El 2014 ya se había multado a la compañía minera por no realizar obras de mitigación en la zona afectada. Guardaparques de Conaf dieron la alerta.
Tras conocerse la Sanción de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), contra la Compañía Minera Maricunga en la que deberán cerrar los pozos que mantienen en el sector del humedal Pantanillo, se dio cuenta de diversos estudios que se debieron hacer para llegar al dictamen sobre lo ocurrido.
Primera multa
“La afectación o desecamiento de la vega Pantanillo, que es parte del sitio Ramsar, fue detectado en patrullajes de rutina por parte de guardaparques del Parque Nacional Nevado de Tres Cruces el año 2012 y del cual se observó por parte de Conaf que aumentaba su superficie en el año 2014”, destacó Ricardo Santana, director regional de Conaf.
La Corporación Nacional Forestal (Conaf), informó el 2012 acerca de la situación de afectación del humedal de Pantanillo en ordinarios dirigidos a la Seremi de Agricultura de Atacama, al Servicio Agrícola Ganadero (SAG), al Servicio de Evaluación de Ambiental (SEA) y a la Dirección General de Agua (DGA).
Con estos documentos se dio inicio a la intervención de los servicios involucrados en el tema y lo principal, al proceso sancionatorio llevado a cabo por parte de la Comisión de Evaluación, denuncia realizada por el SAG.
Debido a la investigación ejecutada por los diversos servicios el 2014 la misma faena fue multada en enero por la Comisión de Evaluación de Atacama con 500 UTM ($20.467.000), por el incumplimiento de medidas de mitigación ante la disminución del caudal de agua presente en la zona.
Cierre de pozos
Mediante un trabajo mancomunado se detectó, a mediados de 2014 que la afectación había aumentado, este trabajo determino que esta extensión era de 70 hectáreas, lo que inició un nuevo proceso ante la Supérintendencia de Medio Ambiente (SMA).
El director regional de Conaf destacó que “existiendo antecedentes de afectación de humedales altoandinos, la Superintendencia de Medio Ambiente coordinó visitas al sector y Conaf y otros servicios aportaron la información de la afectación de las vegas, bofedales y su evolución”.
Sobre el plan de acción Santana fue claro en que “Conaf ha trabajado en fortalecer la administración y protección del sitio Ramsar y del Parque Nacional, además, de desarrollar informes para aportar al proceso sancionatorio que llevó la Superintendencia de Medio Ambiente”.
El 2013 el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), inició los estudios que realizó para determinar el impacto en la vegetación de los humedales Ciénaga Redonda, Barros Negros y Pantanillo, entre los años 1995 y 2012, áreas insertas en el área del salar de Maricunga, daños que han sido asociados a la actividad minera de la zona.
El análisis fue presentado el 2014 por el encargado nacional de gestión ambiental del SAG, Mario Ahumada, y en base a imágenes satelitales que demuestran una afectación en la vegetación en los tres sitios, un área de alta fragilidad biológica e incluida como sitio Ramsar de la región, de importancia internacional. La situación afecta especialmente la vida de la vega Pantanillo, donde el informe constató prácticamente la desaparición del humedal de 14 hectáreas.
De acuerdo a lo que el profesional afirmó en 2014, el estudio demostró que más allá de la situación de Pantanillo, el impacto continúa avanzando hacia las vegas Barros Negros-Valle Ancho y Ciénaga Redonda, abarcando el corredor biológico en general presente en la zona. Estima que aproximadamente 70 hectáreas están ya afectadas.
Debido a estos estudios, que cuando comenzaron constataban que 40 hectáreas eran afectadas, aumentando en 30 al finalizar, se llegó a la sanción que emitió la semana pasada la SMA.
La empresa sigue funcionando con normalidad a la fecha y comunicó que apelará ante el correspondiente Tribunal Ambiental. “La Compañía discrepa de los argumentos sobre los que se basa la Resolución de la SMA. Como lo señala la Resolución de la SMA, ésta debe ser confirmada por el Tribunal Ambiental de Santiago”.
SAG destacó flora y fauna afectada
El humedal de Pantanillo comprende una superficie de 16,1 hectáreas, clasificado en la línea base de sistema biológico del estudio de impacto ambiental (EIA) del Proyecto Refugio de la Minera Maricunga como vega con densa cobertura de gramíneas, cuyas especies principales eran Deyeuxia eminens J. Presl y Deyeuxia velutina Nees et Meyen, Deyeuxia rigescens, Puchinellia oresignea, Myriophyllum aquaticum Senecio rosmarinus, Senecio rahmeri, algas y hierbas acuáticas como Potamogeton strictus y Myoriophyllum acuaticum.
Se ven afectados lugares de vida de aves altoandinas, zorros, guanacos, vicuña, etc.
En 18 Compañía Minera Maricunga ( "MMC"), una subsidiaria de propiedad total de Kinross Gold Corporation (TSX: K) (NYSE: KGC) fue notificada en Chile de la autoridad reguladora del medio ambiente (el "SMA") de una resolución de iniciar un proceso legal que se tratará de requerir CMM para cerrar los pozos de bombeo de agua de la mina Maricunga ubicados en la zona Pantanillo de la Región III. En respuesta, Kinross desea hacer la siguiente declaración:
Kinross está comprometida con la gestión responsable del medio ambiente. CMM ha tomado numerosas medidas y realizado diversos estudios en los últimos años para entender las causas de la situación actual y mitigar, según sea apropiado y permitido, cualquier impacto de su uso de agua. Kinross desea subrayar también que la Región de Atacama ha sufrido de una sequía prolongada durante muchos años, lo que resulta en una caída en los niveles de agua subterránea en la región que no está relacionada con las operaciones de CMM.
CMM recibió recientemente la resolución y revisará a fondo con sus asesores legales. CMM responderá dentro de los plazos señalados por la ley, y tiene la intención de presentar un recurso ante la apropiadaTribunal ambiental. CMM no está de acuerdo con las alegaciones en que se basa la resolución, y tiene la intención de defenderse vigorosamente. Como se ha señalado por el SMA en la emisión de la resolución, procesalmente la orden de cierre de los pozos de bombeo aún debe ser presentada y confirmada por laTribunal ambiental en Santiago. Además, el SMA ha declarado públicamente su intención de solicitar una medida cautelar urgente. CMM se propone de manera similar a oponerse vigorosamente a esta acción sin precedentes por el SMA.
La mina Maricunga sigue funcionando con normalidad, pero se basa únicamente en el agua de los pozos Pantanillo para apoyar sus operaciones.
Como este asunto sigue siendo objeto de acciones judiciales en curso, Kinross no puede proporcionar más detalles en este momento
Economía y Negocios
Es el mayor caso de daño ambiental detectado hasta ahora por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA). Este viernes 18 de marzo, por la tarde, la entidad fiscalizadora ordenó a Minera Maricunga, productora de oro perteneciente a la canadiense Kinross Gold, clausurar sus dos pozos de captación de agua en la zona de Pantanillo y con ello paralizar totalmente la operación de su faena, ubicada en la cordillera de la Tercera Región.
La minera da empleo a cerca de 700 personas directamente y a más de 400 como trabajadores contratistas. Al momento del cierre de esta edición, la compañía se encontraba revisando detenidamente la resolución tanto en Santiago como en su sede central de Toronto, Canadá, pero adelanta que "apelará ante el correspondiente Tribunal Ambiental".
El superintendente de Medio Ambiente, Cristián Franz, es claro en el análisis que los motivó a aplicar la sanción: "Frente a la gravedad de los hechos, el daño ambiental irreparable de un ecosistema muy frágil, hemos decidido aplicar una de las sanciones más severas contempladas en nuestra ley orgánica. Desde el punto de vista del daño ambiental, nos hemos encontrado con una de las situaciones más críticas, que ha excedido lo que hemos visto antes", sentencia.
¿Cuál es el daño que les imputa el fiscalizador como para clausurar los pozos? La autoridad culpa a Minera Maricunga de provocar "un daño ambiental irreparable sobre 69,4 hectáreas de vegetación en el humedal Valle Ancho", ubicado en las cercanías del Parque Nacional Nevado Tres Cruces, en la Región de Atacama, una vasta área donde habitan varias especies vulnerables, como flamencos, guanacos y vicuñas.
La autoridad ambiental detalla que sin los pozos, la minera no puede operar, porque son las únicas fuentes de agua de que dispone. Y explica que para acceder a nuevas fuentes de abastecimiento hídrico, "la empresa tiene que pasar por el sistema de evaluación de impacto ambiental para autorizar el uso de esa agua u obtener los permisos respectivos si es que usa agua desalada".
Esta medida extrema la explica Cristián Franz como una forma de preservar otras 73 hectáreas de humedal que aún quedan, y buscan evitar que estas también se sequen.
En concreto, la SMA acusa a la minera Kinross de la "omisión de ejecutar las acciones necesarias para hacerse cargo de los impactos ambientales no previstos, consistentes en la disminución del nivel freático en la cuenca Pantanillo-Ciénaga Redonda y el consecuente desecamiento de, al menos, 70 hectáreas de humedales ubicados en el Complejo Lacustre Laguna del Negro Francisco y Laguna Santa Rosa, y el riesgo inminente de expansión del área afectada a aproximadamente 73 hectáreas adicionales de humedales", según consigna en el expediente del caso.
El superintendente explica que esta situación de desecación afecta a la flora, pero también a la fauna del lugar. Así, impacta en tres especies de flamencos sudamericanos, también a otras aves consideradas como "vulnerables" -como el piuquén y la tagua cornuda-, así como a la gaviota andina. Por otro lado, entre los mamíferos se encuentra el guanaco y la vicuña, ambos catalogados como especies "en peligro".
La situación es especialmente crítica en las especies de flamencos, que por ser migratorias se encuentran especialmente expuestas a los cambios en su hábitat.
Por todo esto, la Superintendencia remitió el caso al Consejo de Defensa del Estado (CDE), que evalúa si activará alguna acción legal contra la empresa por el perjuicio provocado en la zona, dado que el área afectada -que forma parte del ya mencionado complejo lacustre- está protegida mediante la Convención de Ramsar, que es un organismo internacional encargado de resguardar humedales en el mundo.
Adicionalmente, la SMA explica que como esperan que la empresa apele de la resolución, van a pedir al Tribunal Ambiental que autorice, "como medida urgente y transitoria, la clausura temporal de los pozos".
En la SMA dicen que la misma faena ya fue multada en enero de 2014 por autoridades regionales, con 500 UTM ($20,4 millones de ese año).
Minera Maricunga es clave en la economía de la Región de Atacama, una zona donde el 43% del PIB se explica por la minería.
La faena es una extracción a cielo abierto y se emplaza a unos 120 kilómetros al este de la ciudad de Copiapó, en la alta cordillera, sobre los 4.200 metros sobre el nivel del mar. Produce entre 230 mil y 250 mil onzas de oro al año. Aunque opera desde 1996, la mina detuvo la producción en 2001, para retomarla luego en 2005.
Para poder funcionar, la minera usa dos pozos de agua, con un consumo medio autorizado de 95 litros por segundo.
Kinross Chile dice que, hasta ahora, la Minera Maricunga no ha detenido operaciones y de plano desestima ser la responsable de la situación y la desecación.
"La Región de Atacama ha sufrido de una severa sequía durante los últimos años, lo que se ha traducido en un descenso de las napas subterráneas en toda la región, que no tiene relación con las operaciones de la compañía", plantea al ser consultada por "El Mercurio".
Es más. Maricunga señala que "está comprometida con un manejo ambiental responsable" y hace ver que, a lo largo de los años que ha operado en Chile, ha adoptado numerosas medidas y llevado a cabo diversos estudios, "tanto para comprender mejor las causas de la actual situación, como para mitigar los posibles impactos que pueda haber causado el uso del agua en su operación".
Un profesional de la firma explicó que Maricunga alertó a la autoridad de la situación de sequía e implementó un plan de rehabilitación para remediar el daño, programa que, lamentablemente, no fue efectivo, señalan en la empresa.
Tras esto, la firma estuvo dos años, entre 2012 y 2014, tramitando ante el Gobierno un plan adicional para evitar el desecamiento de la zona. La tardanza de la autoridad en autorizar dicho programa fue un factor clave en la desertificación de Valle Ancho, señalan fuentes de la empresa.
Esta no es la primera sanción de la Superintendencia de Medio Ambiente a la operación de Kinross. En 2014, la autoridad multó a la minera con US$ 4,5 millones, pero la sanción fue rechazada en el Tribunal Ambiental.
Otras multas a mineras
Aunque esta es la mayor sanción pedida por la SMA, no es el único caso de medidas contra compañías mineras. Ya se han cursado multas a Pascua Lama (Barrick); Caserones (Nippon y Mitsui) y a Sierra Gorda (la polaca KGHM), entre otras.
El mismo superintendente definió que dentro de sus prioridades de fiscalización está la industria minera, responsable del 53,2% de las exportaciones del país en 2015. Y pese a la dura fiscalización de que ha sido objeto la industria minera, la autoridad sostiene que esta industria puede compatibilizar la actividad que realiza con el cuidado del medio ambiente y que, de hecho, muchas compañías mineras que operan en el país cumplen con las normas.
Según Gustavo Lagos, académico del Centro de Minería de la UC, las numerosas sanciones que se han registrado en materia ambiental en este ámbito se deben a varios factores. El primero de ellos es que solo desde 2012, con el establecimiento de la SMA y luego del Tribunal Ambiental, hay una fiscalización efectiva y un seguimiento a los compromisos adquiridos por las empresas en las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA).
Otra causa es que, en su afán de lograr las autorizaciones ambientales, muchas mineras se comprometieron a mediciones imposibles de realizar por la cantidad de parámetros involucrados, sostiene Lagos. "Las RCA están mal hechas; hay que repensar su elaboración, su contenido y su extensión", dice. "Algunas de ellas son ininteligibles e inaplicables", comenta.
"Desde el punto de vista del daño ambiental, nos hemos encontrado con una de las situaciones más críticas, que ha excedido lo que hemos visto antes".Cristián FranzSuperintendente de Medio Ambiente
La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) procedió a sancionar con la clausura definitiva de sus pozos de extracción de agua a la Sociedad Contractual Minera Maricunga S.A., minera que extrae oro en Tierra Amarilla, luego de comprobar que debido a su acción se han desecado al menos 70 hectáreas de humedales ubicados en el complejo lacustre Laguna del Negro Francisco y Laguna Santa Rosa, ubicados en la zona cordillerana de la Región de Atacama. Además, existe el riesgo inminente que la zona afectada se amplíe a otras 73 hectáreas.
“Frente a la gravedad de los hechos, nos hemos visto obligados a aplicar una de las sanciones más severas establecidas en la Ley Orgánica de la SMA. La compañía no podrá seguir extrayendo agua de los pozos ubicados en el sector de Pantanillo, pues se ha confirmado que su operación provocó un daño ambiental irreparable al Complejo Lacustre Laguna del Negro Francisco y Laguna Santa Rosa”, indicó el Superintendente del Medio Ambiente, Cristián Franz.
La sanción fue definida el viernes. Sociedad Contractual Minera Maricunga fue fiscalizada en 2014 y 2015 por profesionales de la SMA, SAG y Conaf, entre otros. La misma faena fue multada en enero de 2014 por la Comisión de Evaluación de Atacama con 500 UTM ($20.467.000), por el desecamiento del humedal aledaño de Pantanillo.
La SMA explicó que debido a la gravedad del desecamiento, se realizaron fiscalizaciones en terreno y se analizaron imágenes satelitales para el período 1985 a 2015. Con esto se acreditó que existen 70 hectáreas del humedal Valle Ancho que se han desecado, mientras que otras 73 hectáreas se encuentran con riesgo de desecamiento en el corto plazo.
Cabe destacar que el humedal de Valle Ancho se encuentra entre las Lagunas Negro Francisco y Santa Rosa, en el corredor biológico Pantanillo-Ciénaga Redonda, aledaños al parque Nacional Nevado Tres Cruces. Adicionalmente, esta zona fue incorporada por Chile a la lista de la Convención Internacional sobre los Humedales (Ramsar), que protege estas áreas dadas sus funciones ecológicas fundamentales como reguladores hidrológicos y como hábitat de flora y fauna, especialmente de aves migratorias.
El sitio Ramsar alberga la denominada “Comunidad de los Salares”, que debido al desecamiento del humedal corre serio riesgo. Entre las especies que integran dicha comunidad se destacan 3 especies de flamencos andinos: el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis); (ii) la parina grande (Phoenicoparrus andinus) y (iii) la parina chica (Phoenicoparrus jamesi).
Estas tres especies de flamencos se encuentran catalogadas como vulnerables, al igual que el piuquén (Chloephaga melanoptera), la tagua cornuda (Fulica cornuta) catalogada como “vulnerable”; y la gaviota andina (Larus serranus), considerada “rara”. Por otro lado, entre los mamíferos se encuentra el guanaco (Lama guanicoe) y la vicuña (Vicugna vicugna), ambas catalogadas “en peligro”.
“Existe en este territorio una biodiversidad de enorme valor -integrada por especies como los flamencos, la gaviota andina, los guanacos y las vicuñas- que, producto del daño provocado a su hábitat, podrían desaparecer de allí para siempre. Por lo mismo, enviaremos estos antecedentes al Consejo de Defensa del Estado, ya que en el caso de un daño al medio ambiente como el que enfrentamos, dicha entidad debe perseguir judicialmente las responsabilidades que correspondan de los autores de dicho daño”, indicó Franz.
La SMA deberá enviar en consulta la clausura definitiva de los pozos de extracción de agua de la minera al Tribunal Ambiental de Santiago.