MARCELO BONELLI
La petrolea estatal YPF confirmó que utilizó una empresa offshore de un paraíso fiscal para firmar el polémico y hasta ahora oculto contrato con Chevron. Lo hizo en un documento que presentó a la Justicia en donde admite que el multimillonario negocio no lo firmo YPF S.A., sino una compañía creada en el estado de Delaware, EE.UU., un conocido paraíso fiscal.
En el documento que presentó en sede judicial admite que el contrato con Chevron lo celebró en julio del 2013 a través de YPF Shale Oil Investement. Esta operación nunca fue informada por YPF y formaría parte del -por lo menos- irregular armado financiero que Miguel Galuccio pretendió ocultar al mantener en secreto el contrato.
El actual reconocimiento se encuentra en un escrito de 60 carillas y un anexo de 4 hojas, que se presento hace una semana a la jueza Maria Cristina Carrión de Lorenzo. Fue antes de que ayer la jueza -que imprevistamente se jubiló- ratificara que Galuccio tiene que dar a conocer en forma completa el sospechado contrato con Chevron.
En su texto, YPF intenta justificar los motivos para no dar a conocer el contenido del millonario convenio y así desconocer a decisión de la Corte Suprema de Justicia. Galuccio intentó sin éxito frenar la instrumentación del fallo del máximo tribunal, porque la difusión del convenio dejaría al descubierto un irregular sistema financiero vinculado al contrato con Chevron.
Este sistema incluiría firmas offshore no declaradas y la participación personal de directivos de YPF. La forma utilizada habría estado en conocimiento de la ex Presidenta Cristina Kirchner.
Clarín anticipo que YPF también habría utilizado otras 6 cuentas off –shore creadas en paraísos fiscales. Todas estarían a nombre de directores y funcionarios que integran el equipo de trabajo de Miguel Galuccio, en la petrolera estatal. A través de estas compañías offshore –por lo menos–, habría ingresado a YPF los fondos de Chevron.
Se trata de un desembolso inicial de US$ 1.240 millones que en lugar de ser girado como correspondía directamente a YPF, se triangularon y pasaron por cuentas de funcionarios sin ningún control.
Las cuentas habrían sido creadas por el mismo estudio jurídico que opera como agente de Chevron en el paraíso fiscal de Delaware.
También se habrían detectado que en el armado financiero otras cuentas -también de funcionarios y miembros del equipo Galuccio- creadas algunas semanas después de firmado el contrato con Chevron. Una seria la “ Compañía de Hidrocarburos No Convencional S. R. L (CHNC) y la otra -unos meses después-, la Compañía de Desarrollo No Convencional S. R. L (CDMC).
Aún se desconoce que rol cumplieron estas compañías, pero si que el capital social de las firmas tuvieron un crecimiento exponencial.
La firma offshore denominada CHNC declaró un capital social de 100.000 pesos en julio del 2013. Pero en octubre del 2014 aumento su capital a la friolera de 6.464,64 millones de pesos.