El Gobierno festejó el fin del default -que técnicamente se concretará el viernes cuando se realicen los pagos- tanto como lo festejaron los mercados. Un claro ejemplo fue la Bolsa de Comercio porteña, donde los papeles líderes escalaron 4,94%, en una rueda con fuertes alzas en el índice Merval, que quedó cerca de superar los 14.000 puntos, mientras los bonos soberanos operaron con mayoría de alzas. También subieron las acciones de empresas argentinas en Nueva York (ADRs). En este caso, las subas fueron superiores al 2% y llegaron hasta 5,89% en el caso de Telecom, señaló el Cronista.
Pero el optimismo hay que enmarcarlo. Si se toma en cuenta que la Argentina es un país que entró en cesación de pagos en 2001 y que hasta el momento no había regresado al mercado voluntario de deuda, pagar 7,62% a 30 años parece una buena tasa. Sin embargo, hay dos cuestiones a tener en cuenta. En primer lugar, cualquier país de América latina, salvo Venezuela, hoy se puede endeudar pagando casi la mitad de lo que pagó ayer la Argentina. Y en segundo lugar, y tal vez lo más importante, es para qué utilizará el endeudamiento el Gobierno (el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, dijo que utilizará u$s 9300 millones para pagarle a los holdouts y el resto para obra pública).
En definitiva, está bueno que le presten al país, pero tales préstamos deberían estar alineados con el crecimiento y no con la acumulación de deuda para cubrir el déficit público. Hay que recordar que la Argentina entró en default en 2001, luego de mantener durante una década un atraso cambiario que le costaba u$s 12.000 millones anuales de déficit y una deuda que le ahogaba cualquier posibilidad de crecimiento real de su economía. Durante el Gobierno de Néstor Kirchner se lograron los superávits gemelos, y en el segundo mandato de Cristina Kirchner, se perdieron los dos.
De todas formas, ahora, la tarea no parece fácil. Si bien está claro que gran parte de los problemas, como el de los holdouts, el actual Gobierno los heredó, el reacomodamiento de la economía que comenzó a realizar el presidente Mauricio Macri tiene un costo social importante, dónde la solución más rápida puede ser la suba del déficit vía subsidios, y no la baja como se prometió.
¿Por qué se puede llegar a esta situación? Se sabe que una devaluación, si bien puede impulsar la industria y el agro, y con el tiempo generar más trabajo por la sola razón de ser un país más barato y por ende más competitivo, en un principio genera una rebaja en el poder adquisitivo de los bienes y servicios de toda la población. Si a esta situación se suman despidos en el sector público, subas de tarifas y una inflación que supera el 30% anual, el combo a resolver es más que preocupante.
"Hubo demanda por 69 mil millones de dólares para el bono que va a emitir Argentina; tomamos 16500 millones de dólares a una tasa promedio de 7,14%. Es realmente la tasa más baja de la historia, y podríamos haber tomado hasta el doble de esa suma", sintetizó el titular del Palacio de Hacienda, Alfonso Prat Gayacompañado de su amigo y viceministro, Pedro Lacoste en conferencia de prensa.
Con la satisfacción de saber que él y su equipo lograron la tarea difícil de convencer a 220 holdouts que acepten una quita del 40% y haber conseguido la aprobación de la Justicia de los Estados Unidos, el ministro de Hacienda se siente en condiciones de afirmar que "concluyó la primera etapa" que comenzó con la liberación del cepo, las metas económicas y fiscales (que se vienen cumpliendo como señaló) y el fin del default.
LAS 10 FRASES DEL MINISTRO
Las ofertas por unos 68.600 mil millones de dólares es considerada "la mayor de la historia para un país emergente" siendo su origen las dos terceras partes de los inversores interesados de EEUU, una cuarta parte de países europeos, un 5% de Latinoamérica y un 5% de Medio Oriente totalizando unos 690 inversores.
Detalló que por el título a tres años colocó 2.750 millones de dólares con una tasa de 6,25 por ciento y por el bono a cinco años tomó 4.500 millones de dólares al 6,87 por ciento. Continuó que la deuda colocada a 10 años sumó 6.500 millones de dólares al 7,5 por ciento y a 30 años aceptó 2.750 millones de dólares con una tasa de cupón por un 7,62 por ciento.
El bono a 10 años fue por el que se recibió una mayor oferta, al totalizar 25.700 millones de dólares, seguido por el de 30 años con 17.900 millones de dólares, puntualizó. Los títulos a más corto plazo tuvieron ofertas por 10.500 millones de dólares y 14.500 millones de dólares, a tres y cinco años, respectivamente.
"Estamos esperando que aparezcan otros inversores que no estaban en Nueva York, pero para quienes la oferta está abierta", puntualizó el funcionario. Indicó que la oferta implica "el capital original más un 50%", por lo cual consideró: "El costo financiero que tuvo para la Argentina es de menos del 3 por ciento anual". En tanto, señaló: "Queda abierta la cuestión de los bonistas que entraron al canje y que hace dos años no cobran".
Asimismo, la tasa obtenida "es la más baja de la historia así como también la comisión fue más baja de la historia", explico Prat Gay al tiempo que recordó que la fijación del monto de la comisión fue establecida por el Congreso Nacional y fue incluido en la ley aunque la comisión establecida no debía superar 0,20%. "y la comisión fue del 0,18%", dijo no sin satisfacción.
Prat Gay comentó que él y su equipo venían observando un marcado interés en el exterior por Argentina. Es el retorno de Argentina (o como se dice en inglés Argentina is back) es sin duda la frase más comentada en el mundo. Prueba de ello fue que el equipo económico en estas semanas "entrevistó a 430 inversores".
Con esta emisión "Argentina deja definitivamente atrás el default" aunque técnicamente lo hará el viernes cuando se le pague a los tenedores en efectivo. Al respecto, Prat Gay enfatizó que, a pesar de las críticas, fue una buena estrategia el no pagarles con un bono a los holdouts. "Nos ahorramos 4 puntos de tasa o unos 3000 millones de dólares al emitir nosotros", explicó ya que los bonistas pedían una tasa del 11%. Cabe señalar que la tasa más alta que pagará Argentina será 7,62% por el bono a 30 años y se colocaron 2,75 mil millones de dólares.
"Nos decían que no íbamos a conseguir este dinero, que teníamos que pagar una tasa del 8,5% a 10 años y conseguimos financiarnos a una buena tasa promedio del 7,14% que igual vamos a seguir trabajando para bajarla", aseveró. Cabe recordar que YPF en su momento pagó una tasa del 8,5% en marzo para colocar un bono a diez años de plazo, o el 9,25% que hace un año pagó el exministro de Economía, Axel Kicillof, o el 16% que se le pago por préstamos a Venezuela.
Con la negociación lograda y la colocación del título "resolvemos el default del 2001 y el default del 2014", aseveró Prat Gay. Luego amplio el concepto al señalar: "Matamos tres pájaros de un tiro. Terminamos con el default del 2001, les pagamos a los tenedores de bonos a los que no les podemos pagar desde el 2014, y conseguimos recursos financieros para no hacer un ajuste fiscal".
El ministro explicó que las ofertas recibidas por un total 68.500 millones de dólares son: "cuatro veces más que el monto inicial a licitar", pero decidieron ser cautelosos a la hora de tomar dinero, porque la intención es "no restarle financiamiento a otros actores que quieren invertir en el país", como las provincias y los privados.
"Nosotros queremos el crédito para poder financiar los proyectos de infraestructura. Y queremos que este acceso al crédito le permita al sector privado mayor producción y mejor competitividad. Estos proyectos que maduran por 30 años, necesitan del insumo financiero", aseguró el ministro.
Del total conseguido -unos 16.500 millones de dólares - unos 9.300 millones tendrán como destino el pago de los juicios y los arreglos extrajudiciales de 220 tenedores de bonos "de todo tipo y color" que no entraron a los canjes del 2005 y 2010. Quedando más de "7.300 millones de dólares" que Prat Gay no precisó su destino. "Los utilizaremos para evitar caer en el ajuste fiscal que varios nos vienen pidiendo y para impulsar un programa de obras públicas" fue su escueta respuesta.
Ambito.com preguntó porqué razón a nivel local no había tanto interés en invertir como se observaba en el exterior. Prat Gay no eludió la respuesta al indicar que "sería injusto generalizar ya que hay muchos proyectos que están avanzando, creo que en algunos casos, la cuestión del default no era una excusa sino que era un impedimento real (para financiarse)".
Hizo referencia a la reunión que mantuvo el presidente Mauricio Macri este lunes con los empresarios en Olivos "les dijimos a los empresarios que además de que cuiden los empleos y que sean cuidados s con los precios, les dijimos que a partir de ahora no hay mas excusas", comentó para indicar que "nosotros hicimos la parte que teníamos que hacer y la posta pasa para aquellos que tienen la responsabilidad de invertir y toman riesgo".
Aunque y quizás conociendo el paño no negó que si "no lo hacen los empresarios locales, lo van a hacer los internacionales. Nunca vimos tanto interés por hacer inversiones directas, no como en los 90 cuando venían por un rato para hacer diferencia con un bono o con una acción, acá hay mucho interés por enterrar los recursos o en proyectos productivos", dijo Prat Gay.
En este marco es que anunció que "así como hicimos un road show para colocar este bono, vamos a hacer un road show para vender Argentina en proyectos concretos de inversión porque nos va a dar nuevos empleos y así acercarnos al objetivo de pobreza cero", aseveró el funcionario.
Sostuvo que la Argentina está en "el final de un camino tenebroso y en el inicio de un camino auspicioso", al cerrar el conflicto con los fondos buitre. Resaltó que la Argentina está "conectada al mundo con acceso al crédito" aunque aventuró que confía en que "esta sea la última colocación de deuda en el exterior de este año", dijo Prat Gay.
También indicó que la semana próxima dará a conocer el programa financiero para el 2016 que incluirá la colocación de nuevos bonos en el mercado local.
Si bien admitió que la colocación de los títulos por sí solo "no genera un efecto derrame sobre la economía, pero sirve de punto de partida, de sacar los obstáculos, para que se pueda volver a invertir, sean empresarios de adentro o del exterior", concluyó el ministro.