La viada del tipo de cambio puede continuar por ahora, pero habrá que volver a evaluar las expectativas hacia abril o mayo una vez que factores locales (como las elecciones generales y los efectos del Fenómeno de El Niño) queden atrás, señaló el banco Scotiabank.
También una vez que el panorama externo se muestre más claro tras la decisión que tome la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos en su reunión de marzo (si sube o no su tasa de interés) y, si para entonces se consolida la recuperación de los precios de los metales.
El analista senior del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, Mario Guerrero, opinó que la expectativa de alza de tasas de la Fed es tal vez uno de los más importantes impulsores externos.
En diciembre del 2015, cuando finalmente se concretó el alza de tasas, la Fed señaló la posibilidad que las tasas se eleven hasta en cuatro oportunidades a lo largo del 2016, reflejando la confianza en la recuperación de la economía de Estados Unidos.
Un sondeo de The Wall Street Journal de mediados de enero arrojaba que un 66% de los inversores esperaban un aumento de la tasa de la Fed en la reunión de marzo, comentó en el Reporte Semanal del banco.
No obstante, los mercados financieros iniciaron el año con fuertes correcciones, y los datos de Estados Unidos no acompañaron la visión de la Fed, por lo que la expectativa de alza de tasas se ha diluido.
Un sondeo similar llevado a cabo a mediados de febrero, apuntaba a que sólo 6% esperaba un alza de tasas en marzo, y que el 60% espera un alza de tasas en junio.
Las menores expectativas de aumento de tasas en Estados Unidos han incidido en un comportamiento relativamente estable del índice del dólar (DXY) que en lo que va del año retrocede 0.5%. El otrora impulsor de la depreciación cambiaria, ahora luce un comportamiento estable.
Otro impulsor de la depreciación, principalmente de las monedas emergentes, es el deterioro de los términos de intercambio, en el caso del Perú muy vinculado al precio de los metales.
Luego de experimentar severas caídas (-20% en promedio en el caso del cobre y -8% en el oro durante el 2015), en lo que va el panorama luce distinto.
El precio del cobre parece haber alcanzado un piso en US$ 2 por libra, mientras que el precio del oro registra un alza superior al 10% en lo que va del año, desde niveles cercanos a US$ 1,050 por onza (piso técnico).
El gráfico superior muestra que hay un sobredimensionamiento de la magnitud de la depreciación cambiaria respecto del comportamiento de los términos de intercambio.
Durante los últimos años el tipo de cambio no ha respondido a fundamentos en cuestión de magnitud, sí en dirección, comentó Guerrero.
Si bien los cambios en las expectativas de alzas futuras de tasas de interés, en el comportamiento del índice del dólar, y en los precios de los metales, constituyen cambios importantes en el escenario 2016, distintos a los observados en el 2015, aún hay mucha incertidumbre en la evolución futura del tipo de cambio por lo que hay que estar muy atentos, agregó.
La persistencia de la depreciación cambiaria en el Perú, que ya se aproxima a su tercer año ha afectado la formación de expectativas de depreciación hacia adelante.
De acuerdo a Latin Focus Consensus, que recoge proyecciones de analistas y entidades financieras locales y extranjeras, el tipo de cambio estaría alrededor de S/ 3.60 a fines de este año, con un máximo de S/ 3.80, mientras que para fines del 2017 el promedio espera un nivel de S/ 3.64, con una máxima de S/ 4.
Las empresas locales tienen expectativas algo más conservadoras. De acuerdo a un sondeo del Banco Central de Reserva (BCR), 368 empresas esperan en promedio un tipo de cambio de S/ 3.55 para fines del 2016 y de S/ 3.60 para fines del 2017.
La formación de estas expectativas es usualmente adaptativa y en algunos casos se basa en la extrapolación de la tendencia previa, precisó.