Después de la coordinada pirotecnia discursiva que un sector del MPN y los sindicatos petroleros lanzaron contra el directorio de YPF por el recorte del 25% de las inversiones en la Cuenca Neuquina, una comitiva encabezada por el gobernador Omar Gutiérrez y los sindicalistas Guillermo Pereyra y Manuel Arévalo recorrió despachos oficiales y la sede de la petrolera nacional para reclamar un plan de salvataje que mantenga a flote la industria.
Según pudo averiguar "Río Negro" se analizan distintas propuestas entre las que se destaca la urgencia por fijar un precio para el gas (alrededor de 5 dólares) y mantener los incentivos para las nuevas moléculas del fluido (7,5 dólares); un auxilio financiero para las empresas locales que no pueden cumplir con sus compromisos y; la cancelación de más de 1.300 millones de dólares a YPF por parte del Estado nacional por atrasos en el Plan Gas.
Gutiérrez confirmó a este medio que será clave el aumento del precio del gas en boca de pozo y aseguró que sólo le falta "la última puntada". Sin embargo, en el gobierno buscan que esa concesión imponga responsabilidades a las operadoras, sobre todo a YPF, como un compromiso de "levantar equipos".
Otra de las propuestas sobre las que no se brindaron mayores precisiones tiene que ver con una suerte de crédito fiscal para que las pymes de la región puedan hacer frente a sus compromisos financieros. Desde los sindicatos aseguran que hay algunas empresas no pueden pagar los sueldos del personal por la baja de la actividad.
El fin del PPC
Pereyra fue contundente al asegurar que el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), que instrumentó la suspensiones rotativas de los operarios, no funcionó. "Se firmó en un momento de coyuntura, pero llevamos un mes y medio y vemos que la actividad cayó a cero. Hay más equipos parados de los que se habían informado", dijo el sindicalista.
Agregó que no son 56 los equipos paralizados en la cuenca sino que ascienden a 32. "De todos modos no solos 21 que dice YPF", reprochó el sindicalista.
Por su parte Arévalo apostó por el diálogo, pero se mostró inflexible respecto de posibles despidos. "Esta no es la manera en la que vamos a sacar adelante a la industria. No tenemos que llegar a las medidas de fuerza, pero hay que avanzar en las respuestas", reclamó.
La comitiva fue recibida por el ministro de Energía Juan José Aranguren y su par del Interior, Rogelio Frigerio. También el CEO de YPF, Miguel Galuccio, abrió las puertas de su despacho a los neuquinos.
Consultado por sus críticas a Galuccio, Pereyra dijo no estar enemistado con el directivo y destacó la predisposición con la que recibió a la misión neuquina.