Las propuestas económicas son parte sustancial de los planes de gobierno de todos los candidatos presidenciales, por lo que temas como inversión, reducción de impuestos, reactivación económica, sueldo mínimo, formalización empresarial y otros, no están ausentes en sus planteamientos.
A ello se debe sumar una agenda ineludible que abarque, por ejemplo, la continuidad de los proyectos mineros, la eliminación de las trabas burocráticas y la promoción de cambios institucionales en el Estado, que allanen el camino para que el país continúe creciendo y avance hacia el desarrollo, opinó el vicepresidente del banco de inversión Latin Pacific, Emilio Zúñiga.
Para el analista económico, la palanca financiera del país es actualmente el sector minero, fuente que permite costear el desarrollo, “generar caja” y crear numerosos puestos de trabajo.
“Dar continuidad a los proyectos mineros es la clave en el país. Si seguimos otorgando pase a las grandes inversiones en el sector, tendremos recursos. Así el dólar se revalúe afuera, si continuamos promoviendo exportaciones no nos afectará, porque tendremos cómo amortiguar”.
El próximo gobierno, aseveró, heredará importantes proyectos como Las Bambas (Apurímac), que pronto iniciará operaciones; y la expansión de la mina Toromocho (Junín). El sector minero en el Perú goza de una “competitividad impresionante” y representa el 15% del producto bruto interno (PBI), agregó.
Estructuras
El analista puso también de relieve que los cambios institucionales, por ejemplo, en la estructura política, en el Congreso o el Poder Judicial, son fundamentales para el progreso y crecimiento del país, pese a lo cual –dice– el tema ha estado ausente en la agenda de los candidatos.
“Si no se hacen, además de lo que significa eliminar los defectos burocráticos, no se podrá crecer, por más voluntad que exista. Una expansión de 6% suena algo difícil por esta restricción. Un país no puede superar la trampa del ingreso medio si no tiene en cuenta esto”.
Tributo
Emilio Zúñiga sostuvo que proponer la reducción del impuesto general a las ventas (IGV) resulta pernicioso en una coyuntura en la que no se debe poner en riesgo, de manera innecesaria, los ingresos fiscales del país.
Respecto a la remuneración mínima vital, el especialista consideró que, más allá de “lanzar números” o proponer montos elevados, se debería establecer una política de largo plazo, incluso tomando en cuenta lo que acuerden el empleador, el trabajador y el Estado.