SIMÓN PÉREZ ALSINA
Los argentinos comenzamos en diciembre una nueva etapa que requerirá inversiones extranjeras y acompañamiento de todos desde el lugar donde se encuentren: la minería va a ser un factor muy importante en este proceso debido a las altas inversiones que atrae.
Debemos romper los mitos acerca de que es una actividad contaminante. La opción es simple: una minería responsable forma parte del programa de quienes estamos a favor de la producción, ya sea agropecuaria, petrolera, forestal o industrial, que en amplia gama se practican en todos los rincones del país.
Las riquezas, lamentablemente, no llueven; hay que generarlas para crear desarrollo y fuentes de trabajo.
Junto con la llegada del carnaval visitó Jujuy el presidente Mauricio Macri, trayéndonos con él una serie de anuncios y dándonos motivos de festejos a los norteños. Entre ellos, la construcción de autopistas que nos darán mayor conectividad en tramos que en la actualidad se encuentran saturados, y algo que se debe destacar: el anuncio de la nueva ruta aérea Salta-Lima-Salta.
Perú es uno de los países sudamericanos que más creció y más se desarrolló en los últimos años. El éxito se debió a una coyuntura internacional positiva, aprovechada por políticas públicas que beneficiaron la inversión y la iniciativa privada.
Perú tuvo un crecimiento sostenido de un 6% anual y redujo en unos pocos años su pobreza de un 54% a un 27%. El PBI creció en 10 años de US$1.500 a US$6.000 per cápita.
El principal motor de este crecimiento fue indiscutiblemente la minería, que emplea a casi un millón de peruanos. La actividad minera es generadora de innumerables fuentes de trabajo, inversiones e infinidad de beneficios para las localidades donde se instala.
En contrapartida, es absurdo que una provincia con enorme potencial, como La Rioja -entre varias otras-, tenga tasas altísimas de pobreza y desempleo. El caso contrario es San Juan, y basta visitarla para verificar cómo se desarrolló los últimos años como consecuencia, pura y exclusivamente, de la minería.
Los salteños somos privilegiados en cuanto a los recursos minerales metalíferos o no metalíferos. Inclusive contamos con proyectos que se encuentran en etapa de factibilidad; es decir, listos para empezar a funcionar.
También poseemos reservas de litio, boratos, tierras raras etc. Es decir, tenemos los mismos y hasta más recursos que nuestros hermanos peruanos. La diferencia consiste en que ellos han sabido aprovecharlos creando un contexto favorable a las inversiones y logrando un desarrollo sostenible en el tiempo.
Destaco el tema del vuelo a Lima por resultar la conexión directa con una plaza importante a nivel mundial, no solo para el turismo sino también en el desarrollo comercial y el intercambio continuo.
Muchas empresas de proyección mundial se encuentran instaladas en la capital peruana y podrán venir directamente a conocer las distintas oportunidades de inversión que podemos brindar, siempre y cuando las variables económicas nacionales nos acompañen.
Salta se encuentra ubicada en el puesto 17 a nivel mundial en un informe llamado Fraser, realizado por una consultora canadiense, y muy por encima del promedio del país en general. Esto es el resultado de una política de Estado que se viene realizando en nuestra provincia hace muchos años, que no pudimos aprovechar por las pésimas políticas económicas nacionales y la falta de seguridad jurídica que ya todos conocemos, impidiéndonos poder captar los capitales necesarios para el desarrollo minero.
Esperemos que, de a poco, con las distintas medidas que se tomen consigamos poner a nuestro país y a nuestra provincia en el lugar donde merecen estar.