A propósito de la nota publicada ayer por este diario acerca de la promoción realizada por Casemi Argentina y las críticas de otras organizaciones, el dirigente empresario salteño Diego Pestaña envió a nuestra redacción esta opinión
DIEGO PESTAÑA*
En la minería argentina llegó la hora de construir desde la verdad y determinar con claridad el lugar que le corresponde a cada uno.
La Argentina se encuentra en un proceso de cambio con el cual, en líneas generales, estoy de acuerdo, y que aspira a dejar atrás, con coraje, doce años de populismo.
En lo que respecta a los proveedores mineros que trabajamos en el Interior y básicamente prestamos servicios, la política de desarrollo K fue un lamentable relato alejado de la realidad. Y que terminó generando únicamente pobreza, que sucedió.
Cuando se formaron las cámaras de proveedores provinciales, el otrora poderoso, indiscutible y soberbio ex secretario de minería Jorge Mayoral auspició, fomentó y con ello generó una cámara de proveedores mineros a la cual sus fundadores le dieron el nombre de CASEMI Argentina.
La intención primigenia de aquel invento era hacer que todas las cámaras provinciales aceptaran su autoridad y mandato. Pero no fue así, porque los proveedores y sus cámaras de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza no aceptamos dicha imposición, con lo que se le arruinó un gran negocio.
Al no funcionar la presión ejercida, Mayoral y sus socios buscaron hacer acuerdos con cámaras menores para atribuirse un nivel nacional. En muchos casos, comprando voluntades con subsidios, también generaron una política de homologaciones de proveedores y control de importaciones manejado por un grupo de malos empresarios que utilizaron este poder en connivencia con las autoridades del momento para extorsionar a las mineras y hacer pingues negocios particulares a cambio de destrabar regulaciones que ellos imponían.
Aquello es la historia. Pero en esta nueva etapa de la Argentina, donde queremos ser, como mínimo, un país normal y respetable se genera una nueva dinámica en las relaciones entre cámaras de proveedores, mineras. CAEM y gobierno, que será mucho más sana, federal y transparente. Para ello, las cámaras de proveedores se están organizando a nivel nacional a través de la Federación Argentina de Proveedores Mineros, habiendo definido como manejar las relaciones entre las cámaras.
La llamada CASEMI Argentina, que apareció invitando a empresas a Expomin de Chile, no representa los intereses, ni tiene el aval de las cámaras del Interior. Por lo que no puede nunca representar a la Argentina sino a proveedores de Buenos Aires, por lo cual debería y le exigimos el resto de las cámaras que cambie su nombre por el de una cámara de Buenos Aires. L os socios de esta cámara, si quieren trabajar en alguna provincia deberían adherirse a la cámara que corresponda.
Sería también loable que en lo posible, aunque ese es un asunto interno de esa cámara que cambie su conducción tan cuestionada por los manejos descriptos más arriba, por otras figuras más potables, acordes a los tiempos y los principios que deben regir este tipo de instituciones.
Las empresas proveedoras y las mineras que soportamos estos manejos apadrinados desde el Estado, vemos con desagrado que esta cámara se sigua atribuyendo un rol nacional, haciendo invitaciones a ferias y asumiendo un rol que nunca fue avalado por sus pares.
Hay un tiempo que ya pasó: su ex jefe, socio o mentor Jorge Mayoral ya no está. Se fue con su gobierno y sus manejos corruptos.
Si esto no es percibido por la actividad minera en su conjunto y se le da a cada uno el rol que le corresponde va a ser muy difícil mantener un diálogo constructivo y mirar hacia un futuro de progreso y desarrollo.
*Presidente de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (CAPEMISA)