El Banco Central (BCRA) dio ayer la señal de que está dispuesto a subir la tasa lo que sea necesario para controlar el tipo de cambio. Pero dada la gran cantidad de vencimientos y la necesidad de los bancos por integrar encajes, debió inyectar dinero en vez de seguir esterilizando.
En la licitación semanal de letras de ayer, y después de mostrarse cada vez más agresivo con intervenciones en el mercado cambiario, la entidad monetaria elevó 6 puntos las tasas a 35 días. Se trata del plazo más crítico, ya que hay un déficit de divisas hasta que ingresen los dólares de la cosecha o financieros y la inflación dificulta las paritarias. Esa tasa no alcanzó para que los bancos le permitieran seguir retirando dinero, como es su plan para bajar la inflación, y debió inyectar $ 15.329 millones.
"Ese resultado es la contrapartida de una mayor preferencia por liquidez de los bancos en el contexto de la integración del efectivo mínimo característica del comienzo del mes. El sesgo contractivo del BCRA se observó en las tasas de interés pagadas. La tasa de corte subió a 37% para el plazo de 35 días y experimentó un aumento generalizado para el resto de los plazos. El BCRA sigue procurando desacelerar a lo largo del año la tasa de expansión de los agregados monetarios, para hacerlos consistentes con una inflación en descenso", explicó la entidad en un comunicado.
También, al emitir principalmente a 35 días, ayer el 88% de la demanda estuvo en ese plazo ($ 30.513,6 millones), la entidad monetaria enfrenta el desafío de renovar altos vencimientos a un mes de plazo sin capacidad de poder alargar los plazos. Ayer los bancos propusieron $ 36.348 millones para un vencimiento de $ 48.542 millones y se adjudicaron $ 34.564 millones.
En el mercado cambiario imperaba ayer la incertidumbre a la espera de ver cuánto subía las tasas el BCRA. En tanto, en el mercado secundario ya se negociaban tasas más altas de Lebacs y las tasas interbancariastocaron un máximo de 37,25% a un día.
Ayer el dólar interrumpió su seguidilla de subas pero luego de que la entidad monetaria realizara un fuerte intervención (debió vender u$s 236,7 millones de las reservas). Se entiende que hay un déficit estructural de divisas de unos u$s 100 millones diarios, producto de una liquidación de divisas que no alcanza los u$s 400 millones semanales promedio y, por lo tanto, es menor a la demanda que existe para pagar los consumos con tarjeta de crédito, las importaciones y los giros al exterior. Y se espera que seguirá por lo menos un mes más, hasta que comiencen las liquidaciones por la venta de la cosecha y por la emisión de deuda en el exterior.
Además, los primeros días del mes son jornadas en las que se exacerba la demanda para ahorro, a lo que pudo haber sumado ayer y anteayer la compra adicional de dólares por el desarme de operaciones, por vencimiento de posiciones, de compra de futuros y venta de spot para financiarse con las bajas tasas implícitas de los futuros.
Pero la suba de 6 puntos básicos a 37% a 35 días; de 4 puntos a 63 (34,5%) y 98 días (33%); de 3 puntos a 119 (31,5%), 147 (31,15%) y 252 días (31,54%) se tomó como una señal de ortodoxia monetaria. "Es lo mínimo que podía hacer. La señal es buena, que van a poner la tasa en lo que sea con tal de sostener el tipo de cambio. Se mostró agresivo con el tipo de cambio y con la venta de divisas también", dijeron en la mesa de un banco local.
Para que sea efectiva la suba de tasas, debería promover que los operadores vendan dólares para hacerse de pesos y captar esa nueva renta. El costo es un enfriamiento mayor del crédito y de la economía, pero se entiende que marzo será un mes crítico en el plano cambiario y de suba de precios.
La entidad monetaria ya había empezado hace dos semanas a elevar medio punto por licitación las tasas cuando el dólar comenzó a recalentarse. Las había bajado progresivamente durante un mes y medio en lo que hoy se considera un exceso de confianza sabiendo que la liquidación de divisas fue menor a la esperada.
Ayer las tasas a 35 días quedaron sólo un punto más abajo que el nivel que las había llevado el BCRA para levantar el cepo cambiario.
Con todo, en las mesas distinguen la demanda desesperada por el dólar de un problema de oferta, lo que podría ser un problema transitorio.