El precio del cobre cerró la jornada con un fuerte retroceso debido al temor que generó en el mercado el recorte de la perspectiva crediticia de China, el mayor consumidor del metal rojo del mundo, lo que fue amortiguado por la baja del dólar a nivel global.
Al término de las operaciones en la Bolsa de Metales de Londres, el commodity se transó en US$ 2,2024 la libra, lo que supone un retroceso de 1,71% respecto al cierre de ayer y el nivel más bajo en cuatro semanas.
Con este resultado, el precio promedio del mes se ubicó en US$ 2,2441 por libra.
Standard & Poor's rebajó la perspectiva crediticia de la segunda economía del mundo de estable a negativa, generando una mayor incertidumbre respecto a "la gigante economía asiática", consignó Ricardo Bustamante, analista de Mercados de Capitaria.
El experto agregó también que una nueva caída del precio del petróleo -tras conocerse que EE.UU. registró un nivel de suministros máximo en su historia durante la semana pasada- también repercutió en la cotización.
Pese a este revés, parece ser que los precios de la materia prima habría tocado fondo. Durante los primeros días de enero, el metal rojo marcó un hito y rompió el piso de los US$ 2, con un mínimo de US$ 1,95 el 15 de ese mes.
A partir de ahí, y en medio de una gran volatilidad que aún persiste, el valor empezó a recuperarse hasta marcar un peak de US$ 2,29 el 22 de marzo.
Con el cierre de hoy, de hecho, el precio acumula un aumento de 3,19% en marzo y y 3,2% en lo que va del año.
Con todo, Bustamente advirtió que el mercado estará atento a los datos que saldrán esta noche sobre el sector manufacturero de China que, de continuar viendo una mayor debilidad, "el precio del cobre tendría como objetivo de corto plazo los US$ 2,15 la libra".
Juan Carlos Guajardo*
En el marco de las grandes consecuencias que está teniendo en las compañías mineras el duro golpe provocado por el cambio en las condiciones de mercado, se ha ido imponiendo lentamente una preferencia por el cobre en desmedro de otros minerales como el hierro o el carbón.
Uno de los casos más claros es el de Anglo American, que en su plan de reestructuración para enfrentar su delicada situación financiera, incorporó al cobre como una de las tres áreas que mantendrá (junto al platino y los diamantes), en desmedro de muchos otros minerales.
Además de consideraciones de rentabilidad, Anglo American señaló que su estrategia se basa en que considera que el futuro es más prometedor para minerales ligados al consumo en lugar de aquellos ligados a la producción industrial.
Otro ejemplo relevante es el de Freeport McMoran, compañía estadounidense que rivaliza con Codelco en el primer lugar de la producción mundial de cobre. Esta compañía tuvo históricamente su foco en la minería del cobre pero en 2013 decidió apostar por el petróleo y gas adquiriendo una compañía en el momento en que estos activos tenían un costo muy elevado. Esta situación ha venido afectándola por el alto endeudamiento que generó esta compra, a pesar de que Freeport cuenta con activos en cobre de primera categoría mundial.
No es ninguna sorpresa por tanto, que en su plan de recuperación, haya definido explícitamente un foco estratégico en el negocio del cobre.
La compañía minera más grande del mundo, BHP Billiton, en tanto, anunció que podría considerar adquisiciones, siempre y cuando se trate de activos de primera línea mundial, siendo sus prioridades el cobre y el petróleo. Por último, la segunda mayor minera del mundo, Rio Tinto, acaba de anunciar el nombramiento de Jean-Sébastien Jacques como su nuevo CEO a partir de mediados de año. El nuevo CEO proviene del área de cobre y carbón, que aporta sólo 22,1% de sus ingresos y genera solo 18,9% del flujo de caja. Se insinúa así un cambio de foco en la estrategia de esta compañía, ya que además el Sr. Jacques cuenta con un perfil considerado más agresivo que sus antecesores.
En su reporte anual, declara para el cobre, no así para el hierro, “desarrollar opciones de crecimiento en actuales operaciones así como en nuevos proyectos de categoría mundial en jurisdicciones de bajo riesgo.
Incluso a nivel local, CAP continúa avanzando con el proyecto de cobre“Productora” el cual le permitiría diversificarse desde el hierro, que ha sido históricamente su negocio minero principal.
¿Qué explica esta preferencia? En primer lugar, la oferta de cobre, si bien es hoy holgada por la entrada de nuevos proyectos, se vislumbra estructuralmente limitada en el mediano y largo plazo. En segundo lugar, la demanda de cobre luce saludable también a medio y largo plazo, por el rol de este metal en una economía impulsada por la electricidad y no por combustibles fósiles, simbolizada por el avance de los autos eléctricos, que requieren 4 veces más cobre que un auto normal.
Buenas noticias para Chile, de las cuales es necesario tomar nota para adoptar decisiones-país acorde con este panorama de futuro.
*Director ejecutivo Plusmining