El pase a la segunda vuelta de Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski garantiza de alguna forma la continuidad del modelo económico vigente hace más de 25 años, pero el triunfo de la izquierda en gran parte de las regiones mineras, deja un claro mensaje al próximo gobierno, que no solo enfrentaría precios bajos, sino más conflictividad social.
La candidata de izquierda, Verónika Mendoza, ganó en todas las regiones del sur a excepción de Arequipa, mientras que Gregorio Santos alcanzó la máxima votación en Cajamarca, todas zonas de gran potencial minero, pero que se muestran críticas con esta actividad.
El presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Carlos Gálvez, sin embargo, es más optimista y considera que la votación alcanzada por los candidatos que pasarán a segunda vuelta ratifica que la población desea que haya un gobierno que pueda rencaminar al Perú y confía en que se destrabarán muchos de estos proyectos en los próximos cinco años.
“Justamente por las agrupaciones que han salido favorecidas abrigo la esperanza que tengan el liderazgo, la mano eficaz para conducir el destino del país, con el apoyo del Congreso y la mayoría de votantes”, comentó.
La cartera de proyectos mineros del Ministerio de Energía y Minas (MEM) asciende a US$56,413 millones, de los cuales el 65% del monto estaría dirigido a las regiones donde triunfó la crítica al modelo económico y que en los últimos años han mostrado fuertes reticencias a la inversión en el sector extractivo.
Pero el representante del gremio empresarial percibe una gran voluntad política de los dos candidatos que disputarán la segunda vuelta electoral de impulsar esta cartera de proyectos, que podría inyectar dinamismo a la economía en los próximos años.
“Lo que hay que hacer es lograr las aprobaciones debidas y para eso hay que trabajar en ganar al aceptación social y hay que transmitir adecuadamente los mensajes, tanto las fuerzas política, el gobierno y las empresas. El potencial existe, los recursos están ahí”, anotó.
Sin embargo, el bajo precio de los metales es una de las principales limitantes para la inversión. Gálvez explica, que por ejemplo, con los actuales precios del cobre es preferible hacer una pausa en el impulso de nuevos proyecto y mejor consolidar los que ya están en marcha.
En cambio, la cartera aurífera, según el presidente del SNMPE, es la que debiera tener prioridad en los próximos cinco años, dado que la reducción de la oferta global y las menores reservas impulsarán el precio del oro y con ello la rentabilidad de estos proyectos.
“Tenemos cerca de US$ 56,000 millones en cartera, lo lógico es darle prioridad a aquellos proyectos que por los precios de mercado tengan sentido para ser desarrollados en el ciclo económico. Deben tener la primera prioridad los más fáciles de destrabar e incentivar a las empresas a desarrollarlos”, anotó.
El Banco Central de Reserva (BCR) prevé que la cartera de proyectos mineros viable para este y el próximo año asciende a US$ 7,044 millones, muy por debajo de lo observado en el pasado y ha proyectado una contracción de la inversión en este sector de 30% para el 2016.
Muy independientemente del candidato que logre llegar al gobierno, es claro que tendrá un entorno externo todavía complicado por los bajos precios de los metales y una tensión a nivel regional que podría seguir complicando el desarrollo de nuevos proyectos mineros.