Los candidatos Alfredo Barnechea (Acción Popular) y Verónika Mendoza (Frente Amplio) han pasado a tener una expectante intención de voto. Se ha dicho que ello se debe a que son las caras ‘nuevas’ de este proceso electoral. ¿Es así?
Ambos tienen trayectoria partidaria, pero ninguna experiencia oficial de gobierno (Mendoza ha sido congresista y colaboradora cercana de Nadine Heredia). Pero lo que de novedoso puedan tener sus candidaturas lo tienen de obsoleto sus ideas.
Así, en declaraciones a La República, Barnechea propuso llevar a cabo “políticas desarrollistas como las que hicieron crecer a América Latina en los 50 y 60”. En su plan de gobierno toma como base el libro y mensaje de La conquista del Perú por los peruanos, que Fernando Belaunde publicó en 1959, y propone cambiar el actual modelo económico para alcanzar la industrialización.
Mendoza, por su parte, aunque sí defiende ideas modernas en lo moral —como un Estado verdaderamente laico— propone cambiar la Constitución, regular el funcionamiento del mercado, un patrón de desarrollo basado en la producción nacional y aumentar la inversión pública de 4.5% a 6.5% del PBI. Refundar el Estado para volver a hacerlo más intervencionista y fomentar el gasto por el gasto ya demostraron ser fórmulas destructivas en numerosos gobiernos (no sólo de izquierda) dentro y fuera del Perú. No hay en tales propuestas novedad, sino comprobado fracaso.
El desarrollismo cincuentero de Barnechea generó en el Brasil de Juscelino Kubitschek inversiones faraónicas que condenaron al país al desequilibrio fiscal, el endeudamiento y la inflación. El estatismo socialista que añora Mendoza ha fallado una y otra vez en todo el orbe. Lo que ambos proponen ha fracasado ya rotundamente, muchísimo más de lo que se puede acusar al modelo ‘neoliberal’.
Se requieren, pues, mejoras a ese modelo y no retrocesos que nos devuelvan al pasado más oscuro. Hoy que la humanidad está a punto de emprender inimaginables saltos tecnológicos que nos obligarán a reformular todo lo conocido, no tiene sentido evocar modelos basados en nostalgias cincuentenarias
En una visita fugaz a la ciudad puneña de Juliaca, el candidato presidencial de Alianza Popular, Alan García, volvió a prometer, esta vez a los mineros artesanales, ancestrales e informales de la Rinconada, Ananea y otros; dejar sin efecto las leyes y decretos del proceso de formalización minera. Para García serían normas que criminalizan esta actividad.
Opinión contraria esgrimía en 2013, cuando calificaba de una mafia a la minería informal.
Keiko Fujimori, aspirante a Palacio por Fuerza Popular, propuso días antes volver todo a foja cero.
“A los mineros del departamento de Puno, a los cachorreros, comercializadores, acopiadores, les digo desde aquí, el 28 de julio, dejaremos sin efecto esas leyes que solo criminalizan, esto para que puedan trabajar abierta y legalmente en favor del Perú”, proclamó en la Laguna Temporal de Juliaca.
Sostuvo que el actual gobierno ha dado leyes represivas y “nazis”.
Ofreció un acuerdo con un acta con los mineros para "terminar con la persecución". Acotó que pondría nuevamente en vigencia leyes del 2010 y 2011, que establecían 5 años de plazo para la formalización.
“Tenemos que formalizarnos pero con ayuda del Estado, sin criminalizarlos, sin perseguir, sin SUNAT que los aterrorice, tenemos que actuar poniendo plantas centrifugadoras, en san Antonio de Putina para evitar que la arcilla del mal tratamiento llegue al río Ramis, contamine a la agricultura y al Lago Titicaca", refirió.
También juró ejecutar la anhelada obra del Drenaje Pluvial que a gritos pide el pueblo de Juliaca.
Horas antes, García Pérez, improvisó un mitin en la plazoleta de Limacpampa Grande en Cusco. Prometió que declarará en emergencia el sector agrario si es que asume la presidencia el 28 de julio.
Explicó que esta medida posibilitaría que miles de pequeños agricultores, sean asistidos por el Seguro Agrario, y que sus deudas podrán ser reprogramadas por varios años. Además las tasas de intereses se reducirían.
“El Agrobanco, que alguna vez dio crédito cero a los campesinos más pobres, tiene ahora intereses comerciales y por eso la deuda crece, por eso el campesino lleva una cruz más pesada", se pronunció.
Agregó que durante su gobierno se priorizará el apoyo a los campesinos a través de la implementación del Canon Comunal y la entrega de un bono denominado “Mi Parcela Productiva”.
El exmandatario, tildó de fariseos y víboras a los candidatos que han engañado al pueblo del Cusco y no cumplen sus promesas.