conocer el destino final de esos fondos pagados por el Tesoro Nacional. El accionar de la autoridad monetaria deja en evidencia la existencia de múltiples irregularidades burocráticas en torno a la compra de GNL, un rubro que por sí sólo le costó al Estado más de US$ 15 mil millones en los últimos siete años. Concretamente, en 2010 autoridades del BCRA intimaron a Espinosa y Raúl Argañaraz -gerente financiero de Enarsa- a que recuperen el dinero transferido al Bank PYME de Barcelona. Sin embargo, por medio de una nota enviada en junio de 2010 al Banco Macro, los funcionarios admitieron su incapacidad para cumplir con su tarea.
La norma del Central otorga un plazo de 365 días a la empresa compradora –en este caso Enarsa- para que presente documentación complementaria que acredite que el producto adquirido arribó al país. El objetivo es claro: evitar que se fuguen del país millones de dólares declarados como un ‘pago anticipado’ o ‘prepago’ de una mercadería que luego no ingresa al país. La regulación del BCRA es clara: Enarsa tenía un año –hasta el 21 de agosto de 2009- para documentar el ingreso del cargamento de GNL facturado a Contrater Consulting.
La empresa estatal incumplió de manera incuestionable esa norma: a la fecha, es decir, casi ocho después de transferir US$ 2,5 millones a España, no logró probar la existencia del barco de GNL, conocido como Perla Negra en los pasillos de Enarsa en clara referencia al buque homónimo de la conocida zaga de películas producidas en Hollywood. Ni tampoco logró recuperar el dinero.
Para determinar las culpas de esa falta, el BCRA abrió en 2010 un sumario administrativo que aún permanece inconcluso. Fuentes de la autoridad monetaria explicaron como el proceso está vigente deben seguir el secreto de sumario que rige la investigación.
DOCUMENTO 3. La firma Contrater Consulting SL conduce directamente al ex ministro menemista Roberto Dromi y a su hijo Nicolás, titulares de DySAN y Diligentia SA. Según registros públicos de Madrid, la última actividad de Contrater data de septiembre de 2008, apenas un mes después de recibir el prepago de US$ 2,5 millones de Enarsa que está investigando la Justicia. PERFIL revela hoy la factura comercial que prueba que esos fondos terminaron en manos de una de las empresas de los Dromi. El 22 de septiembre de 2008,
Contrater firmó un convenio de cesión por el que transfirió a DySAN y Diligentia los derechos del contrato rubricado con Enarsa. Esa addenda fue luego ratificada el 15 de diciembre en un nuevo acuerdo entre Enarsa y las empresas de los Dromi que lleva las firmas de los funcionarios Exequiel Espinosa y Raúl Argañaraz, por entonces gerente financiero de Enarsa y otro nombre de estrecha relación con el ex ministro de Planificación.
El apoderado de Contrater dijo a PERFIL que en 2008 devolvió los US$ 2,5 millones por gestiones de los Dromi. Según la factura número 111, de 5 de mayo de 2009, la empresa DySAN le facturó a Enarsa esos fondos. La empresa dice que fue a cuenta de un cargamento de GNL que trajo al país en 2009. Pero el Banco Central sigue reclamando la devolución de esos fondos. Los Dromi admitieron a PERFIL que en enero de 2015 recibieron una intimación de Enarsa para poder cumplir con la exigencia del Central, pero ellos dicen que no tienen nada que ver con Contrater Consulting.
DOCUMENTO 4. PERFIL ya había revelado el contrato firmado en agosto de 2008 entre Enarsa y la firma española Contrater Consulting para la primera importación de GNL. El cargamento debía arribar a Buenos Aires a más tardar el 17 de septiembre, pero nunca completó su recorrido. Contrater Consulting fue contratada por la empresa estatal argentina para adquirir un buque metanero de gas desde Rusia. Para ese entonces no existía ninguna terminal de GNL operativa en ese país (la primera se inauguró un año más tarde).
El documento está redactado en inglés bajo el título “Sales and purchase contract Russian liquid natural gas”. Su difusión comenzó a dar entidad a las sospechas transmitidas en los últimos años desde usinas empresarialesy políticas en torno al presunto cobro de sobreprecios durante el proceso de importación de gas por barco. El convenio firmado con Contrater Consulting deja en evidencia que Enarsa contrató a una empresa ignota que no contaba con avales suficientes para operar como trader de GNL y le encomendó el aprovisionamiento de gas, una de las áreas más sensibles del manejo energético. Lloyd Babbel, presidente de Contrater Consulting, firmó como apoderado de la empresa. Babbel es de origen alemán y la información sobre él es prácticamente nula.
En la edición de hoy de Diario Perfil, el empresario da por primera vez su versión de los hechos y dice que el contrato que firmó fue parte de un “fraude”. La firma se disolvió un mes después de firmar el contrato. Babbel asegura que desde el principio, el contrato fue instrumentado por los Dromi. Los abogados argentinos, que tienen sus estudios también en Madrid, lo negaron ante la consulta de PERFIL.
El alemán Lloyd Babbelrecuerda como “un fraude” aquel contrato millonario que firmó en representación de la firmaContrater Consulting, de Madrid, con Enarsa, la empresa estatal de energía creada porNéstor Kirchner que funcionó bajo la órbita de Julio De Vido,Roberto Baratta y Exequiel Espinosa. El acuerdo comercial era para la provisión de gas natural licuado (GNL) proveniente de Rusia, en plena crisis energética.
Babbel cuenta en un español casi perfecto, vía telefónica, su versión de la historia que lo deja en el medio de un escándalo entre el gobierno kirchnerista, los empresarios Dromi y una empresa rusa. Afirma que recibió los US$ 2,5 millones que el Banco Central le reclama aEnarsa por este negocio y los transfirió a los Dromi.
Los empresarios argentinos dicen que ese dinero fue descontado a Enarsa en un cargamento futuro de gas que los Dromi trajeron en 2009 y que por lo tanto no deben nada.
El Banco Central sigue reclamando el destino de los fondos. “Esto fue un fraude”, dice el intermediario. Y agrega: “No existía la empresa en Rusia. Así que el contrato después no se cumplió. Nos contrataban para conseguir el gas y vendérselo a Enarsa como intermediario. El barco y el gas eran rusos. Pero el barco no existió, era todo mentira".
—La empresa rusa, Severnaya Neft, existe pero no exportaba GNL en ese momento. ¿Usted le pidió a la empresa rusa algún tipo de credenciales, constancias?
—Sí, estuvimos comprobando sus extractos bancarios que teníamos en un papel pero después resultó que era falso.
—Detrás de Severnaya hay una empresa rusa muy importante, Gazprom...
—Sí, esto es lo que dijeron entonces, pero ellos habían inventado todo eso.
—¿Lo denunció ante la Justicia?
—Con Rusia es imposible.
—¿Y cómo llegaron a ustedes?
—Los argentinos tenían un contacto en Barcelona y ese contacto llegó a mí a través de un contacto de Alemania, y entonces yo me comuniqué con la empresa Severnaya, de Rusia.
—Cuál era el trabajo que les pedía Enarsa?
—Nos decían que les compráramos a ellos y les vendiéramos a Enarsa. A cambio nos quedábamos con una comisión.
—¿Algún funcionario argentino o abogado les ayudó a hacer el contrato y contactarse con Enarsa?
—No, no, esto fue directo con Nicolás y Roberto, que creo que es el padre. Ellos dos miraban el contrato y me daban el visto bueno con algunos arreglos que se habían hecho y este contrato después fue firmado por los rusos.
—¿Quién redactó el contrato?
—No me acuerdo. Vino de parte de los rusos, pero fue corregido por los Dromi antes de que firmara yo con los rusos.
—Cuando el contrato se cae, ¿qué le dijeron los Dromi o Enarsa?
—Ellos no me dieron ninguna explicación porque la responsabilidad era de los rusos. Todos los papeles eran falsos. El que aparecía en el contrato como responsable no existía.
—¿Los abogados argentinos le reclamaron el adelanto que le había pagado Enarsa?
—Sí, correcto. Se presentaron otros dos abogados jóvenes en nombre de los Dromi y me enviaron a un notario, tuve que firmar un papel devolviéndoles el adelanto. Yo estuve en las oficinas en Madrid de Dromi & Asociados para la devolución del dinero. Pero nunca me reuní con ellos, fue por teléfono con Nicolás y Roberto Dromi.