"Las represas continúan”. Así de tajante fue el vicegobernador de Santa Cruz, Pablo González, en diálogo con TiempoSur. El funcionario realizó estas declaraciones luego de su reunión con el ministro de Energía, Juan José Aranguren, el jueves pasado. Sin embargo, el gobierno de Mauricio Macri pretende modificar el proyecto original, quitarle potencia a las represas y rediseñar el uso que se le dará a la energía generada desde Santa Cruz. Para ello, ya está en conversaciones con la Unión Transitoria de Empresas (UTE), conformada por Electroingeniería, Hidrocuyo y los capitales chinos (Gezhouba).
El proyecto para generar energía hidroeléctrica a partir del cauce del río Santa Cruz fue pensado por la administración anterior, como parte de la diversificación de la matriz energética y una apuesta geopolítica por la alianza con China, la segunda economía el mundo.
Desde el 10 de diciembre del año pasado, la provincia de Santa Cruz sufrió un recorte o suspensión de todo proyecto de infraestructura u obra pública con financiamiento de Nación. Sin embargo, las represas no fueron un invento del kirchnerismo, como tampoco lo fue la usina termoeléctrica en Río Turbio.
En 1976, por encargo de la ex Agua y Energía Eléctrica, el ingeniero Mariano Castillo inició los primeros estudios para instalar cuatro represas sobre los ríos La Leona (que une la cuenca del Lago Viedma con la del Lago Argentino) y Santa Cruz. Con el paso de los años, quedó reducida a dos: el complejo Cóndor Cliff-La Barrancosa, luego rebautizadas como represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
Diversificación
Hacia fines del año pasado, la potencia instalada –según información oficial de Cammesa-, alcanzaba los 33.340 Megavatios (MV), de los cuales 31.690 estaban comercialmente disponibles y los otros 1.651 ya habían sido autorizados. El 61 por ciento de esa potencia es de origen térmico, en donde el Gran Buenos Aires, Buenos Aires y el Litoral representan el 46 por ciento del total del país.
Si se tiene en cuenta que la mayor parte de la generación térmica es a base de gas, con el alto costo que eso implica, la generación de más fuentes de energía hidroeléctrica sería una contribución a la diversificación de la matriz, con un ahorro de divisas para el país.
La potencia instalada hidroeléctrica actual puede discriminarse de la siguiente manera: Cuyo (1072 MV), Comahue (4692 MV), NOA (217 MV), Centro (918 MV), GBA-Litoral- BsAs (945 MV), NEA (2745 MV) y la Patagonia (519 MV). Estos números indican dos cosas, que la región del Comahue y NEA concentran el 67 por ciento de la generación hidroeléctrica. ¿Qué pasaría si por una inclemencia climática, por ejemplo una sequía, las dos regiones que más producen energía hidroeléctrica bajaran su producción? Las consecuencias se sentirían en todo el país.
Para muestra, vale un ejemplo de contexto. Según la Agencia Internacional de la Energía, el 40 por ciento de la capacidad hidroeléctrica estadounidense (29 GW) se encuentra en la cuenca del río Columbia, con un 14 por ciento de la capacidad hidráulica ubicada en California (14 GW). Las represas hidroeléctricas de California representan del 10 al 15 por ciento del suministro eléctrico del Estado. Producto de esa concentración, California tuvo que restringir el uso del agua en los hogares a partir de una fuerte sequía producida el año pasado. La concentración no es buena en ninguna de sus aristas.
La segunda cuestión que rebela la concentración en la generación hidroeléctrica es que la potencia instalada de la Patagonia representa el 4,6 por ciento del total. Tal cual había sido pensado y aprobado el proyecto de las represas sobre el río Santa Cruz, la provincia podría aportar otros 1740 MV de energía, un 335 por ciento de lo generado actualmente.
De esta manera, la región pasaría a representar el 17,6 por ciento de la generación (2259 MV), mientras que la región del Comahue y NEA, que todavía representan el 67 por ciento, caerían 13 puntos porcentuales (54 por ciento). En el diseño integral del Plan Hidroeléctrico lanzado en 2009, esta diversificación es presentada como una mayor seguridad energética.
“A partir de la interconexión eléctrica del país realizada en estos últimos años, la Patagonia puede aportar al Sistema Argentino de Interconexión para que su electricidad se funda con la del resto de las regiones y provincias. Asimismo, debe tenerse en cuenta que la interconexión eléctrica ha permitido igualar todos los costos de generación (generación y transporte en todas las provincias interconectadas las fija el Estado nacional)”, analizó el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC).
Con la energía aportada por las represas tal como fue diseñado el proyecto, la Argentina dejaría de importar combustibles (gas sobre todo) por cerca de 1.100 millones de dólares.
La licitación
Las obras para la construcción de las represas se adjudicaron en agosto de 2013 a la UTE integrada por Gezhouba (China), Hidrocuyo y Electroingeniería (ambas argentinas). En 2010, el consorcio integrado por las empresas IMPSA (Argentina), Corporación América (Argentina) y Camargo Correa (Brasil) no lograron el financiamiento que el proyecto requería. Luego de una extensión de casi dos años, los gobiernos nacional y provincial (Santa Cruz) dieron por cerrado este primer proceso licitatorio.
Hay que recordar que para 2010, el mundo seguía convulsionado por la crisis financiera internacional, cuyo primer estallido ocurrió en 2008 con la crisis de las hipotecas subprime.
Recién en agosto de 2012 se inició una nueva licitación. Seis meses más tarde (febrero/marzo 2013), hubo 5 ofertas con la participaron de 21 empresas (14 argentinas, 2 brasileñas, 2 chinas, 1 francesa, 1 coreana y 1 española). La preselección ocurrió en junio del mismo año con 4 ofertas, hasta que en agosto finalizó todo el proceso.
A partir del acuerdo con China, el financiamiento de 4.700 millones de dólares es aportado por tres bancos: CDB, ICBC y Bank of China. Este préstamo se repagará a partir de la venta de la energía que generen las dos represas.
Es la geopolítica…
China había comenzado a cumplir su parte del trato. Tal es así que en enero le reclamó al actual Gobierno nacional el pago de comisiones e intereses por 15 millones de dólares.
La alianza con China llevada adelante por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no fue neutral. El país de Mao Zedong es el principal comprador mundial de trigo, soja, arroz y carne, y primer prestamista de los países de América Latina. Supera en créditos al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo. Es el mayor financista del Tesoro estadounidense y primer poseedor de reservas internacionales. Es el segundo PBI del mundo.
Según los investigadores Marcos Antonio, Macedo Cintra y Eduardo Costa Pinto, el aumento del peso comercial de China fue a costa de los Estados Unidos y Europa. Entre 2002 y 2011, el peso de Norteamérica en las exportaciones latinoamericanas bajaron del 57,4 al 35,1 por ciento, y del 47,1 al 30,3 por ciento las importaciones originadas en USA (Revista Voces en el Fénix).
Al gobierno de Mauricio Macri no le convenía iniciar un conflicto diplomático con China en el caso hipotético de dar de baja las represas (aunque aún queda por resolverse el caso del buque pesquero derribado). El peso de China en el mundo podría ser un argumento suficiente para no romper dichas relaciones. Pero también lo es el peso de ese país dentro de la Argentina.
China sigue siendo el destino principal de la soja que se produce en el país, lo que implica ingresos de divisas nada despreciables para el Gobierno en un contexto donde el Banco Central dejó de sumar divisas. El otro dato que hacía suponer que las represas continuarían es que el BCRA está haciendo uso del swap con China, concretado durante la administración anterior. Dejar caer las represas era dejar de contar con el swap que, pese a que fue criticado en un primer momento, el Gobierno y el BCRA hicieron uso de él.
Y por si no alcanzaran estos argumentos, hay un tercero: varios gobernadores le advirtieron a Macri que si suspendía las represas, con un previsible conflicto diplomático, lo más probable era que dicha potencia decidiera levantar sus otras inversiones en el país. Uno de esos pedidos llegó directamente de Córdoba, donde Macri ganó con casi el 70 por ciento de los votos.
Los principales desembolsos en Inversión Extranjera Directa (IED) de China se concentraron en los últimos años en Argentina, Venezuela, Brasil y Perú.
El nuevo proyecto
Según indicó el Vicegobernador de Santa Cruz a Tiempo Sur, el proyecto del Gobierno sería reducir la potencia de 1740 MV a 1300 MV, a partir de sacarle 3 turbinas al proyecto. Si bien lo relevante para la provincia es que la obra se concrete, esta posible modificación traería aparejados otros cambios.
El proyecto original había sido pensado para actuar en momentos pico y no en momentos base. El Gobierno ahora quiere darle un uso continuo.
¿Por qué esa modificación?, le preguntó este diario a Pablo González. “Aranguren dice que no hay capacidad para transportar los 1740 MV, por lo que habría que construir una línea de 1000. Por eso el cambio”, respondió el Vicegobernador.
En realidad, el proyecto original contempla la construcción de una línea de 500 para transportar la energía generada por las represas. La explicación de este cambio podría ser que la energía generada por las represas será distribuida solamente a los grandes centros de consumo, sin la posibilidad de generar excedentes para la Patagonia.
Claves
*Las represas hidroeléctricas podrían generar un ahorro en la importación de gas de 1.100 millones de dólares.
*Este tipo de energía es renovable, de cero emisión de gases contaminantes. Además, se complementa con la generación de energía eólica.
*La utilización del río Santa Cruz para generar energía ya había sido pensado por el ingeniero Mariano Castillo en la década del ´70.
*Actualmente, la Patagonia genera el 4,6 por ciento de la energía hidroeléctrica, que está fuertemente concentrada en el Comahue y el NEA.
*De construirse ambas represas con la potencia planificada, la Patagonia pasaría a representar el 17,6 por ciento de la generación hidroeléctrica.
*Este incremento para la región representa una mayor seguridad energética al diversificar no sólo la fuente sino también su localización.
*Según el Vicegobernador de Santa Cruz, el Gobierno ya tomó la decisión de continuar con el proyecto, aunque le reducirán potencia.
*El gobierno de Mauricio Macri quiere reducir la generación a 1300 MV y que la energía generada sea utilizada solamente en los centros de alto consumo
*Al Gobierno no le convenía clausurar el proyecto, ya que China es la segunda economía del mundo y posee otras inversiones en el país.
*El Gobierno recibió un planteo de gobernadores para continuar con las inversiones chinas.