Posibles respuestas a la contramemoria chilena fueron planteadas y analizadas entre el 14 y 15 de marzo por el equipo jurídico de Bolivia, quienes se reunieron en La Haya. El plazo para que el vecino país presente su documento vence el próximo 25 de julio.
"Se ha analizado una serie de estrategias jurídicas preparándonos para las diferentes hipótesis que podría contener la memoria chilena, que será de conocimiento de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el próximo 25 de julio”, informó ayer el procurador general del Estado, Héctor Arce Zaconeta, en contacto con la red Patria Nueva.
Arce no dio detalles sobre las posibles hipótesis que pretenden contrarrestar el contenido del documento chileno. Sin embargo, el 5 de noviembre del año pasado se realizó un encuentro en La Paz en el que se plantearon posibles escenarios. Asistieron Arce, el vocero de la demanda marítima, Carlos Mesa, y los exministros de Relaciones Exteriores Gustavo Fernández y Javier Murillo.
Ahí se habló de que Chile iba a plantear que hubo "oportunidades perdidas” por culpa de Bolivia, tratará de responsabilizar al país de interrumpir el proceso de diálogo como en 1978, intentarán demostrar que nunca hubo ofrecimiento de dar acceso soberano, también que Bolivia perdió territorio con sus vecinos y que al único que le reclama es a Chile.
Ayer el Procurador se reservó la difusión de los temas de la reunión en La Haya por cuestiones de estrategia y lo único que pudo adelantar fue que también se acordó el cronograma de actividades a ser desarrollado de manera conjunta por los asesores internacionales, Diremar, la Cancillería y el Procurador General. Este plan será puesto a conocimiento del Presidente los próximos días.
En este cronograma no se menciona a expresidentes ni excancilleres. El vicepresidente, Álvaro García Linera, dijo el lunes que se ratifica a los voceros de la causa marítima, entre ellos Carlos Mesa, a quien el Gobierno criticó por su posición política.
El abogado y exembajador de Chile José Rodríguez Elizondo escribió un artículo sobre una presunta "revancha política” entre el actual vocero de la demanda marítima boliviana, Carlos Mesa, y el presidente Evo Morales.
El exdiplomático recordó que Mesa no logró ser un buen político, pero que logró un excelente papel cuando Morales lo nombró como vocero de la demanda. Evo intentó obligarlo a seguir su línea política y la jugada le salió contra suya.
Rodríguez afirmó que Mesa logró situarse como un posible candidato presidenciable, luego de la entrevista que le hizo la televisión estatal de Chile, porque salieron a relucir sus virtudes intelectuales.
El abogado chileno aseguró que Mesa ya no es el político desbordado por el líder del MAS, y que Morales ya no es el líder invencible desbordado por la superioridad intelectual de Mesa. "En términos boxísticos, lo que se prepara en Bolivia es nada menos que la revancha del siglo”.
Karen longaric
Hay que diferenciar entre el trabajo que hace el equipo jurídico y la campaña de información que a nivel internacional realiza el expresidente Carlos Mesa. El trabajo que realiza el equipo jurídico contratado por el Gobierno está orientado a convencer a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la solidez jurídica de la demanda boliviana y con argumentos jurídicos lograr una sentencia favorable a Bolivia. Esta es una tarea estrictamente jurídica, que influirá positiva o negativamente en el ánimo de la Corte.
Por su parte, el trabajo que realiza Mesa está orientado a sensibilizar a la comunidad internacional informando sobre los datos históricos del conflicto marítimo y el contenido de la demanda presentada en la CIJ. Esta es una tarea política, desplegada en el marco de la política exterior boliviana, que influye en el ánimo de nuestros interlocutores internacionales, es decir, otros estados u organismos internacionales.
La actitud del Gobierno sobre Mesa podría inducir a pensar que el interés político partidario del MAS estaría por encima del magno interés que tiene el tema marítimo, más allá del aporte real de Mesa en este asunto. Hay el peligro de que el tema marítimo sea utilizado para ganar contiendas políticas internas de coyuntura o también para exaltar personalidades, así tarde o temprano esos intereses o propósitos se sobrepondrán al tema mismo, debilitándolo seriamente.