Avanzar hacia una "Nueva SQM" fue el compromiso que asumió Juan Antonio Guzmán el 24 de abril del año pasado, cuando asumió la presidencia del directorio de SQM, en medio del escándalo por las denuncias sobre aportes políticos supuestamente efectuados usando boletas ideológicamente falsas. A exactos doce meses, hoy Guzmán anuncia su renuncia al directorio. Este martes participará en la última junta de accionistas, donde realizará un balance de una gestión desarrollada durante el periodo más difícil vivido por la empresa.
"Tratamos de hacer cosas de manera distinta y eso incluía principalmente enfrentar los problemas legales por todos conocidos con la mayor acuciosidad, no reparando en gastos y preocupándonos del clima interno. Por eso, me voy tranquilo de SQM, porque he cumplido con la misión. A partir de ahora, me dedicaré a mis propios emprendimientos".
-¿Por qué ahora?
Se hizo un trabajo razonablemente bueno. La compañía hoy está funcionando bien, superamos la crisis, lo cual no quiere decir que no queden las secuelas de la cosa legal, pero se hizo un proceso muy exhaustivo y transparente de investigación, utilizando uno de los mejores estudios de abogados de Estados Unidos que actuaron de forma totalmente independiente. Gran parte del trabajo ya se hizo.
-Si siente que venía haciendo un buen trabajo, ¿por qué no continuar?
Nosotros entendimos que este era un directorio de transición para enfrentar la crisis y, como hay un proceso de venta, es natural que uno tome una decisión de esta naturaleza. ¡Si todos tenemos otras cosas que hacer y este ha sido, además, un trabajo extraordinariamente difícil y demandante! Y una demostración de esta decisión de enfrentar la crisis por la compañía y sus personas, es que aquí no hubo un incentivo económico mayor. De hecho, yo pedí rebajar la remuneración del presidente a la mitad porque me parecía que era una forma de dar una señal a la compañía y al mercado.
-SQM sigue estando en el centro de las controversias y es considerada hoy casi como una mala palabra. ¿No le provoca eso frustración?
Sí (se queda pensando). La respuesta es sí. Pero uno tiene que aprender a vivir con las frustraciones. Se trata de una situación difícil, en que se produjeron acciones incorrectas. Entonces, lo primero que tuvimos que hacer fue cambiar la política que había, porque ¿quién conocía SQM antes del tema de las boletas? ¿Alguien tenía idea de que era una de las compañías internacionales más importantes de Chile? Yo diría que ni siquiera en el mundo político deben haber tenido mucho conocimiento. Por eso, la política comunicacional de la compañía ha sido muy distinta. Hoy tenemos una apertura. Fíjese que Soquimich en las localidades donde opera tiene un montón de actividades sociales, ¿pero eso quién lo sabe? Nadie se entera y hoy tenemos este estigma que la única forma de irlo borrando es de a poco y con la mayor apertura.
-¿Quizás hay que cambiarle el nombre a SQM?
Eso ya va a ser labor del próximo directorio. Yo soy de la opinión de que sería una decisión acertada.
-¿Cuál fue su sello en su paso por la empresa?
El trabajo en equipo. La gente estaba muy golpeada con lo que ocurrió y había que levantar el espíritu interno y eso se logró. Y, luego, debíamos reenfocar SQM a los negocios. Los primeros meses, la compañía estaba pendiente de los titulares en la prensa, de lo que podría llegar de los requerimientos de la fiscalía, pero ese no es el negocio de SQM. El objetivo se logró con éxito, porque la noticia de la incorporación del salar en Argentina, con el 50% de la propiedad, es bien importante.
-Hay quienes dicen que eso lo hicieron porque en Chile tienen problemas con la Corfo.
-No, en lo absoluto. Es una estrategia de una compañía internacional natural de ubicarse con las mejores posibilidades. Y nos invitaron a esto -la canadiense Lithium America's Corp.- por la capacidad tecnológica de SQM.
-¿Quién se integrará al directorio en su reemplazo?
-No lo sé ni me incumbe. Ese es el problema de los accionistas y yo no soy accionista. Pero hoy, dado que la compañía entró en un estado de ordenamiento y de normalidad, con los arrastres que todos conocen, tienen que buscarse personas que ojalá conozcan bien el negocio. Agréguese a lo anterior que hay un proceso de venta de una parte importante de la compañía que también es un elemento que hay que considerar: si usted compra una parte sustantiva de una compañía va a querer tener un directorio en que usted pueda haber votado y eso es muy probable que vaya a ocurrir.
-¿Cuál es su evaluación del curso que ha seguido el caso SQM?
No he seguido la parte judicial, excepto que ahora la compañía podría tener algún tipo de involucramiento de cohecho, pero para eso se tomarán las acciones que haya que seguir y se mantendrá el mismo criterio de tener los libros abiertos y enfrentar las cosas con la verdad.
-Se lo preguntaba porque en el intertanto han aparecido más nombres de empresas que hicieron aportes a políticos, pero ellas no han sido objeto de querellas.
Prefiero guardarme mi opinión. No ha habido aparentemente un trato igualitario ni para las empresas ni para las personas, pero quizá es un poco prematuro decir eso porque aún no se han terminado los procesos y algunas de las autoridades responsables de tomar estas acciones han dicho que todavía están estudiando.
-Usted fue quien tomó la decisión de encargar una auditoría al estudio de abogados Shearman & Sterling, de Estados Unidos. A su juicio, ¿cuál fue la conclusión más reveladora de ese informe?
Lo más importante es que hubo un análisis completísimo y que, habiéndose hecho esta investigación, no hay evidencias o pruebas de que se haya cometido alguna acción contra lo que establece la Foreign Corrupt Practices Act de Estados Unidos, que considera cohecho, soborno, lavado de dinero. Esa es la conclusión más importante.
-¿Usted también lo descarta?
Yo no soy abogado y tampoco he leído los 3,5 millones de mails , pero para eso contratamos una de las firmas que consideramos más importantes que dice eso, y yo le creo.
-¿Puede afirmar que en el período en estudio, entre 2008 y 2014, SQM no realizó acciones destinadas a conseguir decisiones favorables por parte de autoridades políticas?
Estoy en la compañía desde 2013 y afirmaciones como las que usted hace tienen que ser probadas. Aquí se hizo una investigación y no se han encontrado pruebas ni evidencias de lo que se ha dicho.
-¿Y cómo se entiende que sea eso lo que la fiscalía está investigando respecto del ex senador Pablo Longueira? ¿Puede afirmar que SQM no lo sobornó?
Del tema del cohecho estamos atentos a ver si nos involucran a SQM o no. Hoy no hay un involucramiento formal. Pero es un tema que a mí no me corresponde. Yo de los temas judiciales en curso prefiero no opinar, más aún cuando no soy especialista en temas legales. Lo que sí puedo señalarle es que la investigación interna encargada por nosotros determina que no existe evidencia de corrupción.
-¿Y cómo explica el intercambio de correos entre el ex senador y el ex gerente Patricio Contesse que ha conocido la prensa?
Estamos hablando de acciones de cinco o seis años antes de que yo entrara a la compañía, pero si usted me pregunta si un parlamentario puede pedir sugerencias respecto de ciertas acciones, creo que si la observación es buena en opinión del legislador, me parece bien. Además, uno tiene que confiar en la capacidad de los legisladores. Y la pregunta de fondo es si lo que se opinó es correcto, fue provechoso y tuvo sus frutos.
-Los tuvo, porque se transformó en ley....
Mire, en los tres años en que operó la ley especial para la reconstrucción pagamos 75 millones de dólares y los tres años anteriores, cuando no estaba esta ley, pagamos 29. O sea pagamos dos veces y media más, entonces juzgue la gente si fue o no conveniente. Desde el punto de vista de la empresa no hubo beneficio alguno.
-¿Está diciendo que dicha indicación, que le permitió a SQM acceder a los mismos beneficios tributarios de las mineras metálicas extranjeras, no favoreció los intereses de la compañía?
No, yo creo que no, porque era una disposición que corría para todas las empresas. Todavía no se ha hecho una ley especial para SQM.
"Todos sabemos que lo que se hizo no fue bueno"
-El informe norteamericano reveló un transversal mapa de aportes a la política, pero casi la mitad fue a dar a candidatos de la UDI. ¿A qué cree que se debió ese mayor financiamiento?
A que Contesse tenía más amigos en la UDI, eso es bastante simple ¿no?. Ahora, todos sabemos que lo que se hizo no fue bueno, que fue incorrecto. Y, por lo tanto, que haya sido Pedro, Juan y Diego o solo Juan igual es incorrecto.
-¿Cuánto dinero ya fue rectificado ante el SII por gastos no justificados?
Todas las rectificaciones las hicimos el 2015 y fueron del orden de los 15 millones de dólares. Las rectificaciones se hicieron de manera muy exhaustiva en orden a presentarle a Impuestos Internos todos aquellos pagos en los cuales se consideraba que no había el suficiente respaldo, lo que no quiere decir que fueran todos incorrectos. De hecho algunas rectificaciones fueron devueltas porque el SII consideraba que el respaldo estaba bien. La idea era ser lo más abiertos posible.
-¿Habrá más rectificaciones?
Yo entiendo que no hay más rectificaciones, el barrido que se ha hecho -para encontrar todo lo que se consideró que tenía que rectificarse-, se hizo. Acuérdese que esto está concentrado en Contesse, que no ha testificado.
-¿Puede asegurar que hechos como los que investiga la justicia no están ocurriendo hoy?
Puedo asegurarlo. Porque se han tomado medidas extraordinariamente rigurosas en materia de gobierno corporativo. Eso significa tener comités especializados en auditorías, reportes directos al directorio sin que pase por la gerencia, sistema de doble firma... Hoy nadie en la compañía puede autorizar ningún gasto por sí solo, que era el problema que tuvimos. Por eso me atrevo a ser tan enfático.
-¿No hay ninguna posibilidad entonces de que exista en SQM un Contesse dos?
No hay ninguna posibilidad de que se cometan hoy errores como los que se han conocido u otros. Además, yo y Patricio de Solminihac, el gerente general, somos también amantes de la austeridad y el ahorro.
-Usted como director enfrenta una sanción del SVS por no haber informado a tiempo al mercado respecto del monto de los pagos no justificados. Un año después, ¿piensa que pudieron hacer mejor las cosas?
Pienso que las cosas se hicieron con la debida prudencia, teniendo presente que el monto no era material.
Proceso de venta: "¡Esto va en serio!"
-¿Su salida, sumada a las de Hernán Büchi y de Wolf Von Appen, pueden ser interpretadas como el fin del ciclo de Julio Ponce al mando de SQM?
Cuando nosotros asumimos lo hicimos como una forma de contribuir a que la compañía retomara su rumbo normal, que se preocupara de los negocios, que se mejorara el clima interno, con una política de presentación pública de la compañía distinta. Por lo tanto, yo creo que es una secuencia natural.
-¿Influye en estas decisiones el actual proceso de venta?
Influye, por supuesto, que esté el proceso de venta que es conocido a través de hechos esenciales. Y si es o no es el fin o la continuación de la era de Ponce tendría que preguntárselo a él. No estoy involucrado en ese proceso; no me corresponde ni debo estar.
-¿Podría ser inminente la llegada de un nuevo controlador?
Yo creo que el proceso ha ido avanzando como se ha publicado.
-¿Julio Ponce quiere realmente desprenderse de una parte de la propiedad?
Todas las señales indican que sí.
-Se lo pregunto porque algunos podrían creer que esta operación es solo un saludo a la bandera...
Creo que nadie hace un saludo a la bandera con un proceso de contratación de un banco internacional, poner una persona a cargo como es Rafael Guilisasti ni tampoco mandar todo esto con información de hechos esenciales.... No, si usted me pregunta a mí, no me parece que esta operación sea un saludo a la bandera. ¡Esto va en serio!
-¿Usted cree que es importante para SQM que este proceso de venta se concrete?
Yo prefiero no especular. No se olviden también que se dice que Ponce es el dueño absoluto de esta compañía y la verdad es que las compañías de él tienen un 15%. Aquí, casi el 70% de los accionistas más los tenedores de deudas son extranjeros.
-Pero él es el controlador, el que finalmente toma las decisiones.
Quien toma la dirección de la compañía es el directorio, no Julio Ponce. Mire, este año Julio Ponce no ha incidido en ninguna decisión que ha tomado el directorio.
-¿Ninguna?
¡No pues, si no está en el directorio! Tanto es así, que una petición de un accionista de un dividendo extraordinario fue debatida largamente y terminó postergándose por la decisión del directorio en relación a su oportunidad y monto. Por lo tanto, no es que haya habido ahí una imposición ni tampoco un acatar un deseo, sino que realmente se evaluó lo que era más conveniente para la compañía.
-La justicia acaba de confirmar la sanción de US$ 66 millones a Ponce por el caso Cascadas. ¿Qué opinión tiene Ud. al respecto?
En SQM el tema Cascadas no existe, no es tema y no se conversa porque no tiene nada que ver con la compañía. Ese es un problema que tiene un accionista. Es como si un accionista tuviera un accidente y nosotros estuviéramos preocupados de lo que le está pasando.
-Pero Ponce no es cualquier accionista...
Aunque sea un accionista importante como Julio Ponce, no hay en el directorio de la compañía ninguna mención ni interés ni preocupación por lo que pasa en los intereses de Julio Ponce o de otro.Yo, de verdad, ni siquiera estoy enterado de ese tema.
-¿No es mejor para SQM que Ponce deje de ser su controlador?
No me corresponde opinar sobre eso. Lo importante es que los accionistas, primero, tengan una buena relación entre ellos. Que no hayan dificultades porque esas dificultades a veces se transfieren a los directorios. Este año no ha habido en los directorios de SQM ninguna decisión que no se haya tomado en forma unánime, y créame que eso ¡es harta gracia!