El drástico cambio en el ciclo de las materias primas sorprendió a las mineras con altos costos de operación, por lo que la caída de los ingresos, por los menores precios, ha divido a las compañías entre vulnerables por su alta deuda y las que tienen estados financieros saludables.
Entre las primeras están Anglo American, Freeport, Teck, Vale, First Quantum y, en menor medida, Glencore. Las segundas son Rio Tinto, BHP Billiton, Antofagasta Minerals, MMG (Minmetals), así como conglomerados japoneses, entre otras.
El cambio en las condiciones ha sido tan abrupto que ofrece una situación inédita: que un grupo no menor de grandes firmas con activos de primera calidad estén susceptibles de quebrar o al menos necesiten vender activos premium para sobrevivir.
Esto no está pasando inadvertido. En los últimos años se ha hecho evidente que desarrollar proyectos mineros de primera magnitud no ha agregado valor como se esperaba, debido a innumerables problemas. Por lo tanto, las grandes compañías prefieren retrasarlos y conservar los recursos mineros que ya tienen asegurados.
¿La consecuencia? Altas opciones de fusiones y adquisiciones. Hoy es el tiempo de acceder a recursos mineros de competidores a buen precio e idealmente a minas en operación que permitan mejorar costos y flujos de caja.
Se ha abierto una ventana de tiempo limitada en la que se verán traspasos de propiedad que cambiarán el mapa competitivo de la minería.
Estas operaciones no se han producido aún porque las mineras con suficiente respaldo han sido cautas en manejar sus recursos, ya que el mercado más bien castigaría este tipo de operaciones en estos momentos y el sector financiero no concurriría fácilmente a apoyarlas.
Además, ante la incertidumbre, las mineras esperan saber cuál es el valor de mercado correcto. En ese sentido han resultado importantes las cuatro adquisiciones ocurridas a la fecha: la venta de Anglo American Norte (US$ 300 millones), la del 50% de Zaldívar (US$ 1.005 millones), el 13% de la estadounidense Morenci (US$ 1.000 millones) y la mina finlandesa Kevitsa (US$ 712 millones).
Estos valores no se consideran suficientemente baratos y aún no figuran disponibles en el mercado activos de first-tier que atraigan el interés de los grandes jugadores.
Codelco se encuentra en una situación muy especial ya que está acometiendo el plan de inversión más grande de la minería. Dado el apremio por mejorar su producción y los retrasos que estos grandes proyectos están registrando, sería aconsejable que flexibilizara su estrategia, concentrándose en aquellos proyectos con mayor viabilidad y que redestinara recursos para realizar una adquisición que mejore su producción futura y su flujo de caja.