Los acreedores de Abengoa han llegado a un principio de acuerdo con la compañía para refinanciar el grupo. A partir de ahora, iniciarán los trámites para activar el plan. Primero, tendrá que ser aprobado por, al menos, el 75% de la masa acreedora. Los representantes de los acreedores esperan lograr esta aprobación a lo largo de las dos próximas semanas, para presentar el plan ante el juez el día 28 de marzo, la fecha límite para evitar el concurso de acreedores.
Además, el plan deberá ser aprobado por la junta de Abengoa. Como no da tiempo para convocarla antes de esta fecha, se pedirá al juez unos días de plazo para que el plan lo ratifique la asamblea. Tras conocerse el pacto, las acciones de Abengoa se desploman un 14%. Los títulos acumulan una revalorización del 145% en tres días.
El acuerdo contempla abrir líneas de créditos de 1.200 millones de euros a Abengoa y renovar los préstamos urgentes que han ido dando bancos y bonistas en los últimos meses, y que superan los 300 millones. En total, serán más de 1.500 millones en créditos, todos ellos bajo las mismas condiciones: 5% de interés anual, más 4% de apertura y 9% al vencimiento. Si se cancelan de forma anticipada dentro de los dos primeros años, se aplicará una penalización del 5% sobre el capital restante. Los bancos y bonistas que participen en estas líneas de créditos recibirán hasta el 55% de la Nueva Abengoa.
Otra 40% de la Nueva Abengoa se distribuirá a los bancos y bonistas que asuman quitas sobre la deuda corporativa del grupo, de más de 9.000 millones. La quita se ha cifrado en el 70%. Del 40% que reciban los acreedores por esta quita, un 35% corresponderá a los propietarios de deuda propiamente dicha y un 5% a propietarios de avales.
El 5% restante del capital de la nueva Abengoa, que solo tendrá acciones de un solo tipo, con los mismos derechos, se asignará a los actuales accionistas del grupo, incluida la familia Benjumea. En el futuro, y solo si Abengoa repaga toda la deuda, recibirían hasta el 10%.
La familia Benjumea, junto a otros socios, controla en la actualidad el 51% de los derechos de voto a través de Inversión Corporativa. Según el plan, se quedarán con el 2,5% de la Nueva Abengoa. Si el grupo pagara toda la deuda, podrían recuperar hasta el 5%. La familia Benjumea ha tenido que suavizar en las últimas semanas su postura para sellar el pacto, ya que inicialmente pretendían controlar el 12,5% del capital, y pasar al 30% si el plan tenía éxito.