El Banco Central (BCRA) volvió a subir las tasas que paga por las letras con las que regula la masa monetaria, con el objetivo de ponerle un freno a los precios y mantener a raya al dólar. El rendimiento de la Lebac más corta subió 100 puntos básicos para llegar a los 38% tras la licitación de ayer en una rueda en la que la entidad conducida por Federico Sturzenegger redujo en $ 8.444 millones la cantidad de pesos que circulan en la economía y el dólar subió 5 centavos hasta $ 15,65 sin intervención oficial. El resto de las letras a plazos más largos subieron entre 40 y 400 puntos básicos.
Cada semana el BCRA coloca letras a los bancos a cambio de los depósitos que no se logran colocar como préstamos. La operación tiene efecto monetario: si emite letras por un monto superior a los vencimientos de cada martes la cantidad de pesos en la economía disminuye y se dice que "aspiró" dinero.
Las Lebac con tasas altas, además, sirven para atraer inversiones que de otra forma irían a comprar dólares, disparando el precio de la divisa. Si bien Sturzenegger dice no prestar atención al dólar sino a la dinámica de precios, el dólar es uno de esos precios y, a su vez, es una referencia retroalimenta remarcaciones.
La semana pasada la autoridad monetaria había recurrido a una fuerte suba de tasas de sus letras, casi 600 puntos básicos en un sólo día, para hacer frente al pico del más de $ 16 que tocó el dólar y a muy malos datos de inflación para el mes de febrero.
Mediciones privadas estimaron que los precios subieron entre 4% y 5% el mes pasado, mientras que las mediciones oficiales de la Ciudad de Buenos Aires y de San Luis todavía no se publicaron.
La jugada sirvió para hacer retroceder, al menos por ahora, a la divisa estadounidense. Sturzenegger tiene fe en que la reducción de la masa monetaria arrastrará a la baja la tasa de inflación. Pero su propia estrategia de sacar pesos a través de letras cortas de no más de 35 días le concentró vencimientos en el corto plazo que agregan nuevos pesos a la calle por el pago de intereses de esos papeles.
"En los últimos cuatro días se inyectaron unos $ 40.000 millones a la calle por pases y vencimientos de Lebac emitidas en los meses pasados", dijo Amilcar Collante, economista de Cesur. "A fines de febrero la base monetaria avanzaba 25,1% interanual, ahora esa tasa de expansión ya está en el 30,9%, con lo cual es más difícil bajar la inflación", agregó.
Ayer el BCRA aspiró $ 5699 millones en la licitación y otros $ 2745 millones con ventas en el mercado secundario de letras.
No es la primera vez que la Lebac a 35 días está en 38% anual. El BCRA ya había puesto a sus papeles ese rendimiento en diciembre pasado, justo antes de la salida del cepo, como forma de evitar una corrida cambiaria y mitigar la inflación. Luego la fue bajando hasta rozar el 30% anual.
Los malos números de inflación y la tendencia alcista del dólar devolvieron a las letras a ese nivel ayer. "Esto era algo que el BCRA pretendía evitar, porque va a tener costo en materia de actividad económica, pero no puede hacer otra cosa", dijeron en un banco.
El problema con la estrategia de mantener altas las tasas cortas y más bajas las largas (van del 38% a 35 días al 32% en 252 días) es que concentra vencimientos en el corto plazo que obliga a seguir colocando cantidades monstruosas de Lebac. Antes de la licitación de ayer el stock de Lebac equivalía al 56% de la base monetaria y el 76% de esos papeles vencían antes de abril, según Balanz Capital.
El dólar, mientras tanto, subió cinco centavos hasta los $ 15,65 ayer en las pizarras minoristas. El minorista subió ayer impulsado por el avance de más de cuatro centavos que sufrió la divisa en la plaza mayorista, hasta cerrar el día en $ 15,449. El dólar que pagan los grandes jugadores retrocede 2,22% en lo que va de marzo, pero gana 18,47% en lo que va del año. Desde el fin del cepo sube 57,23%