Las pymes petroleras de Río Negro, que emplean a unos 3.000 operarios, están preocupados por posibles fisuras en el “Compre Rionegrino” que, si bien no está legislado, fue incorporado en los contratos de renegociación de áreas que realizó la Provincia con cinco empresas.
La caída en la actividad petrolera en Neuquén alertó a las pymes rionegrinas, que temen que algunas compañías de servicios decidan invertir en Río Negro. Sostienen que la situación está en un “amesatamiento”.
“Nosotros acá no tenemos una crisis como la que está ocurriendo en Neuquén, pero vemos que en un futuro puede darse la misma situación. Actualmente, podría decirse, estamos en un amesetamiento”, dijo el titular de la CASEPE (Cámara de Empresas de Servicios Petroleros de Río Negro), en declaraciones a la prensa.
“Es decir que no cayó la actividad pero no se crean más puestos de trabajo y no hay nuevos contratos” explicó su titular, Ramiro Arceo, al diario Río Negro.
Días atrás, la CASEPE ( Cámara de Empresas de Servicios Petroleros de Río Negro) había coincidido con el pronóstico difundido por la Cámara Empresarial, Industria Petrolera y Afines de Neuquén (CEIPA), la Cámara de Empresas de Servicios Petroleros de Río Negro (CASEPE RN), coincide plenamente en la evaluación sobre la problemática del sector.
En tal sentido la Comisión Directiva de la entidad rionegrina propuso a su par de Neuquén realizar una presentación conjunta a las principales productoras de la denominada cuenca Neuquina (integrada por las provincias de Río Negro y Neuquén) con el fin de arbitrar medidas paliativas que posibiliten sobrellevar esta crítica etapa, la cual podría desembocar en el quebranto de muchas pequeñas y medianas empresas de la región.
Según expresó la CASEPE, es indudable que la capacidad económica – financiera con que cuentan las grandes empresas internacionales y nacionales que se sientan permanentemente a la mesa de negociaciones entre productoras y sindicatos, nada tienen que ver con lo que son las Pymes regionales.
Por tal razón, los acuerdos a los que arriban han ido deteriorando la situación de las pequeñas y medianas empresas de capital local. Para la Cámara, el grado de deterioro es tal que resulta imposible cumplir con el difundido nuevo acuerdo sobre eventuales suspensiones, ya que las Pymes solamente pueden soportar personal suspendido percibiendo un parcial de sus haberes siempre que las operadoras reconozcan dichos costos, permitiendo que se facture mensualmente el importe requerido, con los gastos indirectos incluidos.
Desde la cámara, compuesta por 60 empresas que emplean a unos 3.000 operarios, están preocupados por posibles fisuras en el “Compre Rionegrino” que, si bien no está legislado, fue incorporado en los contratos de renegociación de áreas que realizó la Provincia con cinco empresas.
Básicamente el paquete de inversiones comprometidas por las petroleras en la renovación de sus áreas representan los números que sostienen la actividad en Río Negro.
En Río Negro, las operadoras invertirán unos 550 millones de dólares en este 2016 que son más que atractivos para que empresas de la región y otras, extranjeras que llegaron bajo las promesas de Vaca Muerta, puedan pensar en atenuar la crisis con algún contrato rionegrino.