Belén Fernández
En medio de una crisis política y social que sacude a Brasil pocos parecen acordarse de que en apenas cuatro meses la llama olímpica llegará al Maracaná en Río de Janeiro para celebrar la XXXI olimpíada que atrae a deportistas de todo el mundo.
A pesar de la cercanía y de la devaluación del real -que convierten al país vecino en un sitio más accesible para los argentinos- los turistas aún no han puesto el foco en Río de Janeiro. "Hay movimiento aunque esperamos que muchas de las consultas se concreten más cerca de la fecha de inicio, como ocurrió con el Mundial", explicó Carlos Gianni, presidente de Turicentro, que comercializa paquetes para las Olimpiadas de Río 2016. Los combos arrancan en los $ 50.000 (u$s 3.400) para tres días, incluyendo alojamiento, aéreo y tickets.
Según explicaron los agentes de viajes el principal problema será la capacidad hotelera de Río de Janeiro, ya que las plazas no alcanzan para un evento de tal envergadura. "Para conseguir precios accesibles los turistas van a tener que encontrar alojamientos en ciudades cercanas porque la mayoría de los hoteles en Río van a estar copados por las delegaciones de cada país", explicaron desde la agencia Despegar.
Los fantasmas del Mundial 2014 todavía están presentes. Durante su celebración decenas de protestas y manifestaciones se hicieron escuchar en las inmediaciones de los estadios. Muchos creen que la situación será aún peor el próximo agosto, quizás en pleno juicio de destitución de Dilma Rousseff.
"Hay muchas consultas, pero son pocos los que concretan. Los precios son muy elevados. Los hoteles aumentaron entre un 300 y un 400% sus precios en comparación con cualquier otra época del año", indicó Valentín Villafañe, de Buteler Viajes, que también comercializa el destino. Mientras, los vuelos sin escala durante las semanas que duran las Olimpiadas (del 3 al 21 de agosto) tienen un piso de $ 10.000.
Los agentes de viaje esperan que la situación política en Brasil mejore para que se convierta en un evento más atractivo para los turistas del mundo. "Creemos que una vez que comiencen los Juegos Olímpicos la gente va a tener ganas de venir y va a comprar el pasaje a último momento", concluyó otro agente consultado.