Menores de edad y adultos sin preparación intervinieron en las laborees para recoger el petróleo del Oleducto Norperuano derramado sobre ríos y tierras cercanos a zonas pobladas, dio a conocer la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) luego de entrevistar a miembros de una comunidad nativa afectada por la contaminación.
“A través de los diferentes testimonios proporcionados a los inspectores de Sunafil, se conoció que los miembros de la comunidad, adultos y menores de edad participaron de la recolección de petróleo en baldes y que por estas labores se pagaron diversas sumas de dinero”, precisa la entidad en su nota de prensa.
Petroperú había negado la intervención de menores de edad en los trabajos de limpieza, posición que también comparte la empresa Larsen Marine Oil Recovery (LAMOR) para ejecutar los trabajos de remediación tras los derrames.
Inspectores de la Sunafil llegaron a la comunidad de Nazareth (distrito de Imaza, departamento de Amazonas) para determinar si menores de edad participaron en las operaciones de limpieza y para fiscalizar las condiciones de seguridad y salud laboral de los empleados de la empresa Petroperú.
Los inspectores llegaron hasta los lugares del derrame, conocidos como “Punto Cero” y “Punto Dos”, a la altura del kilómetro 440 del oleoducto – Villa de Chiriaco, donde laboran los trabajadores de Petroperú, y “verificaron que los operarios no han sido informados debidamente sobre los riesgos a los que son expuestos y de las medidas de prevención y protección hacia estos”.
Sunafil tiene 30 días hábiles para cumplir la etapa de investigación. Culminado el plazo, determinará si se cometieron o no infracciones a la normativa sociolaboral y de seguridad y salud en el trabajo, así como otras vulneraciones a los derechos laborales que se detectaran.