Max Keiser, presentador del programa 'Keiser report' de RT, discutió con Sandeep Jaitly, miembro prominente de la Nueva Escuela Austríaca de Economía y gestor de fondos de inversión sobre este tema. "La gente tiene que saber que dentro de seis meses es posible que ya no pueda cambiar sus divisas por oro", afirma Keiser.
"Exacto, lo primero que hay que hacer es tener en cuenta las distintas formas que existen de comprar oro. Hay monedas, barras pequeñas y barras grandes. Y cuando se compran y venden barras grandes en el mercado mayorista, estamos hablando de pagos d+2 (pagos dos días después del día de cotización)", explica el experto.
"Uno recibe el oro y entrega el dinero fiat (dinero fiduciario, que se basa en la fe o confianza de la comunidad) al cabo de dos días y lo que acabará sucediendo es que el oro no se recibirá al cabo de dos días, sino de tres, de cuatro o de cinco, y el plazo seguirá subiendo.
Además, a medida que la disponibilidad de las monedas de oro vaya decreciendo, los poderes tendrán que asegurarse de que todas las casas de la moneda tienen existencias: la británica, la estadounidense, la canadiense, etcétera. El problema es que esas instituciones hasta ahora nunca se han visto en la tesitura de que un ciudadano no pueda comprar una moneda de oro o de plata", sentencia Sandeep Jaitly.
Muchísimas divisas ya han alcanzado máximos históricos. "Hay como 10 o 15 divisas así. Y hay otras que se encuentran muy cerca de batir su récord histórico, solo a un 10%: me refiero al euro, a la libra, al yen, etcétera", constata Keiser. "El oro solo registra descensos importantes respecto al dólar, lo cual se debe a que como el oro cotiza en dólares y el mercado de futuros y del dólar se pueden manipular mediante técnicas artificiales como los intereses negativos, es posible mantener la ilusión de que el oro no marcha bien frente al dólar", añade. "Hasta que llega un punto en que cuando una persona quiera comprar oro, le dirán: 'Lo sentimos, no hay oro disponible'", concluye Keiser.
Canadá ha rebajado a cero sus reservas de oro estatales, según reporta un nuevo informe del Ministerio de Finanzas del país publicado este jueves.
"En febrero (2016), el Gobierno canadiense vendió 21.851 onzas de monedas de oro", lo que equivale a 679,6 kilogramos (una onza troy es igual a 31,1 gramos), reza el informe.
A 31 de diciembre de 2015 la proporción de oro en las reservas de Canadá equivalía en términos monetarios a 58 millones de dólares, en comparación con los 116 millones de dólares un año antes.
De este modo, Canadá ha agotado sus reservas de oro por primera vez desde el año 1935, cuando se comenzó a llevar la estadística, y se ha convertido en el único país del G20 que no las tiene.
Según los expertos, las ventas de oro forman parte de la política de diversificación de la cartera que supone la venta de "mercancías materiales, como el oro, e invirtiendo, en su lugar, en activos financieros fácilmente comercializables y que tienen unos profundos mercados de compradores y vendedores"
La mayor parte del metal precioso ingresa del Perú. No hay control en la extensa frontera. En tanto la actividad aurífera se encuentra en el norte de La Paz, Beni y Pando.
Hace dos años, la prensa peruana le preguntó al presidente Evo Morales qué hacía su gobierno con el contrabando del “oro ilegal” entre Perú y Bolivia. Este muy sorprendido solo atinó a responder con otra pregunta ¿Contrabando… del oro…?. Esa situación no ha cambiado. Los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) respecto a la exportación del metal precioso al 2015 registran más 30 toneladas, cuando la producción del mismo apenas supera las 12 toneladas. Eso explica, según los expertos, que más de dos tercios de lo que se exporta es oro ilegal. Es que no existen datos de importación de dicha materia prima al país.
“Desde el momento en que se restringe la venta del oro el 2014 en Perú, surge el contrabando hacia nuestro país, eso hizo que las cifras de exportación crezcan tanto en Bolivia, cuando aquí apenas producimos 12 toneladas”, señaló Ángel Ergueta, secretario general de la Federación de Cooperativas Mineras Auríferas del Norte (Fecoman) de La Paz.
Para algunos expertos, el ingreso del oro ilegal registrado en los periodos 2012, 2013 y parte del 2014 del lado del Perú, aún no se detuvo el 2015″.
“Lamentablemente en el país hay muy poca información precisa, desde las instancias del Estado”, señala el investigador, Oscar Campanini del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib).
Contrasentido en las cifras. Según la información emergente del INE, la exportación del oro en los últimos cinco años si bien en volumen ha tenido un ritmo ascendente. Esos datos; sin embargo, se han mostrado bochornosamente contradictorias con relación a la producción aurífera del país, tal como refiere la Federación Nacional de Cooperativas de Bolivia (Fencomin).
Hasta el 2011, Bolivia exportó en volumen 14.600 kilogramos brutos (tanto en concentrados, metálico, amalgama y desperdicios) de oro, lo que equivale a 14 toneladas. Esa cifra de por sí fue llamativo, porque la extracción de oro en todo el territorio nacional, sobre todo en el norte La Paz, Pando, Beni y Santa Cruz, solo alcanzaba en promedio entre 8 y 10 toneladas anuales. En cambio, en valor, por los altos precios internacionales, dicha exportación entre el 2010 y 2011 duplicó los ingresos de $us 142 millones a $us 284 millones, respectivamente.
“Hasta entonces, la relación en volúmenes de exportación y producción de oro nacional se mantuvo equilibrado. No tenemos datos específicos, pero desde el 2012 se sintió el ingreso vía contrabando del oro, sobre todo del Perú”, informó Carlos Mamani Copa, Presidente de Fencomin.
Según Ergueta, entre el 2012 y el 2014 se ha tenido un fenómeno atípico en toda la cadena del oro. Y los datos demuestran lo dicho.
El 2012 el volumen exportado se disparó de 14.360 el año anterior a 39.020 kilogramos brutos. Y en valor, se marcó un récord histórico en ingresos al país por el envío al extranjero del metal precioso. Se registró de $us 284 millones el año anterior a $us 1.212 millones el 2012.
Pero el 2013, se registró lo más atípico y contradictorio en el comportamiento del oro, según las cifras del INE. Mientras la exportación en volumen se disparó abruptamente a niveles históricos de 170.353 kilogramos brutos (170 en toneladas), los registros en valor bajaron considerablemente a menos de la mitad del año 2012. Los ingresos fueron solo de $us 575 millones al año. En cambio, la producción nacional esos años se mantuvo oscilante en un promedio de 12 toneladas, aunque otras cifras muestran que la producción hubiera incluso incrementado hasta 22 toneladas anuales.
¿Qué pasó? se preguntan los expertos, como Marco Gandarillas, Director del Cedib, con esos nuevos datos oficiales al que tuvo acceso El Día.
Hay muchas contradicciones en los datos, describe Gandarillas. El 2012 el mayor oro exportado es desperdicio y desechos de oro que constituyen 26 toneladas por un valor de $us 979 millones; un año después en la misma categoría salen 154 toneladas y en valor fue de $us 206 millones.
Para tener una idea mejor, explica el experto, que el 2012 el precio del oro cerró en $us 1.675 la onza troy y el 2013 en $us 1.205, con lo que se entiende que los ingresos fueron variables por dicho efecto.
“Pero si dividimos el valor/volumen de este oro en 2012 y 2013 salen cosas interesantes ¿cómo se puede explicar que de un valor de 1.041 dólares por onza en 2012, el siguiente año valiera tan solo 37 dólares?”, cuestiona Gandarillas.
La respuesta a dicho comportamiento solo entre valor y volumen exportado del oro, aún no tiene respuesta. Tanto el Ministerio de Minería y Metalurgia como el Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización (Senarecom), a donde acudió El Día con sus inquietudes, mantienen silencio
El 2014 la exportación del oro en volumen siguieron significativos con 47.346 kilogramos brutos (47 toneladas), y en valor se volvieron a superar respecto al 2012, registrando $us 1.384 millones. En cambio, ese año el oro producido no pasó de 14 toneladas anuales. “Recuerdo que ese año la producción de oro, según el Senarecom, se registró solo en La Paz, donde se concentra la mayor producción del país, alrededor de 44 toneladas. En realidad, gran parte de eso se debió al ingreso del oro del Perú”, argumentó Ergueta.
Según los cooperativas, a partir del 2014 el Senarecom asume el control de la comercialización y exportación del oro, haciendo legal la cadena, con un pago por cooperativista de 2,5% por concepto de regalía minera, del cual 85% van a las gobernaciones y el 15% se destinan a los municipios donde se producen.
Bajo el rótulo “las rutas del oro ilegal”, estudio realizado en cinco países de la región y encabezado por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) con participación de diversas ONG, como en el caso de Bolivia el Cedib, describe que a fines del 2013 la Sunat, entidad recaudadora de impuestos en el Perú, inició una serie de operativos para combatir a la minería ilegal.
La restricción a la salida del metal por el aeropuerto de Lima rumbo al extranjero, provocó que el oro ilegal sea transportado en calidad de contrabando hacia Bolivia. Asimismo, un documental de la televisión del vecino país, argumenta que entre el 2013 y 2014, la extensa zona fronteriza de Perú y Bolivia se convierte en el ingreso incesante del oro ilegal, cuyo control es nulo en ambos países.
Este hecho, no solo es descontrolado, sino que provoca en Bolivia un escándalo al punto de que su exportación saldría por el aeropuerto de El Alto, en calidad de desperdicios de oro rumbo a Estados Unidos, con un daño al Estado de $us 350 millones al año. “Es muy dudoso todo, porque se declaró un bajo nivel del oro, en complicidad con la Aduana Nacional, hay cosas oscuras ahí”, señala Gandarillas,
La actividad ilegal del oro en Bolivia no estuvo ajeno
Antecedentes. La explotación ilegal de oro es un asunto de vieja data en el país. En el siglo XX, en los parajes de la nacionalizada compañía Aramayo Mines en el norte de La Paz dio origen al sector de las cooperativas mineras. A principios de la década de 1950, grupos de extrabajadores de la empresa y colonizadores tomaron sus instalaciones y sin contar con autorización ni permisos del Estado explotaron esos yacimientos.
Reciente. En 2012, varios países de la Comunidad Andina tomaron una decisión para establecer acciones coordinadas contra la explotación ilegal de oro en zonas de frontera y en la Amazonia. En el Perú, se realizaron operativos contra mineros ilegales en el Madre de Dios y en Colombia el ejército intervino varias zonas. En ese mismo año, en Bolivia medios de comunicación, investigadores y autoridades denunciaron que mediante las categorías de amalgamas y desperdicios, se habría procedido al lavado de oro ilegal procedente de Perú y que las empresas responsables de la exportación de oro habrían defraudado al país por concepto de impuestos y regalías.
Situación. La aprobación de la ley minera Nº 535 en mayo de 2014, agudizó el problema, promoviendo
enfrentamientos violentos entre mineros ilegales. Las autoridades anunciaron acciones legales contra la explotación ilegal de oro. Y el comerció ilegal continua hasta hoy.
Negocio negro en la región en la cadena
Mundo: Según el Consejo Mundial del Oro, la producción global el 2014 alcanzó las 3.000 toneladas anuales. Perú, al constituir actualmente el quinto lugar del mundo, es el país que más produce oro en todo Sudamérica, mientras que otro importante productor es Brasil. “Junto a Bolivia, conforman un corredor para el tráfico ilegal del oro amazónico”, dice la investigación “la ruta del oro”.
Auge: La crisis económica mundial del 2008, dicen los expertos en el tema, originó una nueva fiebre del oro en los países auríferos de la amazonia, convirtiéndola en testigo y al mismo tiempo en víctimas de las mafias de la minería ilegal y el contrabando. Esta realidad es patente en la zona inherente al río Madre de Dios del lado peruano y la prolongación hacia Bolivia.
Incidencia: En un documental, Claudia Benavides, investigadora de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, afirmó que el Madre de Dios es una de las zonas más biodiversas del Perú, donde la actividad se origina a finales de los 60, con una ola migratoria de personas y desde los ’70 se convierte en actividad aurífera. Luego en los ’90 se da el cambio tecnológico que desplaza una depredación de la naturaleza sin precedentes en la zona.
Contexto. En ese ámbito se origina toda una cadena del oro ilegal de la Amazonia que involucra a países como Bolivia y Brasil, con un descontrolado lavado del oro.
Henry Oporto
“Ante la incompetencia y corrupción lo ilegal seguirá’
“En todo este fenómeno suscitado en los últimos cinco años no hay argumento que sea diferente a lo que sucede en los hechos, dentro la gran cadena de explotación, comercialización y exportación del oro en el mercado externo. Mientras no se demuestre que la producción se está originando en su totalidad en Bolivia, la única explicación es que hay oro que sigue internando de países vecinos por la vía ilegal, principalmente del Perú a Bolivia.
Aunque parece, según las cifras del 2015, hay una reducción en los volúmenes exportados y el valor de la exportación, cuya disminución ha sido casi del 46%.
Con todo ello, está confirmada la tesis que la mayor parte del oro que sale de Bolivia es un mineral internado ilegalmente hacia el país. Hay un fuerte blanqueo del oro, que lamentablemente no se ha controlado hasta el momento.
Ahora pretender que la Ley Minera ponga freno al contrabando del oro, parece excesivo. Lo importante es que exista control eficaz en las fronteras para evitar mayores ingresos de oro a Bolivia. Todo ello pasa por una serie de aspectos que no están funcionando bien. Prácticamente no existe.
Lo peor es que los organismos encargados de reprimir el contrabando no cumplen su tarea de manera eficaz, el Senarecom no sale de ser un organismo burocrático e incompetente y además con mucha corrupción. Entonces, el Estado, a través de sus organismos no mejoran sus competencias, con ley o sin ella van a seguir con la misma ineficiencia.
En todo ello falta una voluntad política del Estado en poner freno a esta actividad. Al menos este año tampoco se va a mejorar”.