“O somos capaces de trabajar al azul o no hay más Salvador. Nosotros vamos a presentarle al directorio un programa si y solo si tiene el respaldo de nuestros expertos y si y solo si tiene el compromiso de los trabajadores”.
Con estas palabras el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, golpeó la mesa en relación al futuro de su división menos productiva de la estatal y al proyecto estructural que busca darle continuidad.
Rajo Inca se encuentra en desarrollo estudio de pre-factibilidad, el cual se extendió para generar mayores antecedentes de base geominero-metalúrgica para definir parámetros clave de diseño y analizar nuevas alternativas de caso de negocio.
“Rajo Inca (es un proyecto) bien prometedor, y sigue avanzando, pero a un ritmo distinto. Hemos avanzado mucho en revisar y preparar la base minera geometalúrgica y estamos bastante confiados (...) creemos que esta nueva versión del Rajo Inca será ‘modularizada’ y va a empalmar bien para mantener la continuidad de las operaciones”, dijo Pizarro.
La “nueva versión” del proyecto a la que se refiere el presidente ejecutivo apuntan a un Rajo Inca que -de aprobarse por parte del directorio- sería de envergaduras sustancialmente menores a las proyectadas en el pasado. En primer lugar, su inversión sería cercana a los US$600 millones y no de US$ 3.036 millones como se había proyectado cuándo se lanzó el proyecto.
Sucedería una situación similar respecto al nivel de extracción de la misma. Esto, ya que el antiguo Rajo Inca proyectaba una producción media anual de cobre fino de 170.000 toneladas -sobre tres veces la actual- y una extracción de 4.000 toneladas de molibdeno.
Adicionalmente, la administración estaría apuntando a solo extraer el mineral con mejor ley, sobre 0,7, y reducir la base minera a 300 millones de toneladas, desde las 1.500 millones anticipadas en el pasado.
En cuanto a la dotación, no se requeriría una cantidad de mano de obra superior a la actual que ronda las 1.400 personas.
La división, conformada por una mina subterránea y otra a rajo abierto -operativa desde 1926- presentó pérdidas por US$210,76 millones en 2015. Este es el cuarto año consecutivo que la división presentó resultados negativos, arrastrando pérdidas por US$463,18 millones desde 2012.
Por ello, Pizarro instruyó a la administración directa a que reduzca su cash cost (C1) desde los US$2,48/libra promediados en 2015 a US$1,82/libra -una baja de 26%- y eleve su producción a los 63 mil toneladas, o de lo contrario el futuro de la misma y el proyecto Rajo Inca estarían en problemas.
“Esperamos poder completar el año con un Salvador en azul, cosa que no se había visto en cinco o seis años a la fecha”, dijo Pizarro.
Dentro de las medidas que se implementarán está la internalización de funciones tras dar término a tres contratos con las empresas Geovita, Geo Operaciones y Pro Limitada que empleaban a 350 personas.
“En términos de la mina subterránea estas propiciando e impulsando la internalización, que nos ha permitido mejoras importantes de productividad, estamos hablando de sobre un 30% de mejoramiento en ese indicador, lo que tiene un impacto enorme en la producción. A modo de ejemplo, históricamente el año pasado Salvador tuvo una extracción en su mina subterránea un costo de 12 dólares por toneladas, y con este cambio de estrategia que es incipiente hemos podido alcanzar un 20% de reducción”, explicó el vicepresidente de las Operaciones Centro Sur Álvaro Aliaga,
Además, se busca copar la capacidad productiva -con la apertura de SX EW-, que permitirá una producción adicional sobre 15 mil toneladas de cobre fino, y nuevos procesos de automatización y control de procesos.
El presidente del directorio de la estatal manifestó que debido a la caída de los precios futuros del metal rojo, en el balance de la empresa se actualizó el valor de los yacimientos y diversos activos, lo que arrojó la cifra negativa.
"Al mismo tiempo que han caído los precios del cobre de hoy, también han caído, y durante el año pasado de forma muy fuerte, el pronóstico del precio del cobre hacia el futuro, o sea, los precios que vamos a tener en los próximos años, eso significa que algunos de los activos, algunas de la minas, algunas de las inversiones de Codelco valen menos, porque se cree que el precio del cobre durante las próximas décadas será más bajo", dijo en entrevista con Radio Cooperativa.
"Lo que hicimos fue valorar esos activos a los precios que ahora se cree que hay, por lo tanto hubo que hacer una reducción en el valor de esos activos y cuando se considera eso entonces aparece una pérdida contable, al mismo tiempo que hay una ganancia real", recalcó.
Además, manifestó que Codelco realizó el año pasado una serie de ajustes de costos que permitieron mitigar los problemas derivados del bajo precio del cobre y que aún se deben "redoblar los esfuerzos".
"Codelco hizo un enorme ajuste de costos. Antes del año pasado Codelco estaba entre la mitad más cara de la industria, en la parte baja, y gracias a los recortes de costos del año pasado pasamos a la mitad más barata de la industria", señaló.
"Los proyectos de Codelco se han reducido en términos de sus costos en US$4.500 millones, manteniendo los proyectos, y todo esto se ha logrado fundamentalmente gracias a un acuerdo estratégico con los trabajadores de la empresa, que ha posibilitado que tengamos las mejores negociaciones colectivas de la industria, en las cuales los trabajadores han tomado un cero por ciento de reajuste y han recortado a un quinto de lo que eran antes", añadió.
En cuanto a las perspectivas para el precio del cobre el presidente del directorio de Codelco manifestó que al aumentar la incertidumbre de los mercados hay ser más conservador.
"Pronosticar por donde van a ir los mercados internacionales se ha vuelto mucho más difícil, ha aumentado la incertidumbre sobre qué trayectoria van a seguir los mercados y la economía internacional y Chile es una economía abierta, exportadora y pequeña y en gran medida vivimos lo que ocurre en estos mercados", afirmó.
"Cuando uno no sabe muy bien lo que viene, uno tiene que ponerse un poquito más conservador", añadió.