La falta de respuestas por parte de un organismo nacional impidió que una empresa de energía solar se instale en Catamarca y genere más de 250 puestos de trabajo. La firma perjudicada es Solar Energy S.A. que tenía previsto instalarse en el departamento Santa María para proveer a CAMMESA de energía a través de la instalación de paneles solares. Sin embargo, la falta de respuestas por parte de la distribuidora mayorista, hizo que el proyecto quede al borde del naufragio.
El peregrinar de esta empresa comenzó a principios de 2012, cuando la firma presentó un proyecto al entonces Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido.
El proyecto consistía en la construcción de una planta de generación eléctrica alimentada por radiación solar, ubicada cerca del paraje Campo Arenal, en Santa María. La empresa debía construir y operar la planta para entregar la energía generada a CAMMESA. A su vez, la distribuidora se comprometía a pagar la energía entregada a un precio de U$S 240 por MWh.
Luego de conseguir todas las autorizaciones por parte de la provincia de Catamarca para la puesta en marcha del proyecto, la empresa firmó el contrato con CAMMESA en enero de 2015 para empezar la obra. Como plazo se estableció que el 21 de marzo de 2016 era la fecha tope para la puesta en marcha de la planta. En una primera etapa se realizarían trabajos de preparación de terreno, mientras que en la segunda se iba a comprar los insumos, generando cerca de 250 puestos de trabajo directos para la fase de construcción. Esta etapa tenía una inversión de U$S 60 millones por parte de un grupo inversor.
Sin embargo, el conflicto con los holdouts "secó” la disponibilidad de créditos para proyectos en Argentina, por lo que la firma solicitó una prórroga para el inicio de obras. CAMMESA concedió un plazo de 90 días. En ese ínterin se produjo una demora en la autorización por parte de la Dirección Provincial de Bosques Nativos por el desmonte del terreno, por lo que se pidió una nueva prórroga que CAMMESA nunca respondió. No obstante, conseguido el permiso se iniciaron las obras.
Ya en la etapa de compra de insumos, los inversores exigían la ratificación de CAMMESA del contrato, pero esto no se concretó. La empresa gestionó incansablemente reuniones con la distribuidora para avanzar, pero no tuvo ninguna respuesta. Ante esta situación, decidió esperar el cambio de gobierno pero tampoco tuvo soluciones.
Hasta la fecha, espera que desde el Ministerio de Energía o desde el nuevo directorio de CAMMESA le confirmen la continuidad del contrato. Sin embargo, la distribuidora solo le envió una nota indicando que el contrato estaba rescindido "por incumplimiento de plazos contractuales”.
No obstante, la empresa considera que el contrato sigue vigente porque nunca hubo una respuesta formal por parte de CAMMESA ante los pedidos de prórroga.