1. El menor ritmo de crecimiento desde 2013. La recuperación en EEUU está lastrada por la situación de volatilidad e incertidumbre en la que vive el resto del mundo. Por este motivo, la Reserva Federal (Fed) se ha visto obligada a reducir sus previsiones de crecimiento del PIB en el país. Si en diciembre esperaba un crecimiento del 2,4%, en línea con el ritmo de los dos últimos años, ahora espera un avance del 2,2%, en lo que sería su peor año desde 2013.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, también ha reconocido que la inversión es un motivo de preocupación, ya que se ha frenado el esfuerzo del país en el sector del fracking. Los bajos precios del petróleo y del gas natural han llevado a las empresas estadounidenses a replantearse sus proyectos de inversión, lo que ha afectado a la creación de empleo y contribuye de forma negativa a las previsiones del PIB. “El crecimiento económico parece estar avanzando a un ritmo más débil que hace unos meses”, apuntó Yellen durante la rueda de prensa posterior a la reunión de tipos.
De hecho, el fuerte descenso que ha vivido el precio del petróleo en el inicio del año ha llevado a la Fed a revisar a la baja su previsión de inflación para este año. Y en sólo tres meses ha tenido que dar un buen tijeretazo a esta proyección, que pasa del 1,6% hasta el 1,2%. Sin embargo, para 2017 ya espera que se sitúe en el 1,9%.
La Fed también ha recortado su previsión de crecimiento del PIB para 2017, que pasa del 2,2% hasta el 2,1%. Y de cara al largo plazo, la entidad confía en que el ritmo de la economía se mantenga en línea con su objetivo del 2%.
2. No se pueden subir los tipos. Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) discutieron sobre la idoneidad de subir los tipos de interés en esta reunión. De hecho, Esther L. George quiso subirlos en un cuarto de punto, pero finalmente, la mayoría se decantó por mantenerlos en el nivel actual, entre el 0,25% y el 0,5%, nivel en el que están desde diciembre después de que la Fed realizara su primera subida en casi una década.
Yellen explicó el motivo de esta decisión, que no es otro que el miedo a la volatilidad financiera. Los mercados globales asustan, y mucho, en EEUU. “La decisión de mantener los tipos de interés sin cambios refleja las implicaciones para la economía de Estados Unidos de la debilidad de los mercados financieros globales”, indicó Yellen.
3. La normalización será más lenta. El camino que se marca ahora la Fed para normalizar su política monetaria es mucho más lento. Tanto, que ahora prevé la mitad de subidas de los tipos de interés para este año: sólo dos alzas, mientras que en diciembre confiaba en que hubiese cuatro. De este modo, según las previsiones de los miembros de la Fed, los tipos cerrarán el año en el 0,75/1%, frente al 1,25/1,75% que estimaban hace tres meses.
La política de la Fed será más acomodaticia, no para los próximos meses, sino para siempre. O eso es lo que están pensando los miembros del FOMC. La entidad rebajó su proyección de los tipos de interés a largo plazo hasta el 3,25%, frente al 3,5% que estimaban en diciembre. Pero esto es más sorprendente si se compara con el 3,75% que ha estado en la estimación tradicional de la Fed.
Estos 50 puntos básicos más bajos reflejan un cambio fundamental en la concepción de la política monetaria para los próximos años, que será más acomodaticia, lo que responde a un mundo con una tasa de ahorro elevada (en gran medida por el envejecimiento) y con un ritmo de crecimiento bajo (tal vez hacia el estancamiento secular).
4. Lo mejor: el empleo. La economía de EEUU, y también la de todo el mundo, tienen su gran esperanza puesta en el mercado laboral estadounidense. Pero es más que una esperanza: es el mayor motivo de optimismo actual. “Un abanico de indicadores recientes, incluyendo la subida de los salarios, dan una fuerza adicional al mercado laboral”, explicó la entidad en un comunicado.
El buen ritmo del empleo en EEUU es el principal factor de crecimiento en el país y también el indicador que permite a la Fed pensar que la recuperación va a permitir futuras subidas de los tipos de interés en el país. Por este motivo, la entidad ha rebajado su previsión de la tasa de paro para 2017: si en diciembre esperaba que cerrara el próximo año en el 4,7% actual, ahora cree que caerá hasta el 4,6% y para 2015 espera un descenso hasta el 4,5%; una situación que está ya casi en línea con la consideración del “pleno empleo” en el país (contabilizando sólo la población activa).
5. Día a día. Si algo ha aprendido la Fed en los últimos años es que no puede anticipar ninguna decisión. Cada tres meses cambia casi por completo todas sus estimaciones y proyecciones: por ejemplo, en diciembre esperaba cuatro subidas de tipos y ahora sólo dos. Este hecho refleja bien que los miembros de la entidad no se ajustan a ningún guión, sino que van decidiendo su política monetaria reunión a reunión.
Yellen lo volvió a dejar claro. Este es un año complicado en EEUU, tanto por las elecciones, como por la volatilidad de las previsiones económicas y los mercados, por eso, cualquier hoja de ruta se puede cambiar en cualquier momento en función de cómo vayan los indicadores. "Dependerá de los datos", es la nueva coletilla de la institución. Todas sus estimaciones y proyecciones pueden ser papel mojado en abril. Toca vivir al día.
Lo que parece claro es que la Fed no quiere investigar en los tipos negativos, como anticipó Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo. El camino de la Reserva Federal está claro: seguir subiendo los tipos de interés a medida que la economía lo permita. Y, por el momento, no quiere abrir la puerta a otras posibilidades.
Economista
El metal subió 2% el miércoles, a 1,260 dólares la onza, avanzando con fuerza después de que la Reserva Federal indicó que Estados Unidos sigue enfrentando riesgos por la incertidumbre de la economía global que presiona al dólar.
La Fed mantuvo estables las tasas de interés tras su reunión de política de dos días, como se esperaba. No obstante, nuevas proyecciones de los funcionarios mostraron que esperan dos alzas de un cuarto de punto para fines de año.
El dólar bajó tras el comunicado, cayendo 0.6% frente a una canasta de destacadas divisas, una fuente de apoyo para el metal precioso.
El oro al contado repuntó 2.3%, a 1,260.61 dólares la onza, tras haber caído hasta 0.4%, a 1,226.87 dólares, antes del comunicado.
Los futuros del oro en Estados Unidos para entrega en abril cerraron con un declive de 0.1%, a 1,229.80 dólares la onza, antes del comunicado.
La volatilidad en los precios de las acciones y del petróleo, una serie de datos económicos mixtos y preocupaciones sobre el crecimiento global han limitado las expectativas de más alzas en las tasas, lo que ha permitido que el oro gane más de 17% en el 2016.
Se esperaba que los funcionarios de la Fed dejaran sin cambios las tasas a corto plazo, mientras indicaban que no está lejano un aumento, siempre que el mercado laboral y la inflación sigan mejorando. El oro es muy sensible a la perspectiva de que suban los tipos que elevan el costo de oportunidad de mantener lingotes —que no rinden intereses— e impulsan al dólar.
Entre otros metales preciosos, la plata imitó el avance del oro y ganó 1.9%, a 15.55 dólares la onza; mientras el platino subió 2.2%, a 975.90 dólares la onza, y el paladio ganó 1.9%, a 575.50 dólares la onza.
Hay una escalada de violencia en el Medio Oriente por lo que debería comprar oro. El BCE planea expandir el QE por lo que debería comprar oro. Los terroristas atacaron Francia… por lo que debería comprar oro. Incluso he oído a un analista sugerir que se compre oro antes de un fin de semana de vacaciones simplemente “por si acaso” hay un ataque terrorista… razón por la cual usted debería comprar oro. Y ahora que el mercado de valores de Estados Unidos está, supuestamente, fundiéndose… deberíamos comprar oro. Si bien el precio del oro ha repuntado últimamente, el año pasado llegó a mínimos no vistos en mucho tiempo…
La locura simplemente no termina. Cada día que pasa vemos otra razón errónea para “simplemente comprar oro”. Al final, han estado repitiendo el mismo mantra una y otra vez desde la caída de los máximos de 2011, sin ninguna comprensión de cómo funciona el mercado.
Como inversor, se debe entender siempre el “por qué” y el “cuándo” uno debe ser un comprador de oro. De hecho, hay muchas razones por las cuales las personas compran oro. Algunos van a comprar oro como trading. Otros, simplemente van a comprar como inversión. Y, hay un número de personas que lo compran como un “seguro”. Por lo tanto, antes de comprar, usted debe entender qué tipo de comprador es para que primero pueda entender el “por qué” de sus compras de oro. Una vez que entienda su propio “por qué”, entonces puede empezar a trabajar en el “cuándo”.
Vamos a empezar con los que compran oro como un seguro. Ahora bien, no estoy opinando sobre si es correcto o incorrecto utilizar el oro como un seguro en cualquier punto del tiempo, sino que simplemente estoy reconociendo que hay un gran grupo de gente que “siente” que necesita poseer oro como un seguro y me dirijo a ese tipo de inversores.
Piense en ello: Cuando usted compra un seguro de salud, un seguro de discapacidad o un seguro de automóvil, ¿intenta esperar a realizar su compra hasta cuando el precio baje?. No. Simplemente compra cuando siente que lo necesita o cuando caduca su póliza anterior. Así es como muchos ven sus compras de oro. Y no es una perspectiva razonable en absoluto.
El principal error cometido por estos compradores es que hay un punto en el que se han asegurado en exceso, al igual que con cualquier otra póliza de seguro. Si somos honestos con nosotros mismos, nos daremos cuenta de que hay una cantidad limitada de seguros necesarios y no seguiremos comprando más y más seguros cada mes.
Cuando un comprador de “seguro” de oro llega a ese punto, se ha movido sin querer a la clasificación de “inversor”, pero se niega a reconocer este punto de vista. Más bien, se llaman a sí mismos “stackers”, mientras que otros los etiquetan como “escarabajos de oro”. Pretenden estar comprando oro como seguro, pero está bastante claro que están asegurados de manera excesiva. Si fueran verdaderamente honestos con ellos mismos reconocerían que poseen demasiado como para considerarlo un verdadero “seguro” y una parte -a menudo una parte importante- de sus participaciones en realidad, se están manteniendo como inversión o incluso, me atrevería a decir, especulación.
A continuación, veamos el grupo formado por traders/inversores. La única diferencia real entre estos dos tipos es el horizonte temporal de la compra, con el grupo inversor manteniendo claramente el horizonte temporal más amplio en el que tratan de sacar provecho. Pero para ambos, las entradas y salidas de sus posiciones son de suma importancia.
Su objetivo debería ser comprar a los precios más bajos y luego vender a los precios más altos en sus respectivos marcos de tiempo. Por lo tanto, necesitan una herramienta objetiva para poder identificar cuándo han logrado precios relativamente bajos o altos. No pueden “simplemente comprar oro”. Necesitan un plan o no van a ser capaces de maximizar su potencial de ganancias.
Vamos a volver a la premisa con la que comenzamos este artículo. Muchos han sugerido la compra de oro en varias ocasiones en los últimos años por una letanía de razones. Pero, a fin de cuentas, ningún elemento de su análisis ha ayudado a ninguno de los tipos de compradores. Los compradores de seguros van a comprar a cualquier precio, por lo que realmente no importa la razón por la que el precio del oro va a subir. Y está muy claro que los inversores y traders que actuaron desde este punto de vista lo han hecho bastante mal. Por lo tanto, me pregunto de nuevo quién se ha beneficiado de cualquiera de estas perspectivas que han desfilado por el mercado semana tras semana, a medida que surgen nuevas noticias.
Insto a todos los participantes del mercado -que no sean los verdaderos compradores de seguros– a identificar por sí mismos una metodología objetiva con la que entrar y salir del mercado en lugar de seguir ciegamente lo que claramente no ha funcionado durante años. Y, por favor, no trate de engañarse a sí mismo con la idea de que siempre está comprando como seguro, ya que puedo asegurarle que está “excesivamente asegurado” en base a esa perspectiva. De hecho, probablemente ya habrá entrado en el campo de los autoproclamados “stackers”, que a fin de cuenta son sólo malos inversores que buscan una etiqueta aparentemente mejor