La incursión en la minería nacional como productor de cobre de la gigante coreana Samsung muestra magros resultados. En 2014 comenzaron a operar la faena mediana Pampa Camarones, en sociedad con un grupo de profesionales chilenos gestores de la iniciativa (Pampa Mater) y de la familia Arrigoni, no obstante, los malos resultados obtenidos hasta el momento los hizo replantearse su estadía en el país y ahora buscan diluirse a través del ingreso de un nuevo socio que aporte capital y tome el control de la mina.
Samsung es accionista mayoritario en la compañía. En un comienzo tenían el 46% de Pampa Camarones, mientras que los Arrigoni el 24% y el grupo de gestores el resto. No obstante, la difícil situación de la firma hizo a la familia Arrigoni desprenderse de sus acciones y vendérselas a los coreanos durante el año pasado, comentan fuentes bien informadas, aunque no revelaron los montos comprometidos.
Conocedores de la iniciativa comentan que la disminución en el precio del cobre, sumado a las complicaciones operacionales de desarrollar una faena de esas características en Arica, región que carece que minería a gran escala, complicaron el proyecto.
Aunque por sus números la faena corresponde a la mediana minería, era un paso importante para Samsung al considerarse su ingreso al rubro.
El proyecto requirió una inversión inicial de US$ 70 millones y se ejecutó tras la adjudicación de una licitación de la Enami. La idea era operar por 15 años y producir, en una primera etapa, 700 toneladas de cátodos de cobre mensuales, equivalentes a 8.400 toneladas anuales del mineral.
Para cumplir con esos números, en la empresa esperaban procesar 70 mil toneladas mensuales de mineral, con una ley de 1,2%, nivel considerado alto comparado con el promedio de otros depósitos.
Y existían planes de aumentar esta producción, pero los asiáticos, señalan fuentes de la industria, están cansados de asumir las pérdidas, por lo que llevan adelante un proceso de búsqueda de socio que pueda inyectar liquidez a la compañía.
Personas al tanto del proceso comentan que realizarán un aumento de capital para que ingrese el nuevo socio. A esta operación no concurrirán los coreanos ni los gestores, por lo que la nueva compañía tomará el control y Samsung tendrá un rol pasivo.
Otras fuentes señalan que la decisión de Samsung no fue fácil, ya que la inversión en Pampa Camarones era vista como emblemática para seguir invirtiendo en el país en materias primeras. De hecho, cuando se inició la producción a mediados de 2014, estuvieron presentes representantes de la asiática, encabezados por el presidente para América de Samsung C&T, Jeong Soo Kim.
Esta firma también había intentado ingresar al mercado del litio, ya que en el fallido proceso impulsado por el gobierno de Sebastián Piñera, presentaron una oferta en sociedad con el Grupo Errázuriz.
Conocedores de la faena comentan que están operando, pero de manera restringida producto de las complicaciones financieras.
Tanto son las complicaciones de la compañía, que ha dejado de pagar a su principal empresa contratista (Allpa), la que, a su vez, no ha cancelado imposiciones y en los últimos días los sueldos de sus empleados, los que iniciaron una huelga el viernes pasado.
De acuerdo a estimaciones de trabajadores, la deuda ascendería a $ 7.500 millones. Por esto, representantes del sindicato habían dado un ultimátum para el 30 de marzo, tras lo cual se votó la huelga.
La situación de los trabajadores fue expuesta por Sindicato Interempresa Nacional de Trabajadores de Montaje Industrial, Obras Civiles y Actividades Anexas (Sinami) -al que pertenece Allpa- a las autoridades del Ministerio de Minería.
Por si fuera poco, la compañía fue multada por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) con US$ 3,3 millones (ver recuadro). Esta sanción, señaló la empresa a través de su abogado en los descargos, pondría en duda la continuidad de la faena, mucho más si se considera que el precio del cobre no despega y la mina ya tiene en sus balances números rojos.
La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) sancionó en febrero de 2015 a Pampa Camarones con una multa de 4.313,3 Unidades Tributarias Anuales -equivalentes a US$ 3,3 millones-, por, según explicó en su momento, una serie de incumplimientos asociados al resguardo del componente arqueológico; la no implementación de medidas de mitigación y monitoreo respecto a la fauna del sector; mal manejo de residuos peligrosos; entre otros.
La empresa calificó esta actuación como "desproporcionada" y "fuera de contexto". Añadió que "cuesta entender su intencionalidad, ya que de hacerse efectiva, pone en serio riesgo la continuidad de nuestra operación".
Actualmente el caso está siendo revisado por el Tribunal Ambiental de Santiago, pero la sentencia puede ser revisada por la Corte Suprema.