El desplome internacional de los precios del crudo le puso freno al incipiente despegue del desarrollo de Vaca Muerta. En ese contexto desfavorable, YPF y Chevron reducirán las inversiones este año en Loma Campana, el único proyecto de perforación masiva de shale oil en marcha fuera de Norteamérica, aunque los avances en la mejora de la productividad de los pozos y la aplicación de nuevas tecnologías mantienen el proyecto con vida.
Durante este año, las compañías planean realizar 60 pozos horizontales en el sector este del yacimiento. En 2015 se realizaron alrededor de 150, aunque la mayoría fueron verticales y, por ende, mucho menos extensos.
Fuentes de YPF informaron a Economía y Petróleo que en los últimos meses lograron importantes avances en la reducción de costos, un factor clave en el negocio de los no convencionales, junto con la mejora de la eficiencia en las operaciones.
El objetivo es llegar a fines de 2016 a perforar cada pozo horizontal por 10 millones de dólares. Para comparar, una perforación de ese tipo costó 17 millones de dólares en 2014, y hoy ronda los 13 millones.
Hasta el año pasado, el desarrollo de Loma Campana se concentró en el sector oeste del yacimiento con pozos verticales, que eran mucho más baratos (rondaban los 7 millones de dólares) pero que tenían una productividad más baja. Fuentes de la compañía nacional explicaron que la estrategia inicial se tomó por dos razones clave: porque lo permitía el gran espesor de Vaca Muerta, por un lado, y por la falta de experiencia en el país en la realización de horizontales, por otro.
Además, las primeras pruebas que intentaron replicar la experiencia estadounidense fracasaron. Sin embargo, hacia 2014, el pozo Soil-4 arrojó resultados alentadores. Y a fines del año pasado, YPF presentó en sociedad la perforación Loma Campana 992 (LLL992H), a la que consideró "superpozo" por su caudal de producción. Ese pozo abrió la puerta a la nueva era de desarrollo horizontal de Loma Campana.
En él se aplicó por primera vez en el país la técnica denominada Sliding Sleeve, que consiste en bajar camisas perforadas que se abren mediante bolitas químicas arrojadas desde la superficie, y que permiten la circulación de la inyección de agua y agente sostén sin necesidad de punzar. Con este avance tecnológico se acortaron los tiempos de operación y se logró una mayor eficiencia en la inyección de la arena que mantiene abierto los canales por donde fluyen los hidrocarburos.
Hoy ya no se realizan más pozos verticales en Loma Campana, y los seis equipos que quedan en el yacimiento (hubo 19 en el apogeo de la actividad) buscan que las perforaciones naveguen horizontalmente Vaca Muerta por tramos cada vez más extensos para incrementar las etapas de fractura, cuestión clave en la productividad de todo pozo no convencional. Se realizan hasta 35. En el último año lograron reducir más de 40 por ciento los costos de la estimulación hidráulica.
La última novedad que ensaya YPF en la árida estepa de Añelo es el sistema batch drilling, que consiste en la perforación en una misma locación de cuatro pozos en línea, con siete metros de separación entre cada boca. A diferencia de las perforaciones tradicionales, donde se realiza un pozo completo por vez, este procedimiento consiste en perforar un primer tramo de unos 500 metros, mover el equipo hacia la otra boca de pozo y –con el mismo lodo– perforar la primera etapa de 500 metros. La operación se replica con los demás pozos, para luego pasar a la segunda etapa del primer pozo y así sucesivamente.
La técnica permite ganar un mayor conocimiento del comportamiento de la roca y acelerar los tiempos. Los plazos de perforación en Vaca Muerta pasaron de 45 días a un promedio de 25.
"El desafío de es hacerlo de forma sostenida", indicó el gerente de No Convencionales de YPF, Pablo Bizzotto.
La compañía replicará el sistema batch drilling y el conocimiento que adquiera en Loma Campana en el yacimiento El Orejano, donde desarrolla shale gas en sociedad con Dow Chemical.
Además ha logrado obtener una buena productividad en los pozos de shale oil de La Amarga Chica, donde ya realizó una decena de perforaciones en conjunto con la malaya Petronas
Hoy, con un barril de petróleo a 67 dólares, el negocio de Vaca Muerta es marginal. La formación más célebre de la industria petrolera neuquina produce unos 50.000 barriles de petróleo equivalente por día, y se convirtió en una marca registrada a nivel mundial. Pese a que la coyuntura no ayuda, para YPF el desafío pasa por mantener el proyecto vivo de la mano de una mayor eficiencia y de la reducción de costos.
Esta ciudad sufre pero no tanto como Añelo la crisis del sector petrolero. Las compañías aplicaron preventivos de crisis para evitar despidos masivos y los trabajadores conservan sus puestos de empleo. Un reflejo es la actividad comercial que se mantiene firme pese a que depende de la inyección salarial del sector.
A diferencia de la capital de Vaca Muerta, Añelo, en Rincón se extrae hidrocarburos con técnicas convencionales, lo que ha permitido a las empresas manejarse con costos diferentes a los no convencionales.
Si bien las empresas aplicaron los denominados PPC –plan preventivo de crisis–, la mayoría de los operarios no perdió su trabajo como ocurre en Añelo, donde los mandaron a sus casas con suspensiones rotativas y, en el mejor de los casos, con sueldos de supervivencia.
Para bajar los costos salariales, las empresas intercalan trabajadores entre los yacimientos y otorgan una especie de franco forzado.
"Los muchachos están algunas semanas en su casa y luego regresan al campo, mientras que otras empresas se niegan a subirlos nuevamente a las áreas de explotación, pero estamos trabajando cada caso muy finito, muy de cerca para que haya despidos", aseguraron desde la sede local del gremio de los petroleros.
El intendente de Rincón de los Sauces y dirigente sindical del rubro, Marcelo Rucci, dijo que desde el gremio "nos estamos desangrando" para reacomodar a los trabajadores. "Estamos tapando agujeros, discutiendo con YPF todos los días para que no despida a nadie y en gran parte hemos logrado el objetivo de vivir una nueva crisis pero con los trabajadores dentro de las empresas. Es cierto que muchos cobran menos, pero también es cierto que a muchos no los alcanzó el PPC, por el trabajo de los delegados regionales del gremio", dijo Rucci a "Río Negro", un intendente que maneja una ciudad de 40.000 habitantes.
La contracara de Rincón es Añelo. El intendente Darío Díaz indicó que esa localidad no es "un pueblo fantasma" aunque reconoció que "la gran masa de trabajadores se fue a sus ciudades de origen".
"En Añelo tenemos 80 desocupados que son genuinos de esta ciudad, a los que intentaremos ayudar dándoles trabajo en la central térmica que en pocas semanas se comenzará a construir en la zona", indicó Díaz que la semana pasada participó de la inauguración de un centro comercial, el primero de Añelo.