La presidenta brasileña Dilma Rousseff canceló el viaje que debía realizar esta semana a Washington para participar en una cumbre de seguridad nuclear, a causa de la crisis en el seno de su coalición de gobierno, informó el martes la estatal Agencia Brasil.
Rousseff debía viajar el miércoles de mañana a Estados Unidos, cediendo el cargo de forma temporaria al vicepresidente Michel Temer, del partido centrista PMDB, que salió de la coalición y apoya el impeachment de la mandataria.
"En el actual contexto político, el viaje a Washington no es prioridad", dijo a la AFP una fuente de la Presidencia que pidió anonimato.
Según el diario O Globo, Rousseff no viajó porque "la dinámica de la inestabilidad política del momento exige que se quede en Brasil".
La cumbre sobre seguridad nuclear se realiza en Washington jueves y viernes.
El directorio del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) decidió este martes "la inmediata salida del gobierno".
Con la ruptura de la coalición, el procedimiento de impeachment que la oposición impulsa contra Rousseff ganó un respaldo de peso.
Si es destituida, Temer asumiría el poder hasta 2018.
El Gobierno criticó hoy la decisión de Rusia de no acudir a la Cumbre de Seguridad Nuclear que se celebrará este jueves y viernes en Washington, al considerar que ese país "se está aislando" del resto del mundo al no participar en un proceso al que hasta ahora habían contribuido.
"Creemos que la decisión de Rusia de no participar con una representación de alto nivel es una oportunidad perdida para ellos, por encima de todo", dijo el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en una conferencia de prensa telefónica.
El asesor del presidente estadounidense, Barack Obama, recordó que el Gobierno ruso "se ha beneficiado" del proceso de cumbres de seguridad nuclear que comenzó en Washington en 2010 y continuó con otras dos citas internacionales en las que Moscú sí participó.
"Lo único que están consiguiendo es aislarse al no participar como sí han hecho en el pasado", opinó Rhodes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso anunció en enero pasado que Rusia no acudiría a la cumbre, en protesta por lo que percibía como un intento de los organizadores de interferir en el trabajo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Rusia, que posee un enorme arsenal nuclear, ha "cooperado" hasta ahora con Estados Unidos en los esfuerzos de no proliferación y de reducción de los riesgos que conllevan esos materiales, y la Casa Blanca confía en que siga siendo así, agregó Rhodes.
La cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear, la última que se celebra en su formato actual, reunirá en Washington a jefes de Estado, jefes de Gobierno y ministros de más de 50 países.
Su objetivo principal será prevenir que los materiales necesarios para construir un arma atómica caigan en manos de grupos terroristas como el Estado Islámico (EI), dado que un ataque con un artefacto nuclear improvisado es "la amenaza más letal" que presentan ese tipo de organizaciones, según Rhodes.
Obama acogerá el viernes una sesión especial centrada en cómo evitar que el EI acceda a esos materiales, algo que se programó en enero pero que es aún más urgente a la luz de los ataques terroristas de la semana pasada en Bruselas y los cometidos recientemente en otras ciudades, de acuerdo con el asesor.
El mandatario también presidirá otro encuentro el viernes con representantes del Grupo 5+1 (EE.UU., Francia, Rusia, China, Reino Unido y Alemania) y de la OIEA, para repasar los "avances" en la implementación del acuerdo nuclear alcanzado el año pasado con Irán, adelantó Rhodes.
Obama tiene previsto reunirse el jueves con su homólogo chino, Xi Jinping; después de mantener un encuentro trilateral con la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Además, sostendrá un diálogo "informal" con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, según informó hoy la Casa Blanca.
El mandatario mantendrá también breves conversaciones con "algunos de los aliados clave" de EE.UU. en su campaña contra el EI, según Rhodes, que no identificó a esos dignatarios.