La volatilidad que acompaña a las bolsas este año ha tenido un claro beneficiado: el oro, que sube más de un 16% este año después de que en los tres últimos haya sufrido pérdidas. Eso explica que las entradas de dinero vistas en febrero en los dos mayores productos indexados que replican el comportamiento de esta materia prima se encuentren en máximos de 2009. Entonces, el S&P 500 venía de caer un 38% y la Fed apenas llevaba tres meses aplicando su primera ronda de estímulos.
La búsqueda de refugio por parte de los inversores en el metal amarillo explican que los dos ETF's más grandes del mundo, el State Street's SPDR Gold Shares ETF con más de 20.000 millones de euros en activos bajo gestión y el iShares Gold Trust, acumulen entradas de dinero superiores a los 5.000 millones de dólares en febrero, segúnBloomberg. Lo cual no ocurría desde 2009.
Desde entonces, el escenario ha cambiado mucho. Al contrario que entonces, Estados Unidos busca ahora la fórmula de retirar la respiración asistida a su economía de manera progresiva para no causar un shock a nivel global, mientras Europa acapara el primer plano. Es en el Viejo Continente donde se descuenta precisamente el anuncio de mayores estímulos por parte del Banco Central Europeo (BCE), que consigan alentar una vez más a los mercados a falta de seis días para que se pronuncie Mario Draghi.
Precisamente esto ha dado más alas al rebote que los mercados empezaron a gestar al calor del repunte del petróleo, el pasado 11 de febrero. Pero lo cierto es que, pese a él, las pérdidas aún se imponen en el acumulado del año a ambos lados del Atlántico y el oro ha sacado partido de ello.
En cualquier caso, aquel que desee subirse al rebote del oro a través de un ETF debe tener en cuenta tres aspectos. El primero es su liquidez, que será mayor cuánto más lo sea su volumen de negociación. El segundo son los costes, que de media se sitúan en el 0,4%. El de iShares Gold Trust está incluso por debajo. Y el tercero, que a efectos fiscales funciona como una acción.
El oro avanzó un 0,9% a u$s 1.239,60 la onza este miércoles, mientras una mayoría de operadores del lingote pasaban por alto la firmeza del dólar tras la divulgación de datos económicos mejores a lo previsto en Estados Unidos.
El lingote, considerado como un refugio ante la aversión al riesgo de los inversores, ha trepado alrededor de un 16% este año, en medio del derrumbe de las acciones y los temores sobre una fuerte desaceleración de la economía global.
Los inversores, que el miércoles obviaron mayormente los informes del mercado laboral estadounidense, seguirán observando de cerca los futuros datos de la mayor economía del mundo para medir su impacto en las acciones y en la política monetaria de la Reserva Federal. El reporte más importante, concerniente a las nóminas no agrícolas, se publicará el viernes.
Entre otros metales preciosos, el platino cayó un 0,2% a 936,90 dólares la onza, la plata ganó un 1,1% a 15 dólares la onza y el paladio bajó un 0,3% a 514,44 dólares la onza.