De acuerdo a los datos de Ciper Chile que reveló la arista chilena de este caso, los vínculos entre la firma Mossack Fonseca y nuestro país son de larga data y ha servido para crear sociedades con inversiones en Chile, en jurisdicciones como Panamá, Islas Vírgenes Británicas, Bahamas, Seychelles y Nevada en Estados Unidos.

Según la investigación del Consorcio de Periodistas de Investigación Internacional (ICIJ,por sus siglas en inglés) y confirmado por Ciper, el dueño de El Mercurio es beneficiario de Aladin Marine Corporation, lo que el abogado de Edwards, Felipe Lyon, reafirmó asegurando que la empresa se financió con dineros tributados en nuestro país y otros conseguidos del trabajo de su cliente en Estados Unidos.

El director de cine conocido por su trabajo en el Diario de Agustín, Ignacio Agüero, opinó que la aparición de Edwards en la lista de los paraísos fiscales no es ninguna sorpresa y a su juicio, debiera ser sancionado.

“Corresponde a la lógica de estos empresarios que no trabajan en función del país como muchas veces dicen hacerlo, su preocupación es solo de su persona y de su riqueza. De este modo, hacen un daño al país cada día. Este tipo de datos corrobora la importancia de la información, la labor de la prensa y la fiscalización del comportamiento de las instituciones y las leyes”.

El director ejecutivo del Centro de Estudios Tributarios de la Universidad de Chile, Gonzalo Polanco, explicó que los paraísos tributarios rompen con el principio de que los dineros debieran quedar en el lugar en que se produce la actividad económica o donde está domiciliada la persona.

“Un variado grupo de personas entre los cuales obviamente son con alto patrimonio, no tiene mucho sentido hacer este tipo de planificaciones si los patrimonios son bajos. Personas que normalmente tienen operaciones a nivel internacional y que en general, han buscado estas asesorías para tratar de reducir su carga tributaria”.

El director de Chile Transparente, Gonzalo Delaveau, renunció a su cargo luego de aparecer relacionado con las sociedades offshore.

Delaveau señaló a Tele 13 Radio que dio un paso al costado “porque Chile Transparente ha representado una parte importante de mi quehacer. No puedo dañar a una institución por la cual he trabajado y quiero mucho”.

Luego, el ex director de Chile Transparante se defendió argumentando que “el hecho de tener una sociedad en paraíso tributario, no constituye ilegalidad en sí mismo, en la medida que se cumpla con las labores de quienes inviertan en estas sociedades desde Chile”.

Por último, el costo de creación de estas últimas con directorio incluido, asciende a cerca de 2 mil 500 dólares y los beneficios son múltiples, entre ellos la evasión o elusión de impuestos.