El Gobierno Nacional continúo con su política de transferencia de recursos y de modificación de la renta nacional, metiendo mano a la estructura de subsidios públicos asignados para solventar los bolsillos de los ciudadanos y empresas del Área Metropolitana. Ayer anunció los ajustes tarifarios en el transporte y en el agua, mientras que hoy vendrá la noticia de encarecimiento para el servicio de gas natural.
Las primeras previsiones de las Asociaciones de consumidores indican que abril podría trepar a un 6% de inflación como consecuencia de estas noticias.
Funcionarios, entes regulables y empresas valoran, después de los anuncios, el impacto en el humor social, atizado por expresiones de oposición sindical que marcan un endurecimiento.
En tanto, gana la impresión de que se impuso la doctrina del shock por sobre el gradualismo, mientras que se engrosan los paliativos a los bolsillos de los más débiles en formato de tarifa social.
Cronista
Mientras el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, se encuentra en Estados Unidos como parte de la comitiva que acompaña al presidente Mauricio Macri, hoy se publicarán en el Boletín Oficial los aumentos en las tarifas de gas para los consumidores residenciales; subas que desde enero el funcionario venía anticipando.
Todos los usuarios sufrirán aumentos (incluidos los que están contemplados en la tarifa social) y como mínimo los hogares sentirán un incremento de 300% en sus facturas, dependiendo de la categoría de consumo a la que pertenezcan.
Los aumentos estarán dirigidos a recomponer las tres patas de la cadena: producción (costo del precio de gas, que representa un 40% del valor total), transporte y distribución (que significan el 60% restante). Como se implementó con los ajustes en electricidad, la lectura seguirá siendo de forma bimestral, pero el pago podrá ser mensual. Si bien el encarecimiento del servicio empieza a regir desde hoy, el tarifazocomenzará a evidenciarse recién en el mes de junio.
Según números oficiales, de los clientes de Metrogas (que presta servicio en el área metropolitana), el 70% consume un promedio de 34 metros cúbicos por mes que corresponden a la categoría de un R1; es decir, consumos bajos.
Tomando esa referencia, los usuarios que quedaron exceptuados de las subas que implementó la administración kirchnerista en el 2014 y que por ese consumo pagaban hasta ayer unos $ 11 mensuales o $ 22 bimestral (con impuestos incluidos) pasarán a una nueva categoría de tarifa social en las que no se les cobrará el precio del gas debido a que seguirán subsidiados por el Estado, pero ahora abonarán más caro el componente de distribución y transporte que pegará un salto de 336% y su factura será de unos $ 48 mensuales o $ 96 bimestrales.
Para el caso de los usuarios que no están contemplados en el régimen de excepciones y en el 2014 sufrieron la quita de subsidios (siempre siguiendo el ejemplo de un consumo de 34 m3 mensuales) pasarán a pagar una tarifa plena de $ 131 mensuales o $ 262 bimestrales, desde los actuales $ 34 mensuales o $ 68 bimestrales. De este universo, para aquellos que ahorren desde un 15% obtendrán un descuento desde un 28% en su factura.
Con los ajustes, el gobierno de Cambiemos aspira a alcanzar un ambicioso ahorro fiscal de u$s 4.000 millones que, sumados a los u$s 4.000 millones que se esperan del recorte de subsidios eléctricos, representaría 1,5% del PBI. A su vez, las autoridades pretenden equilibrar el sistema de distribución y transporte, que en los últimos años registró serios problemas de ingresos.
En el 2006 comenzó un proceso de reorganización -que solo comenzó a ejecutarse el año pasado- que le otorgó a las empresas un aumento transitorio a cuenta del nuevo ajuste comprendido en la Revisión Tarifaria Integral. Hasta el año pasado, el Estado subsidiaba a las distribuidoras para que puedan pagar el gas a las productoras.
Según fuentes del Gobierno, hay tres mecanismos para que los consumidores puedan mitigar el impacto de los aumentos: la tarifa social (que tendrá condiciones de acceso similares a la de la luz); el ahorro en los consumos respecto del mismo período del año anterior, por el que se bonificará parte de la suba y el pago del servicio manera mensual.
Siguiendo cifras oficiales, en el país hay 13 millones de hogares, de los que sólo 8 millones poseen acceso a redes de gas natural. Son 5 millones las familias que no cuentan con este servicio: 2,8 tienen acceso a la garrafa social y 2,2 millones no están subsidiados. Las autoridades planean ampliar el universo de familias que califiquen a la tarifa social. Hoy 270.000 ya están exceptuadas y estiman unas 80.000 más que también podrían acceder, por lo que el número ascendería a 350.000.
Esa cifra sumada a los 2,8 millones que cuentan con la garrafa social, a través del Plan Hogar que se mantendrá, eleva a más de 3 millones de familias que reciben algún tipo de ayuda económica para el suministro del gas. En el caso del valor de las garrafas, si bien en Cambiemos mantendrá el Plan Hogar, no está definido aún si el valor actual de $ 20 se encarecerá. Hoy en el mercado una garrafa de 10 kilos cuesta alrededor de $ 140, pero el Gobierno subsidia a la demanda por unos $ 120.
Por potra parte, hoy también se ajustará un 220% el precio mayorista de GNC; es decir el que pagan los estacioneros, que seguramente trasladarán la suba en los surtidores aunque en una menor magnitud.
Los aumentos en las tarifas del transporte, el gas y el agua pondrían un piso de 6% a la inflación de abril en el área metropolitana, según cálculos de distintos economistas.
Así, la inflación en el área metropolitana rondaría el 18% en el primer cuatrimestre y orillaría el piso de la meta que se puso el Gobierno para todo el año, del 20%.
El Ministerio de Transporte que conduce Guillermo Dietrich anunció ayer subas de 100% en el boleto mínimo de colectivo y tren para quienes abonen con tarjeta SUBE y del 66% en el pasaje del subte, quepermitirán recortar $ 8000 millones en subsidios. El funcionario dijo que ampliarán la tarifa social a 6 millones de beneficiarios, que percibirán descuentos del 55% en el pasaje.
A estos incrementos ya oficializados, y que regirán desde el 6 de abril, se suman los tarifazos en el gas de red y el agua, que se oficializarán hoy (ver página 4). La tarifa del agua corriente subirá entre 280 y 375% y la del gas, al menos 300%.
El combo agrega 6 puntos de inflación para abril en el IPC de la Ciudad de Buenos Aires, coincidieron los economistas Fausto Spotorno, de la consultora Ferreres, y Matías Carugati, de Management & Fit (M&F), aunque el escenario será matizado por el impacto de la tarifa social. "Falta ver la ‘letra chica’ de la tarifa social. Con la electricidad, la suba promedio fue del 400%, pero el IPC-CABA registró 253%", graficó Carugati.
La ponderación de colectivos y trenes en el IPC-CABA ronda el 2%, la del gas es del 1% y la del agua, del 0,6%. Al calcular los incrementos anunciados teniendo en cuenta esas ponderaciones, el impacto máximo en la inflación de abril es del 7,4%, estimó Marina Dal Poggetto, directora del Estudio Bein.
Para Rodrigo Álvarez, director de Analytica, el impacto es algo menor. "Sólo en Transporte, y sin tener en claro cómo incidirá la tarifa social, el impacto máximo es de 1,5%. Si consideramos subas de agua y gas, la suba es del 5,5%, distribuido en los próximos meses", según cómo se aplique, afirmó.
Estos cálculos no tienen en cuenta la suba del 6% en los combustibles, que rige a partir de la medianoche. La nafta ya sube más del 18% e impacta en los costos de producción y transporte de las empresas.
El impacto, claro está, será mayor en el Área Metropolitana que en el interior del país. El IPC-CABA registró una suba en la electricidad del 253% en febrero, mientras que el de San Luis midió un incremento del 99%, por ejemplo. "A fin de año, la inflación del interior va a ser cinco o seis puntos más baja que la de Capital", estimó Spotorno, de Ferreres. "La Ciudad se está adaptando a los precios que existen en el interior del país", coincidió Álvarez.
Los tarifazos de abril harán que la inflación del primer cuatrimestre quede en la orilla del 20%. En cuatro meses, los precios tocarían la banda de incrementos que se propuso el ministro Alfonso Prat-Gay, al presentar, en enero, una meta de entre 20 y 25%.
El IPC-CABA registró en enero y febrero una inflación acumulada del 8,1%. Según Spotorno, el piso de marzo será 3,5%. En un trimestre, los precios subirían 11,6%. Si se suma la dinámica de aumentos de alimentos y otros rubros al "piso" de 6% que deja el tarifazo para este mes, "en abril puede haber 8%", estimó el economista.
"Van a estar cerca de 20% en el primer cuatrimestre; por eso, hablar de 25% es incorrecto", afirmó Dal Poggetto, de Bein. Álvarez, en tanto, estimó una dinámica de precios del 4% mensual para el segundo trimestre, similar a la de los primeros tres meses del año. De ser así, los precios subirían 24% en seis meses.
Los consultores privados estiman que la inflación de 2016 superará el 30%. Para Carugati, de M&F, orillará el 31%. Spotorno estimó una suba de entre 33 y 33,5%. Álvarez, de Analytica, estimaba 34%, "pero ahora estamos por encima de 35%", afirmó.
La tarifa del servicio de agua potable y cloaca registrará un ajuste de hasta 375 por ciento a partir de abril en el área de provisión de la empresa estatal Agua y Saneamiento Sociedad Anónima.
Este será el primer incremento en la tarifa de agua y cloaca, tras más de 10 años de congelamiento.
La decisión, dispuesta por la Subsecretaría de Recursos Hídricos, tiene como objetivo rescatar a la empresa de la situación deficitaria en la que hoy se encuentra y permitir que todos los recursos del Estado Nacional se inviertan en expandir los servicios y en llevarle agua potable y cloacas a quienes aún carecen de ellos.
El aumento mínimo será de alrededor del 217 por ciento y el máximo se ubicará en torno al 375 por ciento, lo que dará un incremento promedio del 297 por ciento.
El nuevo cuadro tarifario, cuyo pago continuará siendo bimestral, prevé que una familia tipo pagará, en promedio, 125 pesos por mes y por servicio, lo que hace un total de 500 pesos por bimestre.
En la actualidad, la tarifa que paga un frentista del Gran Buenos Aires que cuenta con los dos servicios se ubica dentro de un rango de 65 y 135 pesos por bimestre aproximadamente.
En base a los cálculos que manejan los funcionarios nacionales, con la nueva tarifa se abonará, aproximadamente, un promedio de 4 pesos por día y por servicio.
El cuadro tarifario -que será oficializado durante la jornada de mañana- prevé una tarifa mínima de 83 pesos por mes y por servicio.
Según las previsiones oficiales, la primera tanda de facturas llegará a mano de los usuarios a partir del 25 de abril y la fecha tope para el pago operará el 12 de mayo.
La resolución de la Subsecretaría de Recursos Hídricos contempla también la implementación de un esquema de subsidios focalizados para los sectores más vulnerables.
Esta medida, que tomará en cuenta la capacidad de pago del usuario, contempla la posibilidad de una eximición total del pago o el abono de una tarifa social que irá desde los 42 pesos por mes y por servicio.
Los usuarios que se encuentren en situación de solicitar estos beneficios, próximamente podrán realizar el trámite on line, además de gestionarlo personalmente en cualquiera de los Centros de Atención de AySA.
En tanto, quienes con anterioridad hayan sido beneficiados con el otorgamiento de la tarifa social seguirán gozando de la misma hasta el plazo fijado originalmente.
El aumento de las tarifas en el servicios de agua y cloaca abarcará a algo más de tres millones de usuarios que residen en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense.
Por segunda vez en el año, las naftas y el gasoil aumentarán desde las 0 horas de hoy en todo el país. La suba será del 6% promedio y será aplicada por las principales petroleras del país, un lote integrado por la estatal YPF, Axion, Shell, Petrobras y Oil.
El primer aumento del año había sido en marzo, también en torno del 6 por ciento. Y el primero bajo la gestión de Mauricio Macri fue en diciembre.
Las petroleras sostienen que las subas de precios se deben a la devaluación. En diciembre el Gobierno convalidó un salto cambiario en torno al 40%, pero esa brecha se incrementó en la última semana con la escalada del dólar (pese al retroceso de los últimos dos días).
Las petroleras venden los combustibles en pesos, pero pagan el petróleo a un precio dolarizado. De manera que la depreciación de la moneda local las obliga a desembolsar más billetes.
En dólares, las naftas en la Argentina están alrededor de US$ 1 el litro, un valor similar al del resto de la región.
El porcentaje de incremento es un promedio a nivel nacional, por lo que puede haber casos, ya sea lugares o productos, por encima o por debajo. A modo de referencia, esta es la variación de los precios de los carburantes en las estaciones de servicio de YPF en Capital Federal:
(por litro en pesos)
NAFTA SÚPER 14,64-------------- 15,52
NAFTA PREMIUM 16,53---------- 17,50
DIESEL COMÚN 13,32 -----------14,12
DIESEL PREMIUM 15,28 --------16,20