Julián Alcayaga*
En las últimas semanas ha resurgido el tema del royalty minero, a raíz del escándalo que generado por los correos electrónicos entre Patricio Contesse, entonces Gerente General de SQM y el entonces senador Pablo Longueira. Aprovechamos la ocasión para sacar del olvido una columna sobre el royalty de Piñera, publicada el año 2010 en diversos medios electrónicos. Al final actualizaremos esa información, confirmando que el royalty de Piñera resultó ser realmente escandaloso, aunque quizás no tanto como el de Lagos.
A los pocos días del terremoto y ante la magnitud de los recursos necesarios para afrontar los daños de esa catástrofe, gran parte de la población e incluso los medios de comunicación comenzaron a señalar que el cobre y las empresas mineras eran las más indicadas para aportarlos.
Políticos de la Concertación e incluso de la derecha, argumentaron en favor de un aumento del royalty, y ni siquiera las mineras se atrevieron a sacar la voz contra una eventual alza de ese tributo. Sin embargo, al cabo de algunas semanas, pasado el primer período a la defensiva, las mineras y sus agentes en los medios de comunicación y en los partidos de derecha sacaron el habla y se opusieron tenazmente a un aumento del royalty con un argumento de peso: No se puede aplicar ningún aumento porque estas empresas gozan de invariabilidad tributaria.
Efectivamente estas empresas gozan de una increíble invariabilidad tributaria gracias al gran regalo que les hizo Ricardo Lagos Escobar quién, en mayo de 2005, hizo aprobar por la Concertación y la derecha unidas la Ley 20.026 conocida como la ley del royalty.
Esa ley fue un engaño y además un verdadero escándalo, aunque ambos aspectos sean desconocidos por la opinión pública. El primer engaño deriva del hecho que no se aprobó un royalty sino un simple impuesto específico a la minería. El segundo engaño es aún más desconocido, puesto que la ley en vez de aumentar les rebajó la tributación a las mineras. El escándalo es lo que nos convoca ahora, porque la nueva invariabilidad acordada no solo cubre el impuesto específico a la minería, sino que además otorga invariabilidad sobre una eventual y verdadera regalía minera que pudiera aprobarse en el futuro.
Esto quiere decir que, gracias a Lagos, la Concertación y la derecha unidas, Piñera y cualquier Presidente, hasta el 2017, no podrá aumentar el royalty minero.
Como Piñera quiere pasar a la historia como un Presidente que no se somete al gran empresariado, envía un Proyecto de Reconstrucción que entre otras cosas contempla una modificación del royalty a las mineras. En los hechos, un nuevo engaño, tan o más escandaloso que el royalty de Lagos.
En efecto, se pretende aumentar moderadamente el royalty durante los años 2011 y 2012, a lo sumo en 700 millones de dólares en esos 2 años. Pero como ese aumento no se le puede aplicar a las mineras en razón de la invariabilidad de la Ley 20.026, el incremento se haría efectivo siempre y cuando las mismas empresas mineras acepten “voluntariamente” ese muy moderado aumento del royalty.
Para ayudarlas a decidirse, el gobierno de Piñera les otorgó un escandaloso regalo: Prorrogarles por otros 8 años la actual invariabilidad tributaria. El escándalo nace del hecho que se aumenta el royalty en unos 700 millones de dólares en los años 2011 y 2012, y se les permite un ahorro en el pago de royalty de unos 2.500 millones de dólares anuales a partir del año 2018.
Este regalo es fácil de calcular. La actual invariabilidad tributaria vence para la mayoría de las empresas el año 2017, año de elecciones presidenciales y parlamentarias. Lo que quiere decir que a partir del 2018 las mineras debiesen pagar una verdadera regalía no inferior al 10% de las ventas, similar al 10% que Codelco paga en favor de las Fuerzas Armadas.
Las empresas concernidas venden en la actualidad alrededor de 25 mil millones de dólares cada año, y la regalía minera sería de unos 2.500 millones de dólares anuales, si pagaran un royalty del 10% sobre las ventas.
Ahora, si el 2018 aplicáramos los tributos que quiere aplicar Australia, con un precio del cobre superior a los 5 dólares la libra, con la prórroga del royalty de Piñera las pérdidas para Chile podrían sobrepasar los 70 mil millones de dólares en esos 8 años.
Con un royalty del 10% de las ventas o una tributación a la australiana a partir de 2018, el proyecto de royalty de Piñera viene a ser decenas de veces más beneficioso para las mineras que el de Ricardo Lagos.
Parece evidente que son las transnacionales mineras las que están detrás del escandaloso royalty de Piñera.
Hasta aquí lo escrito el 2010.
Ahora, en marzo de 2016, el ex presidente Piñera salió a defender su ley de royalty, tildándola de beneficiosa porque “aportó más de US$ 3.200 millones al país, para destinarlos al esfuerzo de la reconstrucción en el período 2010-2013”, lo que no corresponde a la verdad, como demostraremos.
El Anuario de Cochilco 2014, entrega la siguiente recaudación del royalty, por parte de las 10 mayores mineras privadas, desde su creación el año 2006 hasta 2014.
Salvo el año 2009, el precio del cobre siempre ha sido superior al del año 2006, que fue de 3 dólares, por lo que el royalty debió ser superior a 2006 todos los otros años excepto el 2009.
El 2011 el precio del cobre fue de 4 dólares, por lo que el royalty debió ser un tercio superior al 2006 llegando a US$ 900 millones, pero solo recaudó US$ 643 millones.
El promedio recaudado en los años 2012 a 2014, es apenas la mitad de lo recaudado el año 2006.
Las cifras lo prueban. El objetivo del royalty de Piñera no fue aportar más recursos a la reconstrucción, sino prolongar desde el 2017 hasta el año 2025 la invariabilidad tributaria de las mineras. Evitando así que el año 2017, en plenas elecciones presidenciales, se discutiera una nueva ley que recondujera la invariabilidad tributaria.
Por eso las mineras renunciaron a la invariabilidad tributaria el año 2010, para que la nueva invariabilidad se discutiera el 2010 y no el año 2017. Esa fue la gran jugada de las transnacionales mineras.
Pero Lagos también legisló en favor de las mineras el año 2006: todas tenían invariabilidad tributaria por 20 años, en virtud del art. 11 bis del DL 600. En razón de lo cual varias de ellas tenían invariabilidad más allá del año 2025. Sin embargo renunciaron a la invariabilidad tributaria para que se les aplicara el royalty de Lagos.
¿Por qué renunciaron? Porque con invariabilidad tributaria las mineras extranjeras tenían que pagar un impuesto adicional a la renta de 42%, y al renunciar a la invariabilidad quedaban con la tributación general que era y es actualmente de sólo 35%.
Es decir se les rebajó el impuesto a la renta en 7%, y se les aplicó un royalty de 4%, lo que significó que la tributación total, royalty más impuesto a la renta quedó en 39%. Si no se hubiese aplicado el royalty de Lagos hubiesen debido pagar hasta el día de hoy un 42% de impuesto adicional a la renta.
El primer año de aplicación del royalty, el 2006, el Estado perdió cerca de US$ 800 millones, gracias al royalty de Lagos.
Estos señores tan generosos con los haberes públicos, Lagos y Piñera, se preparan para ser candidatos a las presidenciales de 2017. ¿Cuál será el regalo para las mineras que financian las campañas? Muy seguramente la privatización de Codelco.
*Economista y abogado