MARÍA JOSÉ ARIAS*
Discrepancias en la prensa acerca de una tercera usina atómica para los chinos.
Y versiones de Electroingeniería y Frigerio sobre la continuidad de las polémicas represas K sobre el Río Santa Cruz.
El Cronista, con la firma de Román Lejtman, tituló definidamente: "Sin represas y con energía nuclear, Macri y Xi encarrilaron la relación entre Argentina y China":
A pocos metros del salón que usaba Harry Truman para jugar al poker con sus amigos, Mauricio Macri y Xi Jinping decidieron “revisar” los acuerdos firmados durante la administración de Cristina Kirchner y apostar a una agenda común que incluya una mejora ostensible de las exportaciones argentinas a China. “Xi Jiping lo tomó, entendió que empezaba otro proceso y que nosotros queremos profundizar la relación”, sintetizó el Presidente a Cronista.com, minutos antes de partir a la Cumbre de Seguridad Nuclear.
“China no se mostró molesta en revisar los acuerdos, como pedimos, porque lo ven como parte de un proceso donde las relaciones se ampliaran en lugar de achicarse”, dijo Macri al concluir su bilateral con Xi.
La reunión duró treinta minutos y sirvió para que ambos presidentes ajustaran una hoja de ruta que debería desembocar en anuncios conjuntos cuando Macri visite China a principios de septiembre. “Le planteamos que hay que hacer algunos ajustes en la relación, como ampliar la balanza comercial a favor de Argentina y venderles productos con valor agregado”, añadió el Presidente.
La intención de Macri es enterrar la construcción de las represas en Santa Cruz, facilitar el turismo, aumentar el intercambio educativo, equilibrar la balanza comercial entre ambos países y promover la construcción de tres centrales nucleares con tecnología y financiamiento chino.
- ¿Se habló de las centrales?-, se le preguntó
- Sí. Hay que trabajar unos meses para que sean contratos comerciales.
Al lado de Macri estaba la canciller Susana Malcorra, una pieza clave en la nueva frecuencia diplomática que se quiere establecer con China. Y ante la pregunta de las centrales nucleares, Malcorra no pudo callar:“Están totalmente dispuestos”, reveló con una sonrisa radiante.
Macri fue seductor en la cumbre. Agradeció la ayuda financiera, enfatizó su intención de profundizar los vínculos bilaterales, propuso eliminar las visas para turistas y planteó que una nueva etapa había comenzado con su llegada al poder. Xi escuchó con atención y no puso objeciones a la estrategia de redirigir los 15.000 millones de dólares que China había acordado con Cristina y sus amigos empresarios.
La intención del Presidente argentino es construir tres centrales nucleares con China, a cambio de hundir las represas de Santa Cruz, aumentar el intercambio comercial y tratar de establecer un balance de poder con Estados Unidos y la Unión Europea. Xi busca un interlocutor en América Latina, y por ahora Brasil dejó de ser una opción real para Beijing y sus aliados internacionales.
A Macri ya no le queda otra alternativa que suspender el fútbol y volver al ajedrez.
Mientras tanto, Perfil,con la firma de Aurelio Tomas destacó: Centrales nucleares: Macri mantiene los acuerdos con China
Se logró una mejora en la financiación. El objetivo es terminar de firmar los convenios cuando Macri viaje a China, en septiembre. Es un negocio de 15 mil millones de dólares.
El presidente Mauricio Macri y su contraparte china, Xi Jinping, acordaron avanzar con los tratados para la construcción de dos centrales nucleares. El negocio, que buscan anunciar de manera definitiva en la cumbre del G20 que se realizará en septiembre en China, se eleva a 15 mil millones de dólares.
Antes de la bilateral, los equipos de la Secretaría de Energía argentina y la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC) habían trabajado contra reloj para llegar al encuentro de presidentes con una hoja de ruta clara y una fecha para finalizar la negociación.
Tras la reunión, Macri indicó en declaraciones a La Nación: “Vimos a China como un socio que está dispuesto a revisar acuerdos donde vemos errores y ampliar las relaciones en lugar de achicarlas”. Además, reafirmó el carácter estratégico de la relación.
El negocio en juego equivale en millones de dólares al pago a los fondos buitres, e incluye la financiación de una central nuclear de agua pesada, similar a Atucha II, que incluirá un fuerte componente nacional y se basará en una tecnología canadiense. Además, comprende un reactor de agua ligera, una tecnología nueva para la Argentina que implica insertarse en el sensible mercado del uranio enriquecido.
El gobierno argentino buscará mostrar que ha conseguido un acuerdo mejor que el que hubiera llevado adelante el kirchnerismo. En particular, trascendió que la demanda de la administración Cambiemos fue ajustar los costos de financiación. Además, el encuentro con el presidente chino permitió mostrar una voluntad multipolar, es decir, no alineada únicamente con Estados Unidos y sus aliados. De esa forma se intentó moderar el impacto de la relación especial que se mostró con la administración Obama.
En tanto, tres fuentes oficiales confirmaron de manera independiente que no se ha incluido una tercera central nuclear en el paquete negociado (China lo sugirió y Argentina lo rechazó amablemente) ni existió un “trueque” para anular la construcción de las hidroeléctricas en Santa Cruz, asignadas a un consorcio chino durante el anterior mandato presidencial. De hecho, sigue firme este proyecto que, como en el caso de las centrales, también será sometido a modificaciones acordadas entre las partes.
Durante la bilateral con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también se tocó el tema de las centrales. La cuarta central argentina y el contrato para la extensión de vida de Embalse, que ya tienen el visto bueno ambiental, son los dos principales negocios de la empresa canadiense de energía nuclear Candu.
En tanto, el maturino cordobés La Voz del Interior, reflejó así la posición de la empresa mediterránea Electroingeniería, quien tiene la concesión, junto con su par china, de las dos represas que proyectó el kirchnerismo sobre el Río Santa Cruz en la provincia honónima:
Argentina y China mantienen relaciones diplomáticas desde 1972, pero se revitalizaron especialmente durante los mandatos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, lapso en el cual el vínculo alcanzó el grado de “asociación estratégica integral”.
Sin embargo, desde la asunción de Macri, la relación, si bien no registró un retroceso, quedó en observación, especialmente por las promesas del ahora jefe del Estado durante la campaña electoral de “revisar” lo actuado entre la Casa Rosada y Pekín entre 2003 y 2015.
En particular, por la construcción de una base espacial en Neuquén y por los contratos para construir dos represas hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz, que en algunos ámbitos se consideraron como “desmedidas”.
La empresa cordobesa Electroingeniería, principal operadora del proyecto de las represas, dejó trascender ayer a este diario que se viene “reuniendo con el Gobierno desde hace dos meses para trabajar en la revisión”, algo que la compañía considera “lógico”.
“Hasta ahora, está firme la continuidad del proyecto, con algunos cambios técnicos”, destacó la fuente de Electroingeniería, que además dijo que a partir de ahora todas las comunicaciones sobre las represas las hará el Gobierno.
Hace dos semanas, el embajador argentino ante China, Diego Guelar, se instaló en la capital del país oriental, desde donde enfatizó ante la prensa la intención de impulsar la llegada de “inversiones” de la segunda potencia económica mundial. “Estamos en una etapa de transparentar, de conocer y de revisar en conjunto, no una revisión unilateral, caprichosa, ni pretenciosa”, expresó
Por su parte, el diario santacruceño Tiempo Sur agregó más voces sobre el tema de las represas. Rogelio Frigerio ,Ministro de Interior, en Río Gallegos, "condicionó su avance a cuestiones ambientales y económicas":
Ante la pregunta concreta si van a realizarse las represas en Santa Cruz, indicó: “Vamos a renegociarlas, hemos visto que las represas tenían problemas desde el punto de vista ambiental, que esos proyectos no tenían un costo definido” y añadió: “No podemos permitir que en la Argentina haya nuevos Yaciretá y no podemos permitir no cuidar el medioambiente, si en la discusión y en la renegociación de esas represas podemos asegurar el cuidado del medioambiente y podemos asegurar también que esto no se va a convertir en un nuevo Yacyretá, vamos a seguir con las represas”.
Ante la re pregunta sobre si estaban o no confirmadas, sostuvo: “Estamos en un proceso de renegociación” y hasta deslizó que este tema fue parte de la reunión mantenida entre el presidente Macri y su par chino, quien habría aceptado revisar algunas inversiones del país asiático en Argentina.
“Yo entiendo que hay buena voluntad y la verdad que la Argentina necesita estas obras que producen energía, esta parte de la Argentina como todas también necesita obras de infraestructura que le den trabajo a la gente y ojalá podamos ponernos de acuerdo y llegar a un objetivo”, manifestó.
En el marco de la Cumbre de Seguridad Nuclear, realizada en la ciudad de Washington, el presidente Mauricio Macri se reunió con su par de china, Xi Jinping. El mandatario anunció que Pekín está "dispuesto y en buena sintonía" para revisar algunos acuerdos ya rubricados entre ambos países.
En la reunión, el jefe de Estado argentino expresó a su par chino su decisión de ampliar el vínculo bilateral en el futuro. “Este apoyo que hemos recibido en infraestructura debe crecer e invito a las empresas chinas a que vengan al país. No sólo las energéticas, también para construir puentes, trenes y rutas. Hay zonas áridas e inundables para aprovechar y transformar en áreas productivas, que ayudarían a su demanda alimentaria”, planteó Macri.
Asimismo, el Presidente abogó por “un intercambio comercial más balanceado. Queremos exportar más servicios y vender más productos con valor agregado”, señaló. Y expresó su deseo de ampliar los lazos bilaterales al ámbito del turismo, por ejemplo, con el aumento de la conectividad área entre ambos países y de esta forma que la Argentina pueda recibir una mayor cantidad de visitantes de la nación asiática, cuya clase media está en ascenso, como dijo el propio Xi Jinping.
“Invitamos a las empresas argentinas a que exploren el mercado chino. Queremos ampliar la cooperación en infraestructura, en el terreno agrícola. Intensificar la cooperación financiera y profundizar el intercambio cultural, ciencia y tecnología y fútbol”, enumeró el mandatario oriental.
Xi Jinping remarcó que China crecerá en los próximos 5 años “al menos al 6,5 por ciento anual” y valoró que gracias a las reformas emprendidas por el gobierno argentino, nuestro país “ha entrado en una nueva etapa de desarrollo”.
Por su parte, el presidente Macri valoró el apoyo financiero de la República Popular China a la Argentina al que calificó como “muy importante” para ayudar a normalizar la economía del país y le pidió apoyo para que la Argentina sea la sede del G20 en 2018. “Su apoyo es clave para la vuelta de Argentina al mundo”, puntualizó el Presidente.
* Editora de Mining Press y EnerNews.