El Ministerio de Energía argentino transmitió hoy que el país necesita un "cambio radical" en su matriz energética para pasar de una producción basada en los combustibles fósiles a una apoyada en las energías renovables, durante la celebración del Foro Empresarial Argentina-España en Buenos Aires.
Ante empresarios españoles y representantes del Ejecutivo de Mariano Rajoy, el secretario de planeamiento energético estratégico del Ministerio de Energía y Minería de Argentina, Daniel Ángel Redondo, explicó que el Gobierno de Mauricio Macri proyecta que el país necesitará tener capacidad de generar un 25 % más de energía en los próximos 10 años.
Redondo expuso que actualmente un 80 % de la energía que produce el país procede del petróleo y del gas y que eso "tiene que cambiar radicalmente", introduciendo energías renovables, aunque no se dejará de lado tampoco el sector nuclear.
"Necesitamos incorporar más o menos 10.000 megavatios en energías renovables", recalcó el secretario, quien detalló que se apostará por la energía eólica en la Patagonia, solar en el norte y proyectos hidroeléctricos en todo el país, algunos de ellos a terminar antes de que se cumpla el fin del presente mandato.
Todo ello plantea "oportunidades de inversión en una economía mucho mejor, mucho más ordenada", agregó.
Para mejorar la capacidad energética de Argentina y diversificarla, el Gobierno de Macri planea abrir ya el próximo mes de mayo la "primera licitación, de muchas".
La inversión en energías renovables contará, además, con importantes incentivos fiscales que favorezcan el "interés en captar la inversión del sector privado", según indicó.
En ese sentido, destacó la importancia del foro de negocios hispano-argentino como una "oportunidad" para poder "hablar", tanto entre gobiernos como entre sectores empresariales, para mejorar la actual situación de precariedad.
"En el sector de energía sabíamos que las cosas estaban muy mal pero lo que encontramos es mucho peor", afirmó Redondo, antes de enumerar problemas como que Argentina haya pasado en diez años de ser un país exportador de petróleo y gas a ser importador, que las tarifas que pagaban los consumidores eran una décima parte del costo de producirla y que la infraestructura estaba obsoleta.
El ministro de Hacienda y Finanzas de Argentina, Alfonso Prat-Gay, resaltó hoy en la sesión de apertura del Foro Empresarial Argentina-España que la relación bilateral "histórica" con España supone un apoyo imprescindible para que otros países recuperen la confianza en el país austral.
"El empresario español conoce Argentina mejor que cualquier otro empresario extranjero" y "si ven al español movilizarse, las dudas sobre Argentina se van a disipar", remarcó el ministro en el foro, organizado en Buenos Aires por la Cámara Española de Comercio en Argentina y en cuya apertura participó el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo.
Es así que Prat-Gay señaló que la relación bilateral "histórica" entre Argentina y los "amigos españoles", a prueba de cualquier crisis supone un apoyo imprescindible para que otros países recuperen la confianza en el país austral.
"Les invito a que todos los buenos augurios que estamos recibiendo en este último tiempo los llevemos a la acción, porque si nos quedamos en augurios, a nosotros, no nos alcanza", inquirió el titular de Hacienda, quien aseguró que "este es el momento para apostar por Argentina".
Prat-Gay destacó el papel fundamental de las empresas, que espera que se sitúen como un motor en el crecimiento argentino, pues "ningún país arranca hacia el desarrollo sólo desde el sector público".
En este sentido hizo balance de los primeros meses de gestión y se refirió al paralelismo existente con la crisis española, asegurando que ambos ejecutivos han tenido que tomar "decisiones complejas" y a las que hay que dar "un tiempo de maduración".
En este sentido, Prat-Gay se refirió también a todos los puntos que están "tratando de ordenar" desde la asunción de Mauricio Macri como nuevo presidente del Gobierno argentino, el pasado 10 de diciembre, para "alisar el campo de juego y que vuelvan las inversiones".
Prat-Gay explicó que para "ordenar el desorden" era necesario "ordenar los precios relativos totalmente desaliñados con la realidad", también el tipo de cambio "muy poco competitivo" para -por ejemplo- dejar de "ahogar" a la industria agropecuaria, una de las principales del país austral.
El ministro también habló de corrupción y resaltó que "el Estado no va a ser bobo y se va a dejar cooptar. Va a ser un Estado que va a mantener las reglas de juego" para que vuelvan "la inversión propia y la extranjera".
Todo ello, con la mirada puesta "en los más expuestos, que son los que menos tienen" por lo que según manifiesta no pueden ser más agresivos en la reducción del déficit" ya que implicaría ser más dañinos también con a quienes hoy quieren defender.
"Con la devolución del IVA, el bono fin de año, con las asignaciones familiares, etc. Todo representa un incremento del poder adquisitivo de los más vulnerables que supera cualquier impacto por incremento transitorio de los precios", añadió Prat-Gay.
La reducción de los impuestos al salario fueron otro de los puntos que recordó el titular de Hacienda, así como el aumento tarifario que ha afectado recientemente al transporte, la luz o el gas, entre otros, y que señala "es el último".
"Después de abril no va a haber otras razones puntuales que disparen los índices de precios", agregó recalcando que todas son medidas explicadas "con mucha claridad" en campaña.
En materia de relaciones exteriores asegura que es el momento de "restablecer" unas relaciones "normales y adultas con el resto del mundo", y eso pasa por "pagar lo que se tenga que pagar", en alusión directa a la deuda con los conocidos como fondos buitre en mora desde 2001.
"Un Gobierno no creíble no atrae la inversión", apostilló Prat-Gay, quien consideró que "el retorno del crédito le va a permitir a empresas argentinas volver a captar crédito a tasas normales".
Entre los principales desafíos, el ministro vuelve a pensar en su socio español para crear, a imagen y semejanza del proyecto Marca España para lograr "tener una Marca Argentina", algo en lo que ya están trabajando y que permitirá "convencer al mundo -y a uno mismo- del potencial que tenemos", añadió.
A este foro empresarial acudirán también la canciller, Susana Malcorra, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el ministro de Modernización, Andrés Ibarra.
García-Margallo y directivos de Santander, BBVA, Gas Natural, Iberia y OHL, entre otras, acuden a Buenos Aires para explorar posibilidades de inversión en el país.
Cuando explicaba las razones de la expropiación de YPF, de la que el próximo día 16 se cumplirán cuatro años, Cristina Fernández de Kirchner comparó una gráfica descendente de las reservas de petróleo de Argentina con "la trompa de un elefante". Pocos días atrás, Juan Carlos I había sufrido un accidente cuando participaba en una cacería de elefantes en Botsuana. El recochineo de la entonces presidenta argentina, exhibido además en unas circunstancias de alta tensión diplomática tras su decisión de quedarse con la filial de Repsol, dejaba muy claro cómo estaban las relaciones entre España y el país austral.
Han cambiado algunas cosas desde entonces. La más importante, la jefatura de Gobierno en Argentina, que ahora ocupa Mauricio Macri, un político de ideas liberales, dentro de lo liberal que uno puede ser en un país donde el peronismo de izquierdas es casi una religión, y donde el kirchnerismo ha gobernado durante doce años. Macri quiere fomentar las inversiones extranjeras para dinamizar una economía muy dependiente del Estado. Este es el contexto del viaje de la delegación española que acudió ayer a Buenos Aires para participar en el Foro Empresarial Argentina-España. El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, aseguró que el Gobierno contempla con "esperanza y entusiasmo" las nuevas relaciones bilaterales, a las que se quiere dar "un poco más de temperatura" tras el "enfriamiento" provocado por la expropiación.
Al Foro acudieron directivos de compañías como Banco Santander, BBVA, Iberia, Gas Natural, Gestamp, OHL, Ineco, Duro Felguera, Dragados, Abertis, NH, Mapfre, Pescanova y Santillana, entre otras. Después de EEUU, España es el mayor inversor extranjero en Argentina, con un capital acumulado de 7.842 millones de euros, sobre todo en los sectores de telecomunicaciones, banca, seguros y energía. Desde la patronal CEOE (cuyo vicepresidente, Antonio Garamendi, también viajó a Buenos Aires), advierten no obstante de que la inversión española ha descendido en los últimos años, y que lo óptimo sería regresar al nivel de 2007, cuando el stock ascendía a 10.271 millones.
"La idea clave de las reformas de Macri es la de ordenación del desorden; es decir, eliminar las normas burocráticas que entorpecen la inversión y crear un marco jurídico lo más claro posible para las empresas", explican desde Asuntos Exteriores. "El nuevo Gobierno argentino también está haciendo hincapié en resolver los pagos pendientes a empresas españolas que no hizo el anterior Ejecutivo, y en recuperar los ritmos normales de pagos y garantizar el cumplimiento de los contratos", señalan las fuentes.
Los conflictos empresariales de España en Argentina no se agotan en los célebres casos de Repsol o Aerolíneas Argentinas, si bien el primer caso se resolvió con una indemnización para la petrolera. Duro Felguera también ha tenido problemas con el Gobierno kirchnerista. En 2012, en alianza con General Electric y el socio local Fainser, la compañía asturiana se hizo con la central termoeléctrica Vuelta de Obligado, un proyecto con una inversión inicial de 700 millones de dólares. Duro Felguera reclama una compensación de unos 200 millones de euros por los sobrecostes de la obra, provocados por la elevada inflación del país y la devaluación de la moneda. Si el conflicto no pudiera solucionarse con el equipo de Macri, la empresa recurriría a una demanda de arbitraje.
