A paso firme avanza el proceso de venta de las acciones que Oro Blanco mantiene en la propiedad de Pampa Calichera, un paso clave hacia la desvinculación total de Julio Ponce al mando de éstas compañías a través de las cuales maneja SQM.
Según fuentes bien informadas, entre siete y nueve compañías ya han llegado hasta las oficinas de Itaú Argentina -banco que desde noviembre pasado tiene el mandato de Oro Blanco para llevar a cabo la venta-, y han firmado el contrato de confidencialidad que les permite ser parte del proceso y acceder a información clave de la sociedad.
Entre los interesados hay empresas de origen chino, japonés, israelitas y norteamericanas, sostiene un conocedor del proceso.
Para los primeros días de abril está presupuestado que los interesados definan si acaso presentarán una oferta no vinculante para comprar el porcentaje que Oro Blanco tiene en Pampa Calichera. En esta etapa la lista debería reducirse a menos candidatos, los que tendrán acceso a mayor información y realizar el due diligence correspondiente. Como es habitual, después de esta etapa vendría la oferta vinculante y el cierre de la operación, que diversas fuentes calculan para mediados de año.
La sociedad Oro Blanco es propietaria del 88,64% de Pampa Calichera, razón por la cual, cualquiera que tenga interés en adquirirla deberá lanzar una OPA en la que podría llegar a tomar el 100% de la sociedad, considerando además que Oro Blanco invitó publicamente a otra cascada, Potasios Chile, a vender también el 10,07% de participación que mantiene en Pampa.
A su vez, la sociedad Pampa Calichera es propietaria, de manera directa, del 19,69% de SQM, y a través de Inversiones Global Mining, de otro 3,34%. En total posee el 23,03% de SQM.
Los plazos estipulados para cerrar el negocio podrían llegar a calzar con los estimados para resolver el juicio arbitral que Corfo entabló contra SQM, el mismo que llevó al servicio estatal a firmar un memorándum de entendimiento con Rockwood para desarrollar tecnología y aumentar la producción de Carbonato de Litio en el Salar de Atacama.
Si bien al interior de la propia SQM y la cascada están confiados en que ganarán la disputa, una eventual pérdida del salar podría implicar una caída en los ingresos de hasta 39%, y de paso quedar sin una de sus líneas de negocios. Por ello, los plazos para resolver el litigio arbitral podrían ser considerados a la hora de firmar una eventual venta, pues de hacerlo antes del fallo podrían tener que consensuar una cláusula que estipule que parte del desembolso por Pampa Calichera sea concretado una vez resuelto el tema.
A esto, se suma la disputa con el SII en Tribunales Tributarios -las sociedades acudieron a él en diciembre- por el cobro de US$113 millones en impuestos, los cuales están siendo exigidos pues el servicio considera que las transacciones de acciones cuestionadas por la SVS en el marco del caso Cascada no serían válidas, y las acusa de ficticias.